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Nos mudamos de espacio. Enlace permanente a nuestro espacio menor.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Antes

Antes de tí yo ya existía
antes de tí ¿no lo sabías?
yo ya cantaba yo ya mentía
yo ya soñaba antes de ti
yo ya jugaba yo ya reía
ya suspiraba
si me quitaban la ilusión
claro que sí ¿quién lo diría?
antes de tí ya estaba yo.
 
Antes de mí tú ya vivías
antes de mí ¿no lo sabías?
tú ya besabas tú ya crecías
tú ya apostabas antes de mí
tú ya ganabas tú ya perdías
tú ya pensabas
que te estorbaba la virtud
claro que sí ¿quién lo diría?
antes de mí ya estabas tú.
 
Joaquinito (Joaquín Ramón Martínez Sabina)

El cómplice

Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
No importa mi ventura o mi desventura.
Soy el poeta.

Jorge Luis Borges

El bello error o de la delicadeza de existir

Hablaré de aquella cuyas piernas se asemejan a un gesto.
la que se arroja desde lo alto de sus ojos
desde lo oscuro de su cuerpo
la que me quiere con delirios
con escándalos y silencios
la que tiene palabras para los otros
y una sonrisa para nuestro secreto
la que dispone de un minuto para el mediodía
de su vida para siempre
de mi amor para la eternidad
ella que tiene la debilidad de esperarme
y la manía de quererme
tú donde el error se hace acierto o belleza
tú que tienes la delicadeza de existir.
 
Mario Trejo

Todas las mañanas del mundo - Fragmento

La música está para decir lo que la palabra no puede. Es por eso que no es del todo humana. Es un abrevadero para los que no tiene lenguaje. Para el asombro de los niños. Para suavizar los martillazos de los zapateros. Para el estado que precede a la infancia, cuando no teníamos ni aliento ni luz.


Adiós

Arte de FlorMoonArt
Adiós Hemingway adiós Celine (murieron el mismo día)
adiós Saroyan adiós mi buen Henry Miller
adiós Tennesse Williams
adiós a los perros muertos en la autopistas
adiós a todo el amor que nunca funcionó
adiós Ezra siempre es triste siempre es triste
cuando la gente se entrega y es usada lo acepto
lo acepto y te legaré mi automóvil y mi encendedor
y el cáliz de plata que utilizo para beber
y el techo que mantuvo afuera casi toda la lluvia
adiós Hemingway adiós Celine
adiós Saroyan adiós mi buen Henry Miller
adiós Camus adiós Gorky
adiós al equilibrista cayendo del alambre
mientras los rostros vacíos miran hacia arriba
hacia abajo y a ninguna parte
enfurécete con el sol, dijo Jeffers, adiós Jeffers
yo sólo puedo pensar que la muerte de la buena
y mala gente es igualmente triste
adiós D.H. Lawrence
adiós al zorro en mis sueños y al teléfono
fue mucho más difícil de lo que supuse
adiós Tony Dos Toneladas adiós al Circo Volador
ya hicieron suficiente
adiós Tennesse alcohólico caprichoso
estoy bebiendo una botella más de vino
a tu salud esta noche.
 
Bukowski

sábado, 28 de diciembre de 2013

Autorretrato de un argentino que ama las imágenes - Fragmento

Todavía queda una profesión púdica en el mundo. Esa profesión es la poesía. Si uno remienda zapatos y alguno le pregunta qué hace, uno responde ‘soy zapatero’, si otro receta un par de anteojos y alguno le pregunta qué hace, dice ‘soy oculista’. Zapatero, marinero, oculista, escribano, guardián del zoológico, son todas profesiones como todas las otras menos una, que se pueden confesar impunemente. Esto da una gran alegría, una gran seguridad, una sensación matemática y fiel de sentirse útil. Solamente la poesía se esconde, se esquiva, con una recóndita noción de culpa, de tiempo perdido, de inutilidad.

Fernando Birri

Marina - Fragmento

Díptico en acrílico de Marcela Meyer Paz
Museo de Arte Eduardo Minnicelli 2013
- Estamos en un cementerio, aquí no hay nada.
- Te equivocas. Aquí están los recuerdos de cientos de personas, sus vidas, sus sentimientos, sus ilusiones, su ausencia, los sueños que nunca llegaron a realizar, las decepciones, los engaños y los amores no correspondidos que envenenaron sus vidas... Todo está aquí, atrapado para siempre.

Carlos Ruiz Zafón

viernes, 27 de diciembre de 2013

La sombra de las horas

La luz y la sombra. La sombra y la luz. Llega la noche y me siento delante de la pantalla del ordenador. En un documento de texto, en blanco, van apareciendo historias. Historias que me hablan de personas como tú y como yo. Historias que aparecen de entre la sombra que irrumpe tras el sol. Y dentro de cada una de ellas, como un destello, la pincelada de alguna vida.

Luis Miguel Morales Peinado

Conversación con un escritor americano - Fragmento

Dibujo de Maximiliano López
Muestra Paracaidistas 2013
Complejo Cultural Santa Cruz
Me dicen: Eres valiente. No. Yo nunca fui valiente. Juzgaba indigno, simplemente, rebajarme con mis compañeros cobardes. No demolía instituciones, tan sólo me reía de lo falso, lo engolado. Escribía artículos no denuncias e intentaba decir todo lo que pensaba. Sí, defendía a la gente de talento, señalaba a los que, sin tenerlo, querían meterse a escritores. Pero eso es un deber, aunque hablen siempre de mi valentía. Con amarga vergüenza recordarán nuestros descendientes (cuando hayan vencido la infamia) aquellos tiempos extraños en los que a la simple honradez llamaban valentía...
 
Evgueni Evtuchenko

jueves, 26 de diciembre de 2013

Brevario de podredumbre

¿Cómo no prever el momento en que ya no haya religión, en que el hombre, claro y vacío, no disponga ya de ninguna palabra para designar sus abismos? Lo Desconocido será tan apagado como lo conocido, todo carecerá de interés y de sabor. Sobre las ruinas del Conocimiento, un letargo sepulcral hará espectros de todos nosotros, héroes lunarios de la Indiferencia.
 
Emil Mihai Cioran

En el culo del mundo

Porque siempre he estado aislado, Sofia, durante la escuela, el instituto, la facultad, el hospital, el matrimonio, aislado, aislado con mis libros demasiado leídos y mis poemas pretenciosos y vulgares, el ansia de escribir y el tormento de no ser capaz, de no lograr traducir en palabras lo que deseaba gritar al oído de los otros y que era "Estoy aquí, miradme que estoy aquí, oídme hasta en mi silencio y comprended", pero no se puede comprender, Sofia, lo que no se dice, las personas miran, no entienden, se marchan, conversan unas con otras lejos de nosotros, olvidadas de nosotros, y nos sentimos como las playas en octubre, deshabitadas de pies, que el mar asalta y deja en el balanceo inerte de un brazo desmayado. Siempre he estado solo, Sofia...

António Lobo Antunes - 1979

El gato negro

No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido.

Poe, Edgar Allan

La guerra de los mundos - Fragmento

Nadie hubiera creído, en los últimos años del siglo XIX, que a nuestro mundo lo observaban minuciosamente inteligencias mayores que las del hombre, aunque mortales como él; que, mientras los hombres se ocupaban de sus diversos asuntos, alguien los vigilaba y los estudiaba, quizá tan detalladamente como un hombre con un microscopio podría vigilar a las pequeñas criaturas que medran y proliferan en una gota de agua. Con infinita complacencia, los hombres fueron de un lado a otro por el planeta ocupándose de sus pequeños asuntos, seguros de su dominio sobre la materia. Tal vez los microbios que vemos al microscopio hacen lo mismo. Nadie pensó que los mundos más antiguos del espacio pudieran ser fuente de peligro para la humanidad. Sólo pensamos en ellos para desechar la idea de que pudieran albergar vida. Es extraño recordar los hábitos mentales de aquellos días. Cuando mucho, los hombres se imaginaban que en Marte vivían otros hombres quizá inferiores a ellos y dispuestos a recibir emisarios terrestres. Pero a través de las enormes distancias espaciales, unas mentes que son a las nuestras como las nuestras a las de las bestias, unos intelectos vastos, fríos y crueles, miraban a la Tierra con envidia, y, lenta pero inexorablemente, fraguaron planes contra nosotros. Entonces, a principios del siglo XX, se produjo la gran revelación.

Herbert George Wells (más conocido como H. G. Wells)

Drácula - Fragmento

Vi alrededor de nosotros un círculo de lobos, con dientes blancos y lenguas rojas y colgantes, con largos miembros sinuosos y pelo hirsuto. Eran cien veces más terribles en aquel lúgubre silencio que los rodeaba que cuando estaban aullando. Por mi parte, caí en una especie de parálisis de miedo. Sólo cuando el hombre se encuentra cara a cara con semejantes horrores puede comprender su verdadero significado.

Bram Stoker

Regalo para un primer cumpleaños - Fragmento

Vendrá el futuro a verte cualquiera de estos días
y  tendrás en las manos lo que nunca tuvimos
la esperanza de un mundo con los mares azules
sin fieros huracanes o desbordados ríos.

No habrá hombres que mueran sin panes ni milagros
y en la pared de enfrente leerás que alguien ha escrito
un saludo de paz, un buenos días, un pájaro
con las alas abiertas para volar sin tino.

Cuando las sombras se alarguen
y te toquen con sus manos
recuerda que siempre hay alguien
alguien que te anda buscando
para pintar el futuro
ya ves, alguien como tú
con quien compartir el vuelo
y emborracharte de luz.

Ismael y Rodolfo Serrano

martes, 24 de diciembre de 2013

Una canción posible

Dame una leve canción un trozo de pan
la lucha de cada día que vivir sin esta vida
es imposible para mí.

Dame las uvas y el sol
la bella emoción de amar bajo las estrellas
que vivir sin esta vida es imposible para mí.

Dame una nueva ilusión la luz de un volcán
la rueca de la esperanza que esta tierra sea posible
por sus viejas cicatrices por sus tristes mutilados
los que han muerto despojados los que nombro enamorado
los que lloro derrumbado los que canto desangrado
los que van siempre a mi lado con sus sueños desvelados
los que han dado su costado para los desamparados
victoriosos torturados pero nunca derrotados
el futuro está en mis manos en mi amor apasionado
el futuro esta en mis manos y en tu amor.

Víctor Heredia

La Reina

Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina. 
 
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal
nadie mira la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas
la alfombra que no existe.

Y cuando asomas
suenan todos los ríos en mi cuerpo
sacuden el cielo las campanas
y un himno llena el mundo.

Sólo tú y yo, sólo tú y yo
lo escuchamos.

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (conocido bajo el seudónimo de Pablo Neruda)

Fight Club

Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo vamos entendiendo...

jueves, 19 de diciembre de 2013

Prólogo a Emerson

Nuestro destino es trágico porque somos, irreparablemente, individuos, cortados por el tiempo y el espacio; nada, por consiguiente, hay más lisonjero que una fe que elimina las circunstancias y que declara que todo hombre es todos los hombres y que no hay nadie que no sea el universo.

Jorge Luis Borges

No basta abrir la ventana (de Alberto Caeiro)

Fernando Pessoa, ilustración de José de Almada Negreiros
No basta abrir la ventana
para ver los campos y el río.
No es suficiente no ser ciego
para ver los árboles y las flores.
También es preciso no tener filosofía alguna.
Con filosofía no hay árboles: apenas hay ideas.
Hay sólo cada uno de nosotros, como una fosa.
Hay sólo una ventana cerrada, y todo el mundo allá afuera;
Y un sueño de lo que se podría ver si la ventana se abriese,
que nunca es lo que se ve cuando se abre la ventana.

El heterónimo Alberto Caeiro fue concebido por Fernando Pessoa como si fuera su maestro.

De un cronista náhuatl

Fragmento de la Rueda del Tepanecáyotl que conserva
los linajes nobles del México prehispánico
Escribo en la piedra, escribo en la piedra,
escribo en la piedra, escribo en la piedra,
escribo en la piedra, escribo en la piedra.

No sale una línea, no marca el punzón,
escribo en la piedra y la fuerza se agota,
se mueren las selvas, se caen planetas,
escribo en la piedra: el tiempo no escribe.

La muerte cabalga, el dios nos destruye,
el águila cae mordiendo sus alas,
escribo en la piedra, la historia que veo,
por todos los niños y madres que lloran:
escribo en la piedra, escribo en la piedra,
ya no hay sacrificios, ya no hay sacerdotes,
escribo en la piedra, los dardos se han roto,
escribo en el agua, escribo en el aire:
los códices huelen a carne quemada.

Escribo en la piedra
y la sangre es la xochitl
y la sangre es la cuícatl
y la sangre que cae
no hereda memoria.

Andrés Morales (Xochitl cuícatl, poesía en lengua náhuatl)

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Monólogo de A. - Fragmento

...Y sentarme en el escalón a fumar hasta que tú llegas a casa y preocuparme cuando llegas tarde y sorprenderme cuando llegas temprano y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta estar negro y sentirme culpable cuando no tengo razón y contento cuando me perdonas y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y escuchar tu voz al oído y sentir tu piel en mi piel y asustarme cuando te enojas y se te pone el ojo colorado y el otro azul y tu pelo a la izquierda y tu cara oriental y decirte que eres maravillosa y abrazarte cuando estás angustiada y ser tu sostén cuando te duele y desearte sólo de olerte y ofenderte al tocarte y lloriquear cuando estoy a tu lado y lloriquear cuando no estoy y babosearme en tu pecho y sofocarte de noche y morirme de frío cuando te llevas la frazada y de calor cuando no te la llevas y derretirme cuando sonríes y disolverme cuando te ríes...

Sarah Kane - Ansia (Crave)

Muda canción de serpiente

Fotografía perteneciente a la galería del
Programa de Recuperación
y Estimulo del Patrimonio Artesanal Provincial
(P.R.E.P.A.P.) de la provincia de Santa Cruz.

No existen datos de su identidad.
I
Nueve meses las albergo
y tres son los que demoro
en sacarles el ritmo,
en cortarlas de mis piernas
en salírseme serpientes
con mis tripas atadas a los ojos.

Tanta sangre y grito
para que salgan a arrastrar su cuerpo blanco.
Frías mis serpientes
enrolladas adentro de mi cuerpo.
Silencio en que me crecen y en que crezco.

II
Me enrollo en mis pieles
me abrazo la cola en los rincones.
Me trago mi lengua.
De todos los venenos arde el vientre.

Roxana Miranda Rupailaf - Kümedungun/Kümewirin: Antología poética de mujeres mapuches - 2010

La tregua - Fragmento

El tiempo se va. A veces pienso que tendría que ir apurado, que sacarle el máximo partido a estos años que quedan. Hoy en día, cualquiera puede decirme, después de escudriñar mis arrugas: “Pero si usted todavía es un hombre joven”. Todavía. ¿Cuántos años me quedan de “todavía”? Lo pienso y me entra el apuro, tengo la angustiante sensación de que la vida se me está escapando, como si mis venas se hubieran abierto y yo no pudiera detener mi sangre.

Mario Benedetti

Capítulo 17

...Y todo es turbio y sucio y canalla y cada hombre quisiera arrancar esos corpiños tibios mientras las manos acarician una espalda y las muchachas tienen la boca entreabierta y se van dando al miedo delicioso y a la noche, entonces sube una trompeta poseyéndolas por todos los hombres, tomándolas con una sola frase caliente que las deja caer como una planta cortada entre los brazos de los compañeros, y hay una inmóvil carrera, un salto al aire de la noche, sobre la ciudad, hasta que un piano minucioso las devuelve a sí misma, exhaustas y reconciliadas y todavía vírgenes hasta el sábado siguiente, todo eso en una música que espanta a los cogotes de platea, a los que creen que nada es de verdad si no hay programas impresos y acomodadores, y así va el mundo y el jazz es como un pájaro que migra o emigra o inmigra o transmigra, saltabarreras, burlaaduanas, algo que corre y se difunde y esta noche en Viena está cantando Ella Fitzgerald mientras en París Kenny Clarke inaugura una cave y en Perpignan brincan los dedos de Oscar Peterson, y Satchmo por todas partes con el don de ubicuidad que le ha prestado el Señor, en Birmingham, en Varsovia, en Milán, en Buenos Aires, en Ginebra, en el mundo entero, es inevitable, es la lluvia y el pan y la sal, algo absolutamente indiferente a los ritos nacionales, a las tradiciones inviolables, al idioma y al folklore: una nube sin fronteras, un espía del aire y del agua, una forma arquetípica, algo de antes, de abajo, que reconcilia mexicanos con noruegos y rusos y españoles, los reincorpora al oscuro fuego central olvidado, torpe y mal y precariamente los devuelve a un origen traicionado, les señala que quizás había otros caminos y que el que tomaron no era el único y no era el mejor, o que quizá había otros caminos y que el que tomaron era el mejor, pero que quizá había otros caminos dulces de caminar y que no los tomaron, o los tomaron a medias, y que un hombre es siempre más que un hombre y siempre menos que un hombre, más que un hombres porque encierra eso que el jazz alude y soslaya y hasta anticipa, y menos que un hombre porque de esa libertad ha hecho un juego estético o moral, un tablero de ajedrez donde se reserva ser el alfil o el caballo, una definición de libertad que se enseña en las escuelas, precisamente en las escuelas donde jamás se ha enseñado y jamás se enseñará a los niños el primer compás de un ragtime y la primera frase de un blues, etcétera, etcétera.

Julio

domingo, 15 de diciembre de 2013

Palabras

Torres de miedo - Xilografía
Enrique Pérsico - 2003
Afortunadamente hay palabras para todo. Afortunadamente existen algunas que no se olvidarán de recomendar que quien da debe dar con las dos manos para que ninguna de ellas se quede lo que a otros les pertenecería. Así como la bondad no tiene porqué avergonzarse de ser bondad, tampoco la justicia deberá olvidarse de que es, por encima de todo, restitución, restitución de derechos. Todos ellos, empezando por el derecho elemental de vivir dignamente. Si a mí me mandaran colocar por orden de precedencia la caridad, la justicia y la bondad, el primer lugar se lo daría a la bondad, el segundo a la justicia y el tercero a la caridad. Porque la bondad por si sola, ya dispensa la justicia y la caridad, la justicia justa ya contiene en si caridad suficiente. La caridad es lo que resta cuando no hay ni bondad ni justicia.

Saramago

Rayuela - Capítulo 18

No estaba tan borracho como para no sentir que había hecho pedazos su casa, que dentro de él nada estaba en su sitio pero que al mismo tiempo -era cierto, era maravillosamente cierto-, en el suelo o el techo, debajo de la cama o flotando en una palangana había estrellas y pedazos de eternidad, poemas como soles y enormes caras de mujeres y de gatos donde ardía la furia de sus especies, en la mezcla de basura y placas de jade de su lengua donde las palabras se trenzaban noche y día en furiosas batallas de hormigas contra escolopendras, la blasfemia coexistía con la pura mención de las esencias, la clara imagen con el peor lunfardo. El desorden triunfaba y corría por los cuartos con el pelo colgando en mechones astrosos, los ojos de vidrio, las manos llenas de barajas que no cesaban, mensajes donde faltaban las firmas y los encabezamientos y sobre las mesas se enfriaban platos de sopa, el suelo estaba lleno de pantalones tirados, de manzanas podridas, de vendas manchadas. Y todo eso de golpe crecía y era una música atroz, era más que el silencio afelpado de las casas en orden de sus parientes intachables, en mitad de la confusión donde el pasado era incapaz de encontrar un botón de camisa y el presente se afeitaba con pedazos de vidrio a falta de una navaja enterrada en alguna maceta, en mitad de un tiempo que se abría como una veleta a cualquier viento, un hombre respiraba hasta no poder más, se sentía vivir hasta el delirio en el acto mismo de contemplar la confusión que lo rodeaba y preguntarse si algo de eso tenía sentido.

Una frase de domingo

Debemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aqui existió un mundo donde prevalació el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.

Gabriel García Márquez

Ángelus

Esculturas veladas de Raffaelo Monti (1818-1881)
Quién me iba a decir que el destino era esto.
Ver la lluvia a través de letras invertidas,
un paredón con manchas que parecen prohombres,
el techo de los ómnibus brillantes como peces
y esa melancolía que impregna las bocinas.

Aquí no hay cielo, aquí no hay horizonte.
Hay una mesa grande para todos los brazos
y una silla que gira cuando quiero escaparme.
Otro día se acaba y el destino era esto.

Es raro que uno tenga tiempo de verse triste:
siempre suena una orden, un teléfono, un timbre,
y, claro, está prohibido llorar sobre los libros
porque no queda bien que la tinta se corra.

Mario Benedetti

Gotán

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
 
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
 
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
 
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

Juan Gelman

domingo, 8 de diciembre de 2013

Air Doll

Al parecer, la vida está construída de tal forma que nadie puede llenarla solo. A las flores no les basta con tener pistilos y estambres. Y un insecto, o la brisa, deben introducir el pistilo en el estambre. La vida es igual: contiene su propio vacío, que solo otro puede llenar. Al parecer, el mundo es la suma de esos otros. Y sin embargo, no sabemos, ni nos dicen, que nos complementamos mutuamente. Vivimos de forma desperdigada, ignorándonos unos a otros. A veces, nos permitimos encontrar desagradable la presencia de otro. ¿Por qué está construído el mundo de un modo tan desordenado? Un tábano bañado de luz se acerca volando a una pequeña flor. Yo también he podido ser, sin saberlo, el tábano de alguien. Quizá tú también has sido alguna vez mi brisa.

Aire, soñé por un momento que era aire...

Apócrifo de Rayuela

Suenas a realidad tridimensional, a viable, a olor de multitud, a fiesta, a vida ciudadana, a humedad de noche en la playa, a un apretado fin de semana, a hoguera, humo y ruido, a amistad que dura y es fecunda, a cobijo de la intemperie, a valses y canciones, a canciones de madre, a jotas, danzas y fandanguillos, a vino y guitarra, a amores sosegados, a locuras poéticas, a licencias de sensatez, a morbo y masoquismo, a incomprensión compartida, a paredes húmedas con olor a amor, a saliva amarilla, a fruta olorosa, a mar mediterráneo, a bosque urbano, a celos y pasiones, a largos paseos de noche, a ilusiones y sueños de adolescente.

Autor desconocido. Texto atribuido a Julio Cortázar.

Como para...

Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes. Te quiero como para salir a caminar, hablar del amor, mientras pateamos piedritas. Te quiero como para volvernos chinos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa las calles. Te quiero como para ir a los lugares que más frecuento, y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti. Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche. Te quiero como para no dejarte ir jamás. Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás.

Jaime Sabines

Sombras de los días por venir

Mañana,
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores,
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiración
de un animal que sueña.

Alejandra Pizarnik

El laberinto del fauno

Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en el reino subterráneo donde no existe la mentira ni el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos. Soñaba con el cielo azul, la brisa suave y el brillante sol. Un día, burlando toda vigilancia, la princesa escapó. Una vez en el exterior, la luz del sol la cegó y borró de su memoria cualquier indicio del pasado. La princesa olvidó quién era, de dónde venía. Su cuerpo sufrió frío, enfermedad y dolor. Y al correr de los años, murió. Sin embargo su padre, el rey, sabía que el alma de la princesa regresaría, quizás en otro cuerpo, en otro tiempo y en otro lugar, y él la esperaría hasta su último aliento, hasta que el mundo dejara de girar...

Julio - 1976

Yo creo que no se puede leer escuchando música porque eso supone un doble desprecio o un desprecio unilateral, o se desprecia la música o se desprecia lo que se está leyendo. La música es un arte tan absoluto, tan total como la literatura y el músico exige que se le escuche ""full time" lo mismo que cualquiera de nosotros cuando escribimos. Personalmente me apenaría, me decepcionaría enterarme de que alguien a quien estimo intelectualmente ha leído un libro de cuentos mío al mismo tiempo que estaba escuchando una fuga de Bach o una ópera de Brecht. En cambio puedo sí, leer mientras espero en un aeropuerto o a alguien en un café porque ésos son los vacíos, los tiempos huecos que uno no ha buscado por sí mismo sino que los horarios de la vida, digamos, te condenan de golpe a media hora de espera y entonces tener un libro en el bolsillo y concentrarse en él en ese momento por un lado anula el tiempo del reloj y por otro lado te crea una sensación de plenitud. 

Julio (Entrevista realizada por Sara Castro-Klaren en Francia)

Nada

Si aquella noche -pensaba yo- se hubiera acabado el mundo, o se hubiera muerto uno de ellos, su historia hubiera quedado completamente cerrada y bella como un círculo. Así suele suceder en las novelas, en las películas, pero en la vida… Me estaba dando cuenta yo, por primera vez, de que todo sigue, se hace gris, se arruina viviendo. De que no hay final en nuestra historia hasta que llega la muerte y el cuerpo se deshace.

Me parecía que de nada vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino cerrado de nuestra personalidad. Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, otros para mirar la vida. Yo tenía un pequeño y ruin papel de espectadora. Imposible salirme de él. Imposible libertarme.

Carmen Laforet - 1944

Eres un buen momento para morirme

Detalle de El Beso de Gustav Klimt
Amaneciendo y anocheciendo a un mismo tiempo, cariño, ¿no es ésta la forma en que te gustaría vivir? En mi cabeza hay un álbum de fotos amarillentas y lo voy completando con mis ojos, con los más leves ruidos, atrapando olores en el aire y en cada sueño que sueño. ¿Sabes una cosa, pequeña? La última página de mi álbum tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio, un disco de rock´n´roll y calcetines de colores. Mis ojos han sido rápidos, te he hecho el amor con la ropa puesta a través de una larga pajita dorada mientras cruzabas la calle con el cabello ardiendo. Pero ahora son tus pies quienes dan mis pasos, así que no te equivoques pues me caería. Te bebo en cada vaso de agua que sacia mi sed, mis palabras son claras como niños pequeños o espesas como semen empapando cortinas, pero hoy tengo que inventar un nuevo idioma para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos y los gritos de euforia de la gente que vive en tu cabeza. Debes saber que a veces soy como un entierro interminable, siempre triste y azul subiendo y bajando por la misma calle. Pero otras veces soy un río de risa corriéndome por toda la ribera, haciendo el amor a la mar, una felicidad contagiosa, un revólver de amor, nena, y voy a disparar justo a tu corazón ¡bang bang! ¿te di? Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte, montaña de aguardiente y tarde rojiza. Eres un buen momento para morirme.

Félix Francisco Casanova

El cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin) de Wim Wenders

Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera un río, que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar. Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado y todas las almas eran una. Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada, no tenía ninguna costumbre, se sentaba en cuclillas, tenía un remolino en el cabello y no ponía caras cuando lo fotografiaban. Cuando el niño era niño era el tiempo de preguntas como: ¿Por qué yo soy yo y por qué no tú? ¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? ¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio? ¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño? Lo que veo y oigo y huelo ¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo? ¿Existe de verdad el mal y gente que realmente son malos? ¿Cómo puede ser que yo, el que soy, no fuera antes de devenir, y que un día yo, el que yo soy, no sea más ese que soy? Cuando el niño era niño le costaba tragar las espinacas, los arvejas, el arroz con leche y la coliflor al vapor y ahora come todo, no sólo por necesidad. Cuando el niño era niño alguna vez despertó en una cama extraña y ahora lo hace seguido. Muchas personas le parecían bellas y ahora sólo en ocasiones con suerte. Imaginaba claramente el paraíso y ahora como mucho lo adivina. No podía pensar en la nada y hoy se estremece ante ella. Cuando el niño era niño jugaba entusiasmado y ahora se concentra como antes sólo si se trata de su trabajo. Cuando el niño era niño las manzanas y el pan le bastaban de alimento  y todavía es así. Cuando el niño era niño las moras le caían en la mano como sólo caen las moras  y asi es todavía; las nueces frescas le ponían áspera la lengua y así es todavía; encima de cada montaña tenía el anhelo de una montaña más alta y en cada ciudad el anhelo de una ciudad aun más grande y siempre es así todavía. En la copa del árbol tiraba de las cerezas con igual deleite lo hace hoy todavía; se asustaba de los extraños como todavía se asusta; esperaba las primeras nieves y todavía las espera. Cuando el niño era niño lanzó un palo como una lanza contra el árbol y hoy vibra así todavía.

Poema escrito por Peter Handke para esta películade 1987, conocida también como Las alas del deseo.

Ojos de caballo

Casa para inundación  - Lucila Gradin, 2010
Nosotros somos pobres. Los pobres son como las víboras, que se esconden cuando viene el perro y salen a morder cuando no tienen más remedio y enseguida se vuelven a esconder. Antes de los milicos estaban los blancos y los colorados, después vinieron los comunistas y los milicos y no sé quién más. Pero eso no importa, porque sea quien sea el que esté arriba, nosotros siempre vamos a ser pobres y nos vamos a estar arrastrando.

Henry Trujillo

El caballo de la calesita - fragmento

Os contaré una historia maravillosa y cierta.
Una tarde (el crepúsculo lentamente caía)
se me llenó la boca de soledad. Desierta
era mi sangre. Mi alma ni un pájaro tenía.
 
Caminaba. A lo lejos se oían los violines
que el crepúsculo toca para verme más triste.
Mi alma se vestía de lentos adoquines.
Mi alma en la soledad no se desviste.
 
Iba sin una luz, sin una rosa.
Sin un poco de mar, sin un amigo.
Me vio el caballo de la calesita, 
me vió tan solo que se fue conmigo.
 
Y ahora en mi corazón y desde entonces,
transitado de niños y de risas,
prisionero en mi música voltea,
gira el caballo de la calesita.
(Tiene el ojo pintado.
Su corazón es de madera limpia)
 
Juan Gelman

La sirena

...Hasta que el tiempo y los tiempos
acaben las plateadas manzanas de la luna,
las doradas manzanas del sol.

W. B. Yeats

— Un día, hace muchos años vino un hombre y escuchó el sonido del océano en la costa fría y sin sol y dijo: «Necesitamos una voz que llame sobre las aguas, que advierta a los barcos; yo haré esa voz. Haré una voz que será como todo el tiempo y toda la niebla; una voz como una cama vacía junto a tí toda la noche y como una casa vacía cuando abres la puerta y como otoñales árboles desnudos. Un sonido de pájaros que vuelan hacia el sur, gritando, y un sonido de viento de noviembre y el mar en la costa dura y fría. Haré un sonido tan desolado que alcanzará a todos y al oírlo gemirán las almas y los hogares parecerán más tibios y en las distantes ciudades todos pensarán que es bueno estar en casa. Haré un sonido y un aparato y lo llamarán la sirena y quienes lo oigan conocerán la tristeza de la eternidad y la brevedad de la vida».

Ray Bradbury - Las doradas manzanas del sol

jueves, 5 de diciembre de 2013

Blow - Fragmento

Que los vientos te empujen siempre hacia delante
Y el sol te dé en la cara.
Y las alas del destino te lleven alto,
para así, poder bailar con las estrellas…

George Jung en 2001
En fin, pensándolo bien ¿ha valido la pena? Cómo ha cambiado irremediablemente mi vida. Siempre es el último día de verano y me he quedado afuera en el frío sin una puerta para volver a entrar. He tenido más momentos intensos de los que por derecho me corresponderían. Para muchos la vida les pasa de largo mientras hacen grandes planes. A lo largo de mi vida he dejado pedazos de mi corazón aquí y allí y ahora apenas me queda el suficiente para seguir viviendo, pero fuerzo una sonrisa sabiendo que mi ambición sobrepasaba en mucho a mi talento. Ya no hay caballos blancos, ni mujeres hermosas en mi puerta.