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jueves, 28 de noviembre de 2013

El frío modifica la trayectoria de los peces

Dibujo de Maximiliano López
Tenía seis años y medio cuando Alex, mi único amigo, me dio la triste noticia con una amplia sonrisa. De repente sentí que perdía pie en un mundo donde todo tenía una explicación. Para olvidar mi decepción, en la escuela hice lo mismo que Alex. Me dediqué a convencer a los más pequeños de que Papá Noel era un invento de los padres. En casa intenté con algunas indirectas que mis padres entendieran que ya era hora de que dejaran de decirme que si no me portaba bien Papá Noel no me traería nada. Pero cuando vi la mirada de pánico que mi madre lanzó a mi padre, lo dejé pasar. No quería que se pusieran tristes. A veces hay que mentir a los padres para que estén contentos.
Pierre Szalowsky

Las franquicias de la muerte - Fragmento

“Los espejos son las puertas por las que va y viene la muerte.”
Jean Cocteau
 
El Día de muertos, una de las tradiciones más hermosas que mis ojos han visto, ha demostrado ser una de nuestras costumbres más sinceras y poéticas, un acto donde la vida y la muerte se miran sonrientes consintiendo su mutua presencia sobre la tierra, brindando cachondas con todos los presentes, confundiéndose entre tragos, comida y verbena en la oscuridad de la noche y despertando abrazadas al salir el sol.
(...) La realidad nos dice con voz firme, a veces a grito pelado, que crecen las ausencias, las lágrimas, los brindis y también las fiestas. Porque México es ese lugar donde las jornadas son más largas que los días y las noches se convierten en el lago claro de la luna; donde el amanecer no nos espera y a la muerte se la abraza en cualquier rincón o en cualquier esquina; y donde también, año con año, se hace más difícil soportar los embates del vecino país del norte.
Estar a tiro de piedra de los Estados Unidos no nos ha resultado fácil –tampoco a ellos–. Somos la puerta latinoamericana, somos la última frontera, somos la resistencia urdida. Somos un pueblo que se sostiene a pesar de todo y que nadie entiende realmente cómo. Esos cabrones vecinos, junto con sus amigos de allá y de acá, nos robaron en otro tiempo medio país queriendo quedarse la otra mitad, y un ranchero bigotón, años atrás a caballo y con pistola, sobrio hasta la última gota, ha sido el único que ha tenido las agallas para invadir esa mal ganada tierra. Somos el nudo de la cuerda que nos ahorca, la red que nos salva y nos atrapa, el cántaro que deja escapar el agua que mataría nuestra sed.
Nosotros sabemos de sobra que la fortaleza de un pueblo radica en su memoria, su raíz, su palabra. Y México con todos sus mexicanos tiene de todas éstas para aventar pa’rriba, repartir y regalar.
(...) Mictecacihuatl, la dama de la muerte, precursora de la floreada y sombreruda Catrina, flota en el aire mezclada con el aroma del cempazúchitl y el copal. Aprovechando el correr del viento, se monta y viaja en esos hilos de humo espeso y dorado para entrar en nosotros, abrazarnos el alma y sentir nuestro cuerpo desde dentro, dejarse estar, vivirnos un ratito y mostrarnos con dulzura que la muerte no es un punto de llegada sino de partida, que la vida es corta pero florida, que el amor no se lo lleva la tumba porque no estar tampoco significa haberse ido.
diadosmortosjoseguadalu
Colgados por todas partes, las figuras de calaveras ausentes bailan solas o acompañadas; andan en bicicleta, pasean al perro, se casan, huyen del casamiento, beben, comen, fuman, cojen, están de fiesta y nos invitan a descreer de vampiros y vampiresas, de momias deshilachadas y calabazas de sonrisas huecas. Porque las únicas brujas que existen son las que salen por la madrugada; porque el miedo no vive de noche y la muerte no es malvada; porque más malvados son aquellos que se imponen y arrasan con las creencias, las costumbres y tradiciones; porque festejar con tus queridos ausentes, brindar y dormir con ellos no es una travesura; porque pa’ qué disfrazarse de cualcosa si siendo ya uno mismo se es muchos al mismo tiempo; porque la recompensa se da en el amor rememorado, en la foto del que ya viene, en los recuerdos guardados; porque es mejor ir al panteón, al pasillo de la abuela o a la sala de tu casa, al chocolate caliente, al mezcal, o al aguardiente, a los tamales, al pan de muerto o a la tortilla con salsa, y brindar con todos tus muertos que caer preso de un amor que no es el tuyo, de un fantasma que no es fantasma sino una mentira bajo una sábana blanca.
Éste será un noviembre plagado de altares, de flores, de llantos. Serán muchos más que los últimos años. Y aunque esto sostenga una hermosa tradición, no es un dato de alegría. La muerte, sin lugar a dudas, ha establecido una de sus principales oficinas en México y ese dolor no lo cura ningún brindis ni lo oculta ningún fantasma.
(...) Porque en México la vida es una fiesta y cuando parece que llegó el final y calla la orquesta, a la parca le cantamos las rancheras, la bailamos con danzón o la besamos en la boca despellejándole el corazón.

Emilio Gomagu

Para leer el texto completo de este excelente artículo dirigirse a Revista Esnob en el siguiente link:

Las Franquicias De La Muerte

jueves, 21 de noviembre de 2013

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo

Papel tapiz de Cecilia de Souza
Me gusta dormir, quizá es lo que más me gusta en esta vida. Y quizá me gusta tanto porque me cuesta mucho conciliar el sueño.

Desde pequeño he pensado que dormir te aparta del mundo, te hace inmune a sus ataques. La gente sólo puede atacar a los despiertos, a los que están con los ojos abiertos.

La gente viola con sus sueños: viola la intimidad, viola el lenguaje con el que se expresa, viola esa imagen como mejor le parece. Cuántas veces he tenido sexo con gente en sueños y al día siguiente no me he atrevido ni a saludarla, pensando que en el “buenos días” se notará las “buenas noches que hemos pasado”.

Albert Espinosa

El Túnel - Fragmento

Había leído que en un campo de concentración alguien pidió de comer y lo obligaron a comerse una rata viva. A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. ¿Sería eso, verdaderamente?
¿Toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?

Sábato

La Peste - Fragmento

Todo aquel tiempo fue como un largo sueño. La ciudad estaba llena de dormidos despiertos que no se escapaban realmente a su suerte sino a esas pocas veces en que, por la noche, su herida, en apariencia cerrada, se abría bruscamente. Y despertados por ella con un sobresalto, tanteaban con una especie de distracición sus labios irritados, volviendo a encontrar en un relámpago su sufrimiento, súbitamente rejuvenecido y, con él, el rostro acongojado de su amor.

Nada en el mundo merece que se aparte uno de los que ama. Y sin embargo, yo también me aparto sin saber por qué.

Camus

Voy a invitarte un par de cervezas

Voy a invitarte un par de cervezas y hablaremos del amor y otras idioteces. Al tercer trago nos pondremos filosóficos, discutiendo teorías existenciales sobre sí fue lo nuestro un amor de locos. Si tenemos suerte y hay buena música bailaré contigo como en otras noches. Si te vuelvo a ver, olvida el café o el helado, te invito un tequila o un ron añejado y me cuentes sin remordimientos, como o de qué forma me olvidaste si yo aún estoy aquí, planeando tu encuentro imaginario.

J. A. Cedeño

Watchmen

Blake lo entendía. Se lo tomaba como si fuera un chiste, pero lo entendía. Veía las grietas en la sociedad, veía cómo los hombrecitos enmascarados intentaban que no se hicieran más grandes. Contempló el verdadero rostro del siglo XX y optó por convertirse en un reflejo, en una parodia de él. Nadie más entendió el chiste. Por eso se encontraba tan solo. Esto me recuerda a un chiste: Un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago e incierto. El doctor le responde "El tratamiento es sencillo. El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso lo animará". El hombre se echa a llorar y dice "Pero, doctor... yo soy Pagliacci".
Es un buen chiste. Todo el mundo se rie, suena un redoble y cae el telón.

La gata sobre el tejado de zinc caliente - Acto Segundo

La mitad del mar - Martin Lanezan 2010
El hombre es el único animal que tiene conciencia de que va a morir, pero eso no le hace ser mejor ni más caritativo que el resto de los animales. Sí, Brick. La bestia humana sabe que tiene que morir ¿y sabes lo que hace? Comprar, comprar, comprar. Porque tiene la absurda esperanza de que entre esa montaña de cosas inútiles que compra, se encuentra la vida eterna ¡Qué equivocados están! Durante estos últimos meses he vivido como una sombra. Sin pronunciar palabra; durante horas y horas permanecía sentado en un sillón contemplando el espacio. Una sola idea me atormentaba ¡La muerte! Pero hoy la he alejado de mí. Incluso me parece que esta noche el cielo ha cambiado de color. Por eso hablo.
Tennessee Williams

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El poeta propone su epitafio

Por haber mentido mucho ganó un cielo
mezquino, a rehacer todos los días.
Por ser traidor hasta con la traición,
lo amaban las gentes honorables.
Exigía virtudes que no daba
y sonreía para que olvidaran.
No vivió. Lo vivían, un cuerpo despiadado
y una perra sedienta, Inteligencia.
Por no creer más que en lo bello
fue basura entre basuras
pero miraba todavía el cielo.
Está muerto, por suerte.
Ya andará algún otro como él.

Julio

domingo, 17 de noviembre de 2013

El loro de siete lenguas - Fragmento

Dibujo de Marisú Olivera del proyecto
Formato Negro en Fundacruz Casa de la Cultura
Río Gallegos - Agosto de 2013
Ningún personaje es real, ningún sitio es verdadero, cualquier parecido es coincidencia. Hablamos de un Chile que no es Chile. Describimos un Universo paralelo. Entre los años cuarenta y cincuenta, en alguna de las infinitas gamas de mundos, existió un país tan largo que semejaba una torre. En sus alturas habíamos constriudo un paraíso en forma de corona. Cuando estalló la tormenta y fuimos alcanzados por el rayo, caímos al suelo para vernos obligados a marchar sobre las manos buscando a tientas los blancos fragmentos del alimento divino, al que ingenuamente habíamos llamado Poesía...
Jodoroksky

La añera

Dónde está mi corazón
que se fue tras la esperanza.
Tengo miedo que la noche,
me deje también sin alma.
 
Donde está la palomita,
que al amanecer lloraba.
Se fue muy lejos dejando,
sobre mi pecho sus lágrimas.
 
Cuando se abandona el pago
y se empieza a repechar
tira el caballo adelante
y el alma tira pa' atrás.
 
Yo tengo una pena antigua,
inútil botarla afuera
y como es pena que dura,
yo la he llamado la añera.
 
Dónde están las esperanzas,
dónde están las alegrías,
la añera es la pena buena,
y es mi sola compañía.

Atahualpa Yupanqui

Solaris (1972)

 La Tierra, incluso la palabra me parecía extraña, desconocida. ¿Cuánto tiempo hacía que me había ido? ¿Cuánto hacía que había vuelto? Intenté encontrar el ritmo del mundo en el que solía vivir. Seguí la corriente, me mantuve silencioso, atento, hice un esfuerzo consciente por sonreír, asentir, ponerme en pie y realizar los millones de gestos que constituyen la vida en la Tierra. Estudié esos gestos hasta que se convirtieron de nuevo en reflejos, pero me sentía acosado por la idea de que a ella la recordaba mal, de que de algún modo estaba equivocado en todo esto.
Desnudos los cadaveres se habrán unido con el hombre del viento y la Luna del ocaso, cuando sus huesos estén rebañados y pulverizados, los limpios tendrán estrellas a sus codos y a sus pies. Aunque se vuelvan locos serán cuerdos. Aunque se hundan en el mar emergerán de nuevo. Aunque los amantes se pierdan el amor quedará. Y la muerte no tendrá señorío.

Bienvenido a la tormenta - Capítulo I

Desequilibrio mental, óleo de Alejandra Villarroel
El pastún Mustafá Sharif, Secretario General de la ONU, apareció muerto en lo alto del rascacielos Chrysler. Tenía un disparo en la frente, la cabeza vencida, el pelo sucio, los ojos abiertos y una expresión de terror que no era de este mundo. Atado a la aguja del rascacielos, estaba barnizado de sangre y escarcha. Alguien le había abierto en canal y extirpado los órganos. Sólo quedaba el corazón, que por algún extraño motivo, continuaba latiendo.

Daniel Múgica

La nave de los locos ( o de los necios)

Esta es mi nave de los locos, de la locura es el espejo.
Al mirar el retrato oscuro todos se van reconociendo.
Y al contemplarse todos saben que ni somos ni fuimos cuerdos,
y que no debemos tomarnos por eso que nunca seremos.
No hay un hombre sin una grieta y nadie puede pretenderlo
nadie está exento de locura, nadie vive del todo cuerdo.

Navega a la deriva, cargada de gente.
En la nave de los locos unos reman, otros soplan
y nadie se preocupa de los escollos de enfrente.

Stultifera Navis - Sebastian Brant

Yo mato - Fragmento

El hombre es uno y ninguno. Carga desde hace años con su rostro pegado al cráneo y su sombra cosida a los pies, y todavía no ha logrado comprender cuál de las dos cosas pesa más. A veces experimenta el impulso irrefrenable de despegárselos, colgarlos en un clavo y quedarse allí, sentado en el suelo, como una marioneta a la cual una mano piadosa ha cortado los hilos.

Giorgio Faletti

Declaración de principios de Cyrano de Bergerac

Gérard Xavier Marcel Depardieu como Cyrano de Bergerac - 1990
¿Intrigar, maquinar, tener miedo, temer que no aprecien mi talento, ser adulador, distribuir mil cumplidos? No, gracias. Y otra vez no, gracias. En cambio, ¿cantar, reir, caminar a mi modo, soñar, libre para ver las cosas como son, una voz que es virilidad, poder ir donde desee, una palabra, un sí, un no, componer o luchar? Más, nunca escribir una línea sin haberla escuchado en mi corazón. Recorrer cualquier camino bajo el sol, bajo las estrellas, sin pensar que hay una fortuna al llegar al final. Y con tanta modestia, decir a mi alma que le bastan las flores, la hierba, con espinas tal vez, que crezcan en un jardín que puedas llamar tuyo. Soy demasiado orgulloso para ser un parásito y si mi inteligencia crece hacia el cielo como un pino de montaña, quizá no sea muy alto, pero estoy solo. Veo como otras gentes hacen amigos, en todas partes, como un perro hace amigos. Y cuando contemplo tanta cortesía canina me digo: Aquí viene, gracias al cielo, otro enemigo.

Edmond Rostand

El asesino dentro de mí - Fragmento

Acrílico de Marcela Meyer Paz
Sí, creo que eso es todo, a no ser que la gente como nosotros tenga otra oportunidad en el otro mundo.
Nosotros, la gente como nosotros. Los que empezamos el juego siempre con las cartas marcadas, los que deseábamos tanto y conseguimos tan poco. Los que tan bien queríamos hacer las cosas y tan mal las hicimos.
Todos nosotros.

Jim Thompson

The Shawshank Redemption


Hasta el día de hoy no sé lo que cantaban esas dos señoras italianas. La verdad es que no quiero saberlo. Algunas cosas es mejor no saberlas. Me gusta pensar que cantaban sobre algo tan hermoso que no puede ser expresado en palabras y hace que tu corazón te duela por ello. En serio te digo que esas voces llegaron tan alto y tan lejos como ninguno jamás imaginó en un sitio tan gris. Era como si un pájaro precioso entrara en nuestra jaula horrible e hiciera que estas paredes desaparecieran, y por un momento muy breve todos los hombres de Shawshank se sintieron en libertad.

Sull'aria... che soave zeffiretto (Sobre la brisa... qué suave cefirillo) del tercer acto de la ópera Las bodas de Fígaro de Wolfgang Amadeus Mozart.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Los Hombres Grises

Los Hombres Grises son simplemente eso: Grises. Comen, sueñan, hacen el amor (a veces) todo en gris. Tienen trabajos grises y sus amigos son igual de grises. Tienen mujer, amante e hijos grises. Son simplemente el guión de una película que otros han escrito para ellos. Los hombres grises aceptan resignados su papel. Nunca vivieron en colores. Nunca supieron de otros mundos ni de otros tiempos. Para ellos no hay ni habrá mañana. Sólo un hoy ceniza.

Daniel Najnsztejn

Letanía de nuestro señor Don Quijote - Fragmentos

Escena de Don Quijote de Orson Welles de 1969,
película inacabada y cuyo montaje se exhibió en 1992
siete años después de la muerte de su director.
Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.
 
Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud.
Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud...

Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios.

De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias, líbranos Señor.

Rubén Darío

Te lo dije, mi mar

Te lo dije, mi mar y te repito mar, tu alto azul, tres mil años de veces y cuanto más te repito creces, levantando del mar tu azul de mito. Me hubiera muerto, sin dejarlo escrito, mar que merezco, mar que me mereces, mar que nunca de mar te desvaneces, azulando de azul el infinito. Mi azul de mar, tu azul, nacieron juntos juntos, desde su cuna azul vivieron y no hay tumbas de azules ya difuntos. Lo vuela el viento azuladoramente. Dos azules que juntos siempre ardieron, el de tu frente, mar, el de mi frente.

Rafael Alberti

¿Viste la luna?

¿Viste la luna? No deja de brillar
¿Viste la luna? Impresionante
Me hablaron de la inmensidad de la luna
yo no sabia si era Paula o Lucía
más tarde supe que ella, la luna
siempre alumbra las soledades
los encuentros-desencuentros
a deshoras de mis descalzas
ella, la que no las deja, no las abandona
la que les cuida sus pasos
me dice que van bien, que lucen
que paulatinamente avanzan
que lucidamente juegan.

Fernando Ojeda

Capítulo 31 - Fragmento

¿Para qué nos vamos a engañar? No se puede vivir cerca de un titiritero de sombras, de un domador de polillas. No se puede aceptar a un tipo que pasa el día dibujando con los anillos tornasolados que hace el petróleo en el agua del Sena. Yo, con mis candados y mis llaves de aire, yo, que escribo con humo. Te ahorro la réplica porque la veo venir: No hay sustancias más letales que esas que se cuelan por cualquier parte, que se respiran sin saberlo, en las palabras o en el amor, o en la amistad. Ya va siendo tiempo de que me dejen solo, solito y solo.

Julio

viernes, 15 de noviembre de 2013

Hombre que bebe solo - Fragmento

Humo - Maximiliano López
Muestra Paracaidistas 2013
Complejo Cultural Santa Cruz
La lluvia arrecia. Llueve desde lejos; la lluvia se abate contra las ventanas del café del griego y hace vibrar los vidrios. La única lámpara, amarilla, luz enferma, oscila desde el techo. En la mesa del rincón, no hay ninguna muchacha tomándose un cortado ni fabricando un barquito con el papel del azúcar para que el barquito navegue en el vaso de agua y naufrague. Hay un hombre que mira llover en la mesa del rincón y ninguna otra boca fuma de su cigarrillo. El hombre escucha voces que caen desde lejos y dicen que juntos somos poderosos como dioses, y dicen: así que no valía la pena, todo ese dolor inútil, esta basura. El hombre las escucha, esta mentira, estatua de hielo, como si no llegaran desde lo hondo de la memoria de nadie y fueran capaces de sobrevivirlo y quedarse flotando en el aire, en el aire que huele a perro mojado, diciendo: me gusta gustarte, hermosa mía, mi lindísima, cuerpo que yo completo, me rozás con las puntas de los dedos y me sale humo, nunca me pasó, nunca me pasará, y diciendo: ojalá te enfermes, que todo te salga mal, que no puedas seguir viviendo. Y también: gracias, es una suerte que existas, hayas nacido, estés viva, y también: maldigo el día en que te conocí.
Sobra sombra - Maximiliano López
Muestra Paracaidistas 2013
Complejo Cultural Santa Cruz
Como ocurre siempre que las voces llegan, el hombre siente una acosadora necesidad de fumar. Cada cigarrillo enciende el siguiente mientras las voces van cayendo, trepidantes, y si no fuera por el vidrio de la ventana es seguro que la lluvia le lastimaría la cara.

Eduardo Galeano - Vagamundo y otros relatos

martes, 12 de noviembre de 2013

La pequeña Norma Jeane

Diosa y mortal, mujer y niña, virgen y puta, la actriz ha recorrido por completo el imaginario simbólico.
Quizás Marilyn Monroe representó nuestra última y más amada santa del siglo. Su maravilloso cuerpo fue sacrificado a su público como adoración. La muerte prematura constituye una trágica pero también necesaria condición para ser santificada.
(All the available light : A Marilyn Monroe reader de Yona Zeldis McDonough)
Es una hermosa criatura. No lo digo en el sentido evidente, en el aspecto quizá demasiado evidente. No creo que sea actriz en absoluto, al menos en la acepción tradicional. Lo que ella posee, esa presencia, esa luminosidad, esa inteligencia brillante, nunca emergería en el escenario. Es tan frágil y delicada que sólo puede captarlo una cámara. Es como el vuelo de un colibrí: sólo una cámara puede captar su poesía (...) Ya se iba la luz. Ella parecía desvanecerse con la claridad, mezclarse con el cielo y las nubes, retroceder y ocultarse detrás. Yo quería alzar la voz por encima de los gritos de las gaviotas y preguntarle: Marilyn, Marilyn, ¿por qué todo tuvo que salir así? ¿Por qué es una mierda esta vida? (Una adorable criatura de Truman Capote)

lunes, 11 de noviembre de 2013

Las Flores del Mal

Lector apacible y bucólico, sobrio e inocente hombre de bien, arroja este libro saturniano, orgiástico y melancólico. Si no has estudiado tu retórica con Satán, el astuto decano, ¡arrójalo! No comprenderás nada de él, o me creerás histérico.
Pero si, sin dejarte hechizar, tu pupila sabe sumergirse en los abismos, léeme, para aprender a amarme; alma curiosa que sufres y andas en busca de tu paraíso ¡compadéceme! sino ¡yo te maldigo!

Charles Baudelaire

Matrix

Quisiera compartir una revelación que he tenido durante mi tiempo aquí. Me di cuenta cuando traté de clasificar su especie y me di cuenta que ustedes no son realmente mamíferos. Todos los mamíferos en este planeta desarrollan equilibrio con el ambiente que los rodea. Pero ustedes, los humanos, no. Llegan a una zona y se multiplican, se multiplican hasta consumir todos los recursos naturales. Su única manera de sobrevivir es esparciéndose a otra zona. Hay otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón ¿sabe cuál es? El virus. Los seres humanos son una enfermedad, un cáncer de este planeta. Ustedes son una plaga. Y nosotros somos la cura.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Llamado por los malos poetas - Fragmentos

Se necesitan malos poetas. Buenas personas, pero poetas malos. Dos, cien, mil malos poetas se necesitan más para que estallen las diez mil flores del poema.
Que en ellos viva la poesía, la innecesaria, la fútil, la sutil poesía imprescindible. O la inversa: la poesía necesaria, la prescindible para vivir.
Que florezcan diez Maos en el pantano y en la barranca un Ele, un Juan, un Gelman como elefante entero de cristal roto, o un Rojas roto mendigando a la Reina de España.
Todo eso abunda: faltan los poetas, los mil, los diez mil malos, cada uno armado con su libro de mierda. Faltan sus ensayitos y sus novela en preparación.
Se necesitan poetas gay, poetas lesbianas, poetas consagrados a la cuestión del género, poetas que canten al hambre, al hombre, al nombre de su barrio, al arte y a la industria, a la estabilidad de las instituciones, a la mancha de ozono, al agujero de la revolución, al tajo agrio de las mujeres, al latido inaudible del pentium y a la guerra entendida como continuidad de la política,
del comercio, del ocio de escribir.
Se necesitan Betos, Titos, Carlos que escriban poemas. Alejandras y Marthas que escriban. Nombres para poetas, anagramas, seudónimos y contraseñas para el chat room del verso se necesitan.
Se necesitan nuevos sentimientos, nuevos pensamientos imbéciles, nuevas propuestas para el cambio, causas para temer, para tener, aquí en el sur.
¡Ay, lengua: aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle, suturada de chips, y cubre nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!

Rodolfo Fogwill

La hora cero - Epilogo

Te lo dije. Cuando llega la hora… llegó.
Aquí nadie se salva. Nadie es inocente, nadie es culpable y así como yo vendrán más.
Que perra es la vida. Cuando llegas a ver la verdad, la mayoría todavía cree en la mentira.
Habrá quienes seguirán luchando y quienes se cansarán de luchar. ¿Quién no se ha manchado de sangre en su vida?
Pero si tienes suerte, antes de que llegue la hora de morir, te llegará la hora de cambiar.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Noviembre


¿Volverse loco, suicidarse o continuar?
estar aquí sentado es ridículamente perfecto.
nohay nada comparable.
Un pasado paralítico
y un futuro breve.
En un día así
uno puede venirse abajo
por causa del mensaje
en una galletita de la suerte.
Noviembre entra arrastrándose
de rodillas y puños como un leproso.
Aún puede que haya un lugar
para nosotros en alguna parte.
No es el acto. Es la espera.

Bukowsky

Si la muerte

Reality Arranged - Serie en blanco y negro de Tommy Ingberg
Si la muerte viene y pregunta por mi
haga el favor de decirle que vuelva mañana
que todavia no he cancelado mis deudas
ni he terminado un poema
ni me he despedido de nadie
ni he ordenado mi ropa para el viaje
ni he llevado a su destino el encargo ajeno
ni he echado llave en mis cajones
ni he dicho lo que debia decir a los amigos
ni he sentido el olor de la rosa que no ha nacido
ni he desenterrado mis raices
ni he escrito una carta pendiente
que si siquiera me he lavado las manos
ni he conocido un hijo
ni he empredido caminatas en paises desconocidos
ni conozco los siete velos del mar
ni la canción del marino
Si la muerte viniera
diga por favor que estoy entendido
y que me haga una espera
que no he dado a mi novia ni un beso de despedida
que no he repartido mi mano con las de mi familia
ni he desempolvado los libros
ni he silbado la canción preferida
ni me he reconciliado con los enemigos
digale que no he probado el suicidio
ni he visto libre a mi gente
digale si viene que vuelva mañana
que no es que le tema pero ni siquiera
he empezado a andar el camino.

Miguel Huezo Mixco

domingo, 3 de noviembre de 2013

Para matar a un ladrón de libros - Capítulo 11

El motivo por el que tanto le repugnaban las lluvias, era una página que no se atrevía a leer; no por temor, sino por sentir el mero placer masoquista de saberse alguien patéticamente enamorado de su tristeza y su existencia irresoluta. Limitación sosegada a la mañana siguiente, ni bien se puso el piloto, salió de su casa y comenzó una larga caminata hasta el centro de la ciudad, tratando de no pensar en nada, ni en el mensaje de texto de la noche anterior, o el orín incesante pugnando por abrir otras puertas de su memoria; y así sucedió: en su mente comenzaron a yuxtaponerse, como los avances de una película de acción, sus máximos logros en el oficio del latrocinio de volúmenes.
 
Fernando Cabrera

Libro Vuelto - Fragmento

El tiempo no cesa de fluir, el tiempo no cesa de inventar, no cesa el tiempo de borrar sus invenciones, no cesa el manar de las apariciones.
Las bocas del rio dicen nubes, las bocas humanas dicen rios. La realidad tiene siempre otra cara, la cara de todos los días, la que nunca vemos, la otra cara del tiempo.
Manuel: préstame tu caballito de palo para ir al otro lado de este lado. La realidad es más real en blanco y negro.
 
Octavio Paz
 

Tener sueños

Talla de Dora Zarzoso
Museo de Arte Eduardo Minnicelli
Entonces tengan sueños, hagan su vida con base en sus sueños. Sueñen, Sueñen todo lo que quieran, pero despedacen su vida haciendo realidad sus sueños. Hagan, luchen, luchen, porque lo único que le queda al hombre es la lucha; al hombre no le queda ni el triunfo, no le queda la derrota, no le queda el dinero, no le queda el poder, no le queda nada. Lo único que le queda es la satisfacción de su lucha. Si ganó o perdió, eso es secundario, es bien secundario que cada una de sus existencias sea absolutamente ireemplazable, que cada una de sus vidas sea una cuestión única como lo es, porque si no lo han entendido, cada uno de ustedes es un experimento único de la naturaleza, absolutamente irrepetible. Su existencia, sus genes, sus circunstancias son exclusivamente suyas y háganlo único, que cada uno de ustedes sea un ser absolutamente único y excepcional de la especie. Sueñen, sueñen todos los días. Establézcanse metas, proyectos de vida, establézcanse objetivos en la vida y luchen todos los días por ello.

Manuel Elkin Patarroyo

¿De quién?

¿De quién soy yo,
de mis verdades o de mis mentiras?
¿De mis realidades o de mis sueños?
¿De mis búsquedas o de mis encuentros?
¿De mis angustias o de mi ira?
Dejémoslo.
¿De quién es la libertad,
de quien la tiene o de quien la desea?
¿De quien es más la tierra,
de quien la hereda o de quien la trabaja?
¿De quién es la flor, del insecto o del hombre?
¿De quién es el oxígeno,

del ser viviente o del Cosmos?
Dejémoslo. Es lo mismo.
¿De quién es la vida,
del que la da o del que la quita?
¿A quién pertenece la suerte,
a quien no la busca o a quien la desea?
¿Quién es más dueño de la alegría,
el que se ríe o el que llora?
Dejémoslo. No me importa.
¿Quién convive con la muerte,
el que vive o el que muere?
¿De quién son las plegarias,
de la divinidad o del orante?
¿De quién son las palabras,
del labio o del oído?
¿De quién son los cuentos,
del que los crea o del que los escucha?
¿Y la poesía, y el amor, la mirada, y la risa?
¿De quién.....?
¿De quién es la verdad, si acaso existe?

José Luis González Cáceres.

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Cómo pudimos?


Ser boca o ser bocado, cazador o cazado. Ésa era la cuestión. Merecíamos desprecio o a lo sumo lástima. En la intemperie enemiga, nadie nos respetaba y nadie nos temía. La noche y la selva nos daban terror. Éramos los bichos más vulnerables de la zoología terrestre, cachorros inútiles, adultos poca cosa, sin garras, ni grandes colmillos, ni patas veloces, ni olfato largo. Nuestra historia primera se nos pierde en la neblina. Según parece, estábamos dedicados no más que a partir piedras y a repartir garrotazos. Pero uno bien puede preguntarse: ¿No habremos sido capaces de sobrevivir, cuando sobrevivir era imposible, porque supimos defendernos juntos y compartir la comida? Esta humanidad de ahora, esta civilización del sálvese quien pueda y cada cual a lo suyo ¿habría durado algo más que un ratito en el mundo?

Eduardo Galeano - Espejos

Ciencia

En algún lugar de los vastos arenales de Marte hay un cristal muy pequeño y muy extraño.
Si alzas el cristal y miras a través de él, verás el hueso detrás de tu ojo, y más adentro luces que se encienden y se apagan, luces enfermas que no consiguen arder, son tus pensamientos. Si oprimes entonces el cristal en el sentido del eje medio, tus pensamientos adquirirán claridad y justeza deslumbrantes, descubrirás de un golpe la clave del Universo todo, sabrás por fin contestar hasta el último porqué.
En algún lugar de Marte se halla ese cristal. Para encontrarlo hay que examinar grano por grano los inacabables arenales.
Sabemos, también, que, cuando lo encontremos y tratemos de recogerlo, el cristal se disgregará, sólo nos quedará un poco de polvo entre los dedos.
Sabemos todo eso, pero lo buscamos igual.

Héctor Germán Oesterheld