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jueves, 31 de octubre de 2013

Ausencia de Dios - Fragmento

Sueño, acrílico de Fernanda Sampayo
Complejo Cultural Santa Cruz
 

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y con mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente sólo
sobreviviédote.

Benedetti

domingo, 27 de octubre de 2013

El HIelo - Fragmento

En las Bibliotecas. Allí siempre se sentaban miles de máquinas carnales dedicadas a la locura silenciosa de pasar hojas de papel cubiertas de letras. Aquellos volúmenes gordos y gastados que habían sido escritos por otras máquinas carnales que llevaban muertas años o siglos y cuyos retratos presidían los templos destinados a aquel mudo vano y ritual. Existían millones de libros. Los reproducían sin parar con la intención de mantener la demencia colectiva, logrando que millones de máquinas carnales se encorvasen piadosamente sobre las hojas de papel muerto. Después de la lectura se hacían todavía más muertas.

Vladimir Sorokin

Cuando uno ya no tiene fuerzas

La obra pertenece al Programa de Recuperación
y Estimulo del Patrimonio Artesanal Provincial
(P.R.E.P.A.P.) de la provincia de Santa Cruz.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para escribir, tiene que recordar.Cuando uno ya no tiene fuerzas para fotografiar, tiene que ver con los ojos del alma.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para leer, tiene que estar lleno de narraciones.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para hablar, tiene que resonar.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para andar, tiene que volar.
Y cuando llegue la hora, uno tiene que desprenderse de los recuerdos, de los ojos del alma, dejar de soñar, callarse y plegar las alas.
Pero pase lo que pase, sigue la narración, sigue...

Eeva Kilpi

Sueño

Dibujo de Miguel Mellado
Tengo un sueño.
Martin Luther King escucha desde el balcón y el tirador llora a su lado.
Luca despierta, convida a todos los parroquianos y mira el sol por primera vez en años. Después conversa con Mapu y le pide una canción de amor. La hermosa niña de luz lo resuelve.
Miguel y Federico conversan y llaman a las alturas de las águilas pop.
Sokol canta y canta como sólo el corazón sabe hacerlo. Hurlingham espera por lluvia para los caballos.
Una canción más. De los Ramones, de Joe Strummer, de Lennon, no sé, suena Nick Cave o era Drake? Syd Barrett mezcla los sonidos hendrixianos.
Ahora que todo terminó y no hay pibes con hambre, el club anarco que no es club pero sí libertario presta su picnic para el show de las nubes celestes que sólo se ven desde la tierra.

M. Ceniza
Si consideramos lo que puede verse:
motores que nos vuelven locos,
amantes que acaban odiándose,
ese pescado que en el mercado
mira fijamente hacia arriba
adentrándose en nuestras mentes,
flores podridas, moscas atrapadas en telarañas,
motines, rugidos de leones enjaulados,
payasos enamorados de billetes,
naciones que trasladan a la gente
como peones de ajedrez,
ladrones a la luz del día con maravillosas
esposas y vinos por la noche,
las cárceles atestadas, el tópico de los parados,
hierba moribunda, fuegos insignificantes,
hombres suficientemente viejos
como para amar la tumba.

Esas y otras cosas demuestran que la vida
gira sobre un eje podrido.

Pero nos han dejado un poco de música
y un póster clavado en un rincón
un vaso de whisky, una corbata azul
un delgado volumen de poemas de Rimbaud,
un caballo que corre como si el diablo
le estuviera retorciendo la cola
sobre la hierba y el griterío
y después, de nuevo, el amor
como un coche que dobla la esquina, puntual,
la ciudad a la espera, el vino y las flores
el agua corriendo a través del lago
y verano e invierno y verano y verano
y de nuevo invierno.

Charles Bukowski

Que se quede el infinito sin estrellas

Que se quede el infinito sin estrellas
que la curva del tiempo se enderece.
Y pierda su fulgor, cuando se mece
un planeta en su abismo
y en las huellas del estallido primordial.
Aquellas noticias recibidas del comienzo
de las galaxias, del vacío inmenso,
hoy son luz fósil.
Paradojas bellas que anuncian por venir
lo transcurrido y postulan pasado lo futuro.
Universo del pensamiento puro:
un espacio que fluye como un río
y un tiempo sin presente, opaco y frío.
El tiempo de la espera y del olvido.

Severo Sarduy

Leviatán

Esculturas en piedra arenisca de Spencer Watson
Sus retruécanos de 2000 años sobre el pecado original puede ir a contárselos a los que ya no tienen seso. ¿Es posible que esta gente no haya considerado nunca la posibilidad de que el culpable pudiera ser Dios? ¿Acaso nunca oyeron hablar de Kant y Schopenhauer, de Gauss y Riemann; Darwin, Goethe, Wieland? ¿O simplemente no lo entienden y siguen rumiando disparates, impasibles como vacas, a través de los siglos? Éste es el espíritu que rechaza la modificación del curso de un río por considerarla un voto de desconfianza hacia Dios y una intromisión en SU creación. Una vez oí a un teólogo sentenciar fehacientemente a propósito del apéndice: "¡Si no tuviese alguna utilidad, no estaría allí!". Esto debe valer también para la poliomielitis y la bulimia; por lo que parece, los acólitos incondicionales llevan siempre uniforme negro.

Arno Schmidt

Rubaiyat - Fragmentos

Tuve grandes maestros.
Llegué a estar orgulloso de mis progresos.
Cuando recuerdo que fui sabio, me comparo
a ese líquido que llena el vaso y toma su forma,
y a ese humo que el viento desvanece.
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¿Qué es el mundo? Una parte pequeña del espacio.
¿Qué es la ciencia? Palabras.
¿Y qué son las naciones, las flores y las bestias?
Sombras.
¿Y tus continuos, tus inquietos cuidados?
Sólo nada en la nada.

Omar Khayyam

La Luna

A María Kodama
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán.
Los largos siglos de la vigilia humana
la han colmado de antiguo llanto.
Mírala. Es tu espejo.

Borges

Soneto Do Corifeu

Son demasiados los peligros de esta vida
para los que sienten pasión
principalmente, cuando una luna llega de repente
y se tiende en el cielo, como olvidada.

Y si al brillo de la luna, que actúa como loco
se una música cualquiera,
es ahí donde es preciso tener cuidado,
porque debe andar cerca una mujer.

Debe andar cerca una mujer que está hecha
de música, brillo de luna y sentimiento,
que la vida no quiere de tan perfecta.

Una mujer que es como la propia luna
tan linda que solo esparce sufrimiento,
tan llena de pudor que vive desnuda.

Vinicius de Moraes

Jeux d'enfants

Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico. ¡Grandioso! Era lo mejor del mundo. Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, crack, porros, hierba, marihuana, éxtasis, canutos, anfetas, trips, ácidos, LSD. Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el kamasutra, las bolas chinas. Mejor que la comida y la mantequilla de maní que comía de pequeño. Mejor que la trilogía de George Lucas, que el fin del milenio. Mejor que los andares de Emma Pill, el baile de Marilyn Monroe, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de Abbey Road, que los solos de Jimi Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Armstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro. Mejor que la testosterona de Arnold Schwarzenegger o el colágeno de los labios de Pamela Anderson. Mejor que Woodstock y las raves más orgásmicas. Mejor que las drogas del Marqués de Sade, Arthur Rimbaud, Jim Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad. Mejor que la vida.

Bailame el agua


Diego Acosta - Dibujo a lápiz
Prefiero morir vicioso y feliz a vivir limpio y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto a escalar poco a poco, sin caer nunca pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir. Prefiero una noche oscura y bella, sucia y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada.
Prefiero el mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre los dedos de mis pies, embriagado de todo. Y la noche, siempre la noche. Nunca a la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, andar con poca ropa, sentarme en el suelo y meterme algo de vida en el cuerpo. La mañana me sabe a dolor de cabeza. Me da sueño. Me quita las ganas de hablar. Me recuerda que soy mortal. Me recuerda que soy normal. La noche me hace único. Prefiero el color de la sangre y el de la gris niebla que difumina las cosas. Si sabe que prefiero el frío cuero, ¿por qué se viste con el traje de terciopelo? Se me escurre entre los dedos. Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta.

Daniel Valdés

Diego Acosta - Dibujo a lápiz
En palabras del autor: "Báilame el agua, pensiones oscuras, parques con bellos durmientes, una ciudad hecha de un sólo callejón sin salida. La marginalidad de un circo de seres asociales donde crecen todos los enanos, el amor entendido como crudeza, con orígenes que queremos enterrar, con la muerte que soy yo y está en mí y con gentes que se cruzan en autopistas a cien por hora sin moverse de una estación de metro donde cantan en busca de la moneda del extraño. Y poesía. Y rabia. Todos los seres son uno y ninguno es igual que otro. Fernando Pessoa decía que sólo se entendía como orquesta. Cada uno de los instrumentos no dice nada por separado. Báilame el agua es una orquesta de personajes con un millón de personas en cada uno de ellos."

viernes, 25 de octubre de 2013

Informe para Ciegos - Capítulo I

Obras de Ernesto Sábato: El Alquimista III,
Dostoievski y Versión final de Virginia Woolf
¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato? Esta feroz lucidez que ahora tengo es como un faro y puedo aprovechar un intensísimo haz hacia vastas regiones de mi memoria: veo caras, ratas en un granero, calles de Buenos Aires o de Argel, prostitutas y marineros; muevo el haz y veo cosas más lejanas: una fuente en la estancia, una bochornosa siesta, pájaros y ojos que pincho con un clavo. Tal vez ahí, pero quién sabe: puede ser mucho más atrás, en épocas que ahora no recuerdo, en períodos remotísimos de mi primera infancia. No sé. ¿Qué importa además?

Sábato

Hija del viento

Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia, a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
 
Flora Alejandra Pizarnik... y el tiempo estranguló su estrella

Será que la canción llego hasta el sol

Si el camino surge de la nada,
será que mi canción llego hasta el sol
Si algo te sacude sin sentido
será que la canción llego hasta el sol

La tristeza se va como una luz
todo es armonía a mi alrededor
y esta bien

Alguien va subiendo la colina,
será que la canción llego hasta el sol
Y otro va muy loco, hundido en su mente,
será que la canción llego hasta el sol

Una brisa volara en el amanecer
y un extraño tiempo nos envolverá por fin

Esta noche se oirá dentro de tu piel,
no hay ningún momento que se pueda comparar al amor.
Si se escucha el eco, si el viento dice adiós,
será que la canción llego hasta el sol

El Flaco Spinetta (Inmortal)

Una o dos cuestiones

CAMINANTE, acrílico de Fernanda Sampayo
¿La mirada cansada y perdida en algún punto lejano?
¿El viejo sueño de que las cosas iban a cambiar?
¿El placer que te daban las mínimas ilusiones?
¿La lentitud y el dolor de un cuerpo que envejecía?
¿Una tarde de sol, en una plaza lejana ya en tu memoria?
¿Los días en que cobrabas y de tu saco salían juguetes y libros?
¿Todo tu pasado obrero?
¿El pulcro mesón en donde se organizaba tu trabajo?
¿Una o dos cuestiones que te hacían feliz?
¿El asombro de ser padre?
¿El asombro de ser hijo?
¿La luz limpia en la mañana?
¿El atardecer cansado y de casas poco iluminadas?
¿El querer ser otro?
¿Y siempre ser el mismo?
¿Qué se arrojaba y se definía en sus pocas pertenencias?
¿Y se descubría todavía digno?

Juan Carlos Carta

Ecce homo (o de por qué me siento incomprendido)

Talla de Dora Zarzoso
Algún día se sentirá la necesidad de instituciones en que se viva y se enseñe como yo sé vivir y enseñar; tal vez, incluso, se creen entonces también cátedras especiales dedicadas a la interpretación del Zaratustra. Pero estaría en completa contracción conmigo mismo si ya hoy esperase yo encontrar oídos y manos para mis verdades: que hoy no se me oiga, que hoy no se sepa tomar nada de mí, eso no sólo es comprensible, eso me parece incluso lo justo.

Nietzsche

miércoles, 23 de octubre de 2013

Convoco a los que no tienen nada

 
No convoco a los mercaderes, a los piratas, a los pequeños burgueses de supermercado, a los especuladores y a los economistas. No me interesan los bellos, los famosos, los exitosos, los propietarios de un mundo ajeno, los que todo lo saben, los que todo lo pueden, los empresarios, los diletantes, los políticos, los imperialistas y los mezquinos. Convoco a los poetas, a los bienaventurados, a los que no tienen nada, a los perdidos, a los rebeldes, a los dementes, a los cobardes, a los maricones, a los revolucionarios, a los que viven en la ciudad del aire. Convoco a todos los que, como yo, han fracasado.

Máximo Vega

sábado, 19 de octubre de 2013

Concurso Blog Literario 2013

Por primera vez me presento a un concurso con este blog. Creo que me lo debo y se lo debo a las personas que continua y hasta diariamente se pasean por estos lares buscando la maravilla de la palabra, a veces escurridiza y otras tantas tan a flor de piel. Dejo un  link para aquel que guste en participar con su voto, el cual espero merecer. Búsquenme en la segunda lista al final de la página, desde ya muchas gracias. Les pido que comenten impresiones, compartan algún tesoro escondido en sus bibliotecas. Los espero, siempre.

Para votar, pinchar aquí

Mis besos de perro

Hola acá estoy, no me ves?
Aquí estoy callado en el duro silencio, silencio de hoja en blanco, que respira el momento, el sexo de las moscas, la locura interminable de las mariposas.
Ya no necesito un poema en donde refugiarme.
En algún lugar,
en algún libro antiguo
o en la cola de un cometa
está escrita la que será
nuestra historia. 
 
Río Gallegos - Octubre de 2013


Ha sido, ocurrió, es verdad

Fue en un día, fue una fecha
que le marca el tiempo al tiempo.
Fue en un lugar que yo veo.
Sus pies pisaban el suelo
este que todos pisamos.
Su traje se parecía a esos otros
que llevan otras mujeres.
Su reloj destejía calendarios
sin olvidarse una hora
como cuentan los demás.
Y aquello que ella me dijo
fue en un idioma del mundo
con gramática e historia
tan de verdad
que parecía mentira.
Tengo que vivirlo dentro
me lo tengo que soñar.
Quitar el color el número
el aliento todo fuego
con que me quemó al decírmelo.
Convertir todo en acaso
en azar puro soñándolo.
Y así cuando se desdiga
de lo que entonces me dijo
no me morderá el dolor
de haber perdido una dicha
que yo tuve entre mis brazos
igual que se tiene un cuerpo.
Creeré que fue soñado.
Que aquello tan de verdad
no tuvo cuerpo ni nombre.
Que pierdo una sombra, un sueño más.
Pues eso y nada más.

Pedro Salinas
 

lunes, 14 de octubre de 2013

Ojos

Quiebra, quiebra el ojo desde el azul de la inocencia
ráspalo con caricias de porcelana barata
maldice su hora oblicua
¿qué es esto? sólo un espejo
la maravilla de azogue despertando el lagrimal
no hay mirada que el tiempo no destruya
palpa, palpa el ojo
fragméntalo en palabras para que una voz lo recoja.
Ojos que no ven…

Lilian Elphick

Solamente en la noche

Escribiendo
he pedido, he perdido
en esta noche en este mundo
abrazada a vos
alegría del naufragio
he querido sacrificar mis días y mis semanas
en las ceremonias del poema
he implorado tanto
desde el fondo de los fondos
de mi escritura.

Coger y morir no tienen adjetivos.

Alejandra - Textos de sombra y últimos poemas, 1972

Lo que queda por vivir

Tsunami - Óleo y acrílicos de Flavia Sanches
Para que no crean que voy a morirme
me pasa todo lo contrario
sucede que voy a vivirme
sucede que soy y que sigo.

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Pablo Neruda

Los ojos más bellos

Estación de trenes de Radajell - Ernest Descals
Esta vida me ha enseñado que no hay que insistir sobre la belleza de las tierras, de las criaturas ni de las cosas. Que debería uno tener el valor estético de ser siempre y en todo viajero, sólo viajero, porque al final el mejor recuerdo es el de aquello que no se tuvo nunca y los ojos más bellos fueron los ojos que en una madrugada lívida vimos desde nuestro vagón de ferrocarril, en la ventanilla de otro tren que se cruzaba irremisiblemente con el nuestro.

César González Ruano

El secreto de la vida por Ileana Surducan

Miedo

Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden
Miedo a la ansiedad
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto
Miedo de quedarme sin dinero
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer
Miedo a los perfiles psicológicos
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía
Miedo a la confusión
Miedo a que este día termine con una nota triste
Miedo a despertarme y ver que te has ido
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo
Miedo a la muerte
Miedo a vivir demasiado tiempo
Miedo a la muerte
Ya dije eso


Raymond Carver

La isla en peso - Fragmento

Bajo la lluvia, bajo el olor, bajo todo lo que es una realidad, un pueblo se hace y se deshace dejando los testimonios:
un velorio, un guateque, una mano, un crimen, revueltos, confundidos, fundidos en la resaca perpetua, haciendo leves saludos, enseñando los dientes, golpeando sus riñones, un pueblo desciende resuelto en enormes postas de abono, sintiendo cómo el agua lo rodea por todas partes, más abajo, más abajo, y el mar picando en sus espaldas; un pueblo permanece junto a su bestia en la hora de partir, aullando en el mar, devorando frutas, sacrificando animales, siempre más abajo, hasta saber el peso de su isla; el peso de una isla es el amor de un pueblo.

Virgilio Piñera

No se puede leer a Bukowski de mañana

No se puede leer a Bokouski de mañana
no hay forma de que el aire
limpio y fresco de cualquier mañana
se ligue a una habitación amarillenta
pastosa, desordenada y decadente.
Aunque mi habitación
esté desordenada ahora mismo
por la mañana me gusta
buscar la tibieza del amanecer
seguir los rayos de sol
a medida que avanzan en la casa
y buscar algún orden posible,
aunque no lo encuentre
me ayuda a completar el día.

Puedo soportar limpiar el cenicero
y levantar algún que otro vaso
pero no resisto el sofá vomitado
juro que lo tiro a la calle de inmediato.
Tampoco los cuerpos arrojados
en la pieza como palitos chinos
con las cabezas colgando desarticuladas
y el pelo pegoteado.

A la mañana deseo la brisa
que entra por la ventana como un soplo divino
esa caricia abstracta de la cortina
estremece cualquier cuerpo.
Nunca será comparable a las manos de esas putas
que improvisan caricias de agradecimiento
por el techo de una noche sin taxis
que las regresen a la Vía honda.

Tal vez haya autores para la mañana
para la tarde o para la noche
para la madrugada para otear la muerte
para acompañar el desbarrancadero
o para ver el lado oscuro del sol
no lo sé pero no voy a leer a Bowkoski
esta mañana.

Lucas Almada

Querida Vida

Dibujo pintado/pintura dibujada de Rómulo Macció
Querida Vida te escribo esta carta
desde estas hermosas playas
desde la silla de piedra de la soledad
desde el agua turbia de mis ojos
desde el veneno de mi cuerpo y de mi alma
te escribo esta carta desde que nací
entre los insectos y las flores
y la costumbre de estar solo
esta carta esta carta te escribo
para decirte que te dejo
que no soy digno de ti
que no he logrado ser feliz
ni apuesto ni deseable
que no he logrado estar en paz
un solo día ni un minuto siquiera
te lo escribo en esta carta
que te escribo Querida Vida
para decirte también
que no merezco admiración
sino desprecio olvido indiferencia
y que siempre he recibido esos dones
con la inocencia del que te ama Vida
como a una estrella de cine
inalcanzable y tonta
Querida Vida inalcanzable y tonta
desde estas hermosas playas
donde te he comprado un costurero
de conchilla yo te escribo
para que guardes tus agujas y alfileres
tus carreteles de Ariadna y los dedales
que te dejó mi madre
para lograr que me cuidaras de ti misma
desde estas hermosas playas
aunque no sepa escribir
Querida Vida yo te escribo.

Julio Llinás

Un hombre célebre - Fragmento

Volvió a dormir. Sonó el teléfono. Seguían llamando a la puerta. Así estaban las cosas. Dejó de preocuparse. Entre tantos sonidos y visiones, dejó de preocuparse. Llevaba tres días o tres noches sin dormir, no tenía qué cenar y todo ya parecía en calma. Lo más próximo a la muerte que se pueda estar sin ser tonto y siendo casi tonto. Era magnífico. Pronto se largarían y en el Cristo de su pared alquilada, se hicieron fisurillas y él sonrió cuando aquel yeso de dos siglos cayó en su boca, lo aspiró y se murió de asfixia.

Bukowsky

Las pinturas de El Gran Dragón Rojo de William Blake

El Gran Dragón Rojo
y la Mujer revestida con el Sol
El Gran Dragón Rojo
y la Mujer revestida en Sol












Y contemplad al Gran Dragón Rojo, con siete cabezas y diez cuernos y una corona sobre cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera... (del Libro de las Revelaciones 12:3-4)

El Gran Dragón Rojo
y la Bestia del Mar
El Número de la Bestia es 666



jueves, 10 de octubre de 2013

Cartas a los Jonquières

…La resolución de ese gran enigma consistente en saber para qué cuernos está uno aquí, y por qué le ha sido dada una facultad expresiva peculiar, sólo puede quizá entreverse al cabo de una extenuante cacería espiritual. Es aquí donde el viaje, el amor, la felicidad y la infelicidad se insertan como llaves en la medida en que uno los provoque. Para mi vecino de al lado (un plácido biólogo) París es —sic— “una ciudad incómoda donde no hay buenos cafés.” Para mí, en el apéndice de experiencias a veces extenuantes, esto es el punto donde la placa del microscopio se vuelve de pronto nítida después de tanta vida pasada en el ajuste minucioso del lente. No dura más que un segundo, pero en ese segundo. Veo lo que yo tendría por hacer si no fuera tan incapaz. Veo lo que espera del otro lado de esto que llamamos realidad. Cuando recaigo en el poema sé que lo que escribo tiene menos de creación que de mostración. En Buenos Aires inventaba; aquí siento (¡tan raramente, pero con tanta fuerza!) que nada verdadero es inventado…

Julio Cortázar - 30 de mayo de 1952

lunes, 7 de octubre de 2013

La calle

Es una calle larga y silenciosa. Ando en tinieblas y tropiezo y caigo y me levanto y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas y alguien detrás de mí también las pisa: si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida, y doy vueltas y vueltas en esquinas que dan siempre a la calle donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: nadie.

Octavio Paz

Rayuela, capítulo 34

No había manera de hacerte comprender que así no llegarías nunca a nada, que había cosas que eran demasiado tarde y otras que eran demasiado pronto, y estabas siempre tan al borde de la desesperación en el centro mismo de la alegría y del desenfado, había tanta niebla en tu corazón desconcertado.

Julio Cortázar

Acto creativo

Por el huevo roto en el suelo
por el 5 de julio
por el pez en la pecera
por el viejo en la habitación Nº 9
por el gato sobre el muro.

Por ti mismo
no por fama ni por dinero
tenés que seguir luchando.

Cuando te haces viejo
disminuye el atractivo
es más fácil cuando se es joven
cualquiera puede alcanzar
las alturas alguna que otra vez.
La clave consiste en resistir.

Cualquier cosa que sirva
para que esta vida siga bailando
frente a Doña Muerte.

Maldito Charles Bukowski

Eva - Fragmento

¿Quién va a tirarte la última piedra? Quizás un día nos juntemos para invocar tu insólito coraje. Todas, las contreras, las idólatras, las madres incesantes, las rameras, las que te amaron, las que te maldijeron, las que obedientes tiran hijos a la basura de la guerra, todas las que ahora en el mundo fraternizan sublevándose contra la aniquilación.
Cuando los buitres te dejen tranquila y huyas de las estampas y el ultraje empezaremos a saber quién fuiste. Con látigo y sumisa, pasiva y compasiva, única reina que tuvimos, loca que arrebató el poder a los soldados.
Cuando juntas las reas y las monjas y las violadas en los teleteatros y las que callan pero no consienten arrebatemos la liberación para no naufragar en espejitos ni bañarnos para los ejecutivos.
Cuando hagamos escándalo y justicia el tiempo habrá pasado en limpio tu prepotencia y tu martirio, hermana.
Tener agallas, como vos tuviste, fanática, leal, desenfrenada en el candor de la beneficencia pero la única que se dio el lujo de coronarse por los sumergidos. Agallas para hacer de nuevo el mundo.
Tener agallas para gritar basta aunque nos amordacen con cañones.

María Elena Walsh

Demian (fragmento)

Y me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendía sus brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigía todos sus pensamientos. Pero sabía o creía saber, que una estrella no podría ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dió unos pasos hacia adelante y se lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado. No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realización de su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella.

Hermann Hesse