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domingo, 19 de mayo de 2013

Instituciones


Tenés sábados, hembras y televisores
tenés días aún para dar sin los pantalones
no preguntes más
pero es que ya me harté
de esta libertad.
Yo no quiero más padres

que acaricien mi espalda
soy un hombre que quiere andar
sin pedir permiso para ir a llorar.


Sui Generis

La melancolía

 
La historia de la melancolía nos incluye a todos.
Me retuerzo entre las sábanas sucias 
mientras fijo mi mirada
en las paredes azules y nada.
Me he acostumbrado tanto a la melancolía
que la saludo como a una vieja amiga.
Ahora tendré quince minutos de aflicción
por la pelirroja que se fue, se lo diré a los dioses,
me siento realmente mal, realmente triste
entonces me levanto purificado
aunque no haya resuelto nada.

Hay algo mal en mí además
de la melancolía.

Bukowski

lunes, 6 de mayo de 2013

Nota al pie de una carta escrita por el Subcomandante Marcos al escritor Eduardo Galeano


 
Salude usted de mi parte, si lo ve, al tal Benedetti. Dígale usted, por favor, que sus letras, puestas por mi boca en el oído de una mujer, arrancaron alguna vez un suspiro como esos que echan a andar a la humanidad entera.

La canción de nosotros

¿Dónde están los cuerpos que se buscaron y se ataron entre sí con nudos de músculos y maravillas y ciegamente creyeron que seguirían para siempre mojados de esos jugos y muertos sólo de risa?

Nosotros cantadores, nosotros hacedores: antes de que empezara este largo penúltimo día, ¿cómo éramos? ¿Éramos quiénes?
El viento anda de dueño de los restos del naufragio y nos arroja adonde quiere. ¿No volverán a juntarse nunca los pedazos que nos hicieron posibles?
 
Eduardo Galeano


París era una fiesta - Fragmento

Por entonces, ya había descubierto que todo, lo bueno y lo malo, deja un vacío simpre cuando se interrumpe. Pero si se trata de algo malo, el vacío va llenándose por sí solo. Mientras que el vacío de algo bueno sólo puede llenarse descubriendo algo mejor.
 

Ernest Hemingway

Bukowsky sobre la soledad

 
Nunca me sentí solo. He estado en una habitación, me he sentido suicida. Estuve deprimido, me he sentido horrible más allá de lo descriptible, pero nunca pensé que una persona podía entrar a una habitación y curarme. Ni varias personas. En otras palabras, la soledad no es algo que me molesta porque siempre tuve este terrible deseo de estar solo. Siento la soledad cuando estoy en una fiesta, o en un estadio lleno de gente vitoreando algo.

domingo, 5 de mayo de 2013

El Pájaro Speed y su banda de corazones maleantes - Fragmento


Siempre observaba el cielo por las mañana. Las nubes, el aire, esa red invisible que se teje allá arriba me indica si va a ser un día claro o un día oscuro. Un día claro es aquel donde te puedes enamorar sin problema, un día donde sales y la luz te abraza, enciendes un cigarrillo, respiras el aire limpio de la mañana y te lanzas al vacío tranquilamente y las nubes te reciben con lo brazos abiertos, te dan ganas de besar a las mujeres y ser su sangre, ser sus tetas, te dan ganas de llenar los arboles de cerveza y chocolate, ganas de meterte a un parque y no salir de allí nunca más. Un día oscuro es aquel que huele a pólvora, es aquel que te produce la sensación de que el corazón estalla en cuatrocientos pedazos sangrientos, es un día que te pone en la línea de fuga, te molesta, te pellizca, es una piedra en el zapato, no hay nada que hacer, lo mejor es una pistola porque el vértigo del día se concentra en tus manos, es un día donde tal vez te des cuenta de que toda esta mierda es una gran ruleta rusa donde la bala de fatiga te vuela los sesos. Estás en el interior de una náusea. La oscuridad te rodea y los objetos, los rostros, las voces, las aves, tus olores, todo, todo, todo entra en aquella oscuridad y te das cuenta de pronto cuando sales al umbral de la puerta que la mañana es un remolino eterno lleno de cadáveres que tienes que atravesar.

Rafael Chaparro