Dibujo de Miguel Mellado |
Martin Luther King escucha desde el balcón y el tirador llora a su lado.
Luca despierta, convida a todos los parroquianos y mira el sol por primera vez en años. Después conversa con Mapu y le pide una canción de amor. La hermosa niña de luz lo resuelve.
Miguel y Federico conversan y llaman a las alturas de las águilas pop.
Sokol canta y canta como sólo el corazón sabe hacerlo. Hurlingham espera por lluvia para los caballos.
Una canción más. De los Ramones, de Joe Strummer, de Lennon, no sé, suena Nick Cave o era Drake? Syd Barrett mezcla los sonidos hendrixianos.
Ahora que todo terminó y no hay pibes con hambre, el club anarco que no es club pero sí libertario presta su picnic para el show de las nubes celestes que sólo se ven desde la tierra.
M. Ceniza
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