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Nos mudamos de espacio. Enlace permanente a nuestro espacio menor.

martes, 30 de noviembre de 2010

Apócrifo

Perfecta musa para este pintor de muñecos desnudos, cuando nos veamos de nuevo detendremos los relojes y permaneceremos eternamente en ese primer día, nuestro libro nunca dejará de comenzar, nos sorprenderá con las metáforas de las que formaremos parte…la penúltima canción continuará sonando… vamos a enterrar a nuestros yo equívocos. Quiero equivocarme de nuevas maneras a tu lado poeta maldita, dama asesina, princesa vampira, mujer, mujer-pez, ojos de gata, Maga, mi error más hermoso o mi hermosura más errónea…

domingo, 28 de noviembre de 2010

Cien años de soledad - Final

Sin embargo, antes de llegar al verso final, ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres, en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de decifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque los estirpes condenados a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.


Gabriel García Márquez

viernes, 26 de noviembre de 2010

Obituario cun hurras

Vamos a festejarlo
vengan todos.
Los inocentes
los damnificados
los que gritan de noche
los que sufren de día
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan.

Vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón, el cochino
se acabó para siempre.

Hurra que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir que la muerte

siempre lo borra todo
todo lo purifica,

cualquier día la muerte
no borra nada
quedan siempre las cicatrices.

Hurra murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas.

Se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre.
Vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera.

Vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
no es un muerto cualquiera.

Vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.


Mario Benedetti - 1963

lunes, 22 de noviembre de 2010

Rayuela - Capítulo 93 (Fragmento)

No te quiero ni por vos , ni por mí, ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado ahí donde me invitas a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo mas profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa [...] Para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. claro que te curarás, por que vivís en la salud, despues de mí será cualquier otro [...]
Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.
El Cronopio Mayor

Ventana sobre una mujer

La otra llave no gira en la puerta de calle. La otra voz, cómica, desafinada, no canta desde la ducha. En el baño no hay huellas de otros pies mojados. Ningún olor caliente viene de la cocina. Una manzana a medio comer, marcada por otros dientes, empieza a pudrirse sobre la mesa. Un cigarrillo a medio fumar, muerto gusano de ceniza, tiñe el borde del cenicero. Pienso que debería afeitarme. Pienso que debería vestirme. Pienso que debería. Llueve agua sucia dentro de mí.

Eduardo Galeano

Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte, ni más dócil, ni más cauta

tan sólo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme

te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabés cómo te pienso y enumero.

Después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales

ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco.

Yo nostalgio, tú nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie.
Tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros.
No olvides que tu rostro me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta como pueblo

y eso te da una lumbre inapagable.
Ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas, con hondura, con franqueza.
Sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.


Mario Benedetti

La noche (1)

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.


Eduardo Galeano

domingo, 21 de noviembre de 2010

Caminos.

Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros y cuando ella dice adiós está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.


Eduardo Galeano

Dos poemas dos.



La Palabra que Sana
Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje,
alguien canta el lugar en que se forma el silencio.
Luego comprobará que no porque se muestre furioso
existe el mar, ni tampoco el mundo.
Por eso cada palabra dice lo que dice
y además más y otra cosa.
 
Anillos de Ceniza (Fragmento)
Y cuando es la noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta,
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.
 
Alejandra Pizarnik

lunes, 15 de noviembre de 2010

De los amigos que todavía están.

El Hombre es como el día y la noche, una puede ser mejor que el otro pero es imposible separarlos y el corazón de los hombres es como los lados de un espejo, uno blanco y otro negro. El mal y el bien son la carne, los huesos y la sangre de mi hermano, el Hombre.
Deja tu alma en paz, amigo que me escuchas, porque no has podido cerrar el corazón al sufrimiento de otros. Porque tus ansias se van perdiendo como niños en un jardín desconocido. Porque  te han robado la alegría de vivir y es como el miedo que se hace gran frío en los huesos.
Y lo veo, veo al Hombre tan soberbio y orgulloso, ese que levantó un altar para contemplar su soledad, tan lejos de aquella mirada saturada de sal y de siglos (aquella mirada que conocí) cuando tenía los ojos amargos de aquel que ha perdido sus ilusiones y deseos, cuando sólo era el que nada tuvo ni tiene, el que a ninguna parte va y de ninguna parte viene. El nadie, el nada. Ahora sin embargo se siente como un mar sin orillas. Inmenso. Y terribles sentimientos flotan alrededor de él como flores de sangre mecidas por el viento y no hace otra cosa que matar sus sueños. Que terrible es ver a un hombre con tal ansia por matar.
Siento el silencio pesado como una montaña, siento que se hincha como una tormenta.
¿Qué demonios lo trajeron hasta nosotros hasta ser sólo un gran arma afilada pendiendo sobre nuestras cabezas? Soy (somos) Damocles.


Hoy al menos vos seguís puro como una llama.
Que los dioses te concedan un buen sueño.


Río Gallegos - Noviembre 2010.

Traspié entre dos estrellas.

Hay gentes tan desgraciadas que ni siquiera
tienen cuerpo, cuantitativo el pelo,
baja en pulgadas la genial pesadumbre
el modo, arriba;
no me busques la muela del olvido,
parecen salir del aire, sumar suspiros mentalmente

oír claros azotes en sus paladares!
Vanse de su piel, rascándose el sarcófago en que nacen
y suben por su muerte de hora en hora
y caen, a lo largo de su alfabeto gélido, hasta el suelo.
¡Ay de tanto! ¡ay de tan poco! ¡ay de ellas!
...

¡Amadas sean las orejas Sánchez,       
amadas las personas que se sientan
amado el desconocido y su señora
el prójimo con mangas y cuellos y ojos!
¡Amado sea aquel que tiene chinches
el que lleva zapato roto bajo la lluvia
el que vela el cadáver de un pan con dos cerillas
el que se coge un dedo en una puerta
el que no tiene cumpleaños
el que perdió su sombra en un incendio
el animal, el que parece un loro
el que parece un hombre, el pobre rico
el puro miserable, el pobre pobre!
¡Amado sea el que tiene hambre o sed

pero no tiene hambre con qué saciar toda su sed
ni sed con qué saciar todas sus hambres!
¡Amado sea el que trabaja al día, al mes, a la hora
el que suda de pena o de vergüenza
aquel que va, por orden de sus manos al cinema
el que paga con lo que le falta
el que duerme de espaldas
el que ya no recuerda su niñez.
Amado sea el calvo sin sombrero
el justo sin espinas
el ladrón sin rosas rosas
el que lleva reloj y ha visto a Dios
el que tiene un honor y no fallece!

¡Amado sea el niño, que cae y aún llora          
y el hombre que ha caído y ya no llora!
¡Ay de tanto! ¡Ay de tan poco! ¡Ay de ellos!



César Vallejo.

Chicas tranquilas y limpias con lindos vestidos.


Necesito una buena mujer,
necesito una buena mujer
más de lo que necesito esta máquina de escribir
más que a mi coche, más que a Mozart,
necesito tanto una buena mujer
que siento que la huelo en el aire
que la siento en las yemas de mis dedos
que veo aceras hechas
para que sus pies caminen sobre ellas,
que veo almohadas para su cabeza, 
que siento mi sonrisa esperando,
que veo a un gato como su mascota,
que la veo dormir,
que veo sus pantuflas sobre el piso.
Sé que existe,
¿pero en qué lugar de la Tierra estará
mientras las otras siguen rondando?


Charles Bukowski.

domingo, 7 de noviembre de 2010

No soy de aquí, ni soy de allá (Intro)

Me gustan los que se callan y me gustan los que cantan.
Y de tanto andar conmigo me gusta lo que me pasa.
Me pasan cosas como esta, aunque no tenga importancia

andar contándole a todos todas las cosas que pasan.
Porque uno no vive solo y lo que a uno le pasa

le está sucediendo al mundo; única razón y causa.
Pues todito es tan perfecto porque perfecto es Dios
que se mueva alguna estrella cuando arranco una flor.
Por eso si hay uno... hay dos.
Supe del diablo la noche que al hambriento dije “no”
también esa noche supe que el diablo es hijo de Dios.
Ando solo por la vida con un tono y dominante

modestamente cantor sin pretensión de enseñar
porque si el mundo es redondo no sé que siga delante.
Andar y andar siempre andando nada más que por andar.
No vine a explicar al mundo, solo lo vine a tocar
No quiero juzgar al hombre, al hombre quiero contar
mi condición es la vida y mi camino cantar,
cantar y contar la vida, es mi manera de andar.
Un día llegué a Tandil y conocí a un anciano
que a falta de inteligencia, se le dió por ser muy sabio.
Le pregunté por Jesús una noche al lindo viejo
y ahí mismo lo conocí; cuando me alcanzó un espejo.
Yo bailo con mi canción y no con la que me tocan,.
yo no soy la libertad... pero si el que la provoca.
Si ya conozco el camino pa' que voy a andar al costado,
si la libertad me gusta pa' que voy a vivir de esclavo
elegir yo siempre elijo más que por mi por mi hermano
y si he elegido ser águila fue por amor al gusano.
Prefiero seguir a pie y no en caballo prestado
alguien por una manzana pa' siempre quedó endeudado.
Siempre se llega primero el que va más descargado.
El día que yo me muera no habrá que usar la balanza
pues pa' velar a un cantor con una milonga... alcanza
Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario
porque el que acepta un halago empieza a ser dominado.
El hombre le hace caricias al caballo... pa' montarlo
Perdón si me propasé y me puse moralejo
nadie puede dar consejos, no hay hombre que sea tan viejo.

Me pongo el sol al hombro y el mundo es amarillo.
Me gusta andar pero no sigo el camino,
pues lo seguro ya no tiene misterio.
Me gusta ir con el verano muy lejos,
pero volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron y los caballos...
y los abrazos que me dan mis hermanos.
Me gusta... me gusta... me gusta...



Facundo Cabral.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

De los ríos y los sueños.

Soledad tiene nombre de mujer.
Soledad. Con ese nombre trato de llenar el hueco de los días.
Soledad. Cuando no hallamos el agua fresca del hogar y cuando todas las puertas se cierran ante el desconocido que golpea contra ellas.
Y fue en esos tiempos en que mi nombre no era bandera de paz. Y fue en esos días sin importancia y a la vez tan importantes que la conocí. Era una noche en que vi la luna dormir sobre el hombro del río, su luz como un puñado de polvo de plata. Su largo cabello, el de ella, volando en el viento como una bandera de oro.
Vi sus ojos inundándose de luna. Ella reía, mi amigo. Ella reía como un río.
Y yo que vengo de muchas partes donde he dejado trozos de mi vida, y de muchas penas donde he dejado el alma entera. Alguna vez fui joven y alguna vez me detuve a contemplar mis propias huellas, a pensar en ellas. De pronto dejo de ser este hombre calcinado y envejecido de sueños. Han pasado tantos años y he perdido tanto... La nostalgia, mi viejo, es como una flecha loca.
Sentado al calor de su hoguera comencé a soñar. Con el corazón puesto en un pañuelo comencé a soñar. Con una mujer que entristecía la memoria comencé a soñar.
Todo se borra delante y vuelve el recuerdo. Y con el recuerdo vuelve su voz: Tendré tu rostro en mis ojos y el río y el viento me traerán tu aroma. Vuela lejos el pensamiento. Directo a los largos cabellos de una mujer, como un desfile de penas y tristezas. Como un vagabundo que nada espera y nada añora porque ya nada posee. No quiero ser solitario, tal vez mañana pero no hoy.
Hay preguntas que parecen no tener respuestas.
No me preguntés lo que ni yo mismo sé...
Y fue en esos días sin importancia y a la vez tan importantes que la conocí.
Y creo que en esos días fui feliz, sobre ese río que tal vez se llame soledad.


Río Gallegos - Noviembre de 2010.

martes, 2 de noviembre de 2010

No te salves.

No te quedes inmóvil al borde del camino.
No congeles el júbilo, no quieras con desgana.
No te salves ahora ni nunca.

No te salves, no te llenes de calma.
No reserves del mundo sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados pesados como juicios.
No te quedes sin labios, no te duermas sin sueño.
No te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo no puedes evitarlo
y congelas el júbilo y quieres con desgana
y te salvas ahora y te llenas de calma
y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados pesados como juicios
y te secas sin labios y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil al borde del camino
y te salvas entonces, no te quedes conmigo.

Mario Benedetti.