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Nos mudamos de espacio. Enlace permanente a nuestro espacio menor.

domingo, 31 de julio de 2011

La lección de astronomía.


Un hombre giraba alrededor de
una mujer con órbita inestable.
El apogeo era cuando
conseguía tomar sol a su paso
o podía –por un rato– meterse
debajo de sus alas
a la sombra de sus ojos
al calor de sus sábanas.
El perigeo (o cualquiera fuera el
nombre técnico) era todo lo demás:
consultar el almanaque y la
tabla de mareas, rodar frío
como una bolita de vidrio
por los espacios estelares
entre corazones.
Un hombre vivía enamorado
de una mujer que lo miraba pasar
como a las nubes sobre su cabecita.
El soñaba cada noche con
eclipse de sol, cada día con
eclipse de luna,
cada vez se le movían más el
eje de rotación y el equilibrio.
Estaba enfermo de intemperie.
Hasta que un día –perdido por perdido–
se salió de órbita con un
golpe sin ley ni permiso de la física
y se dejó caer sobre ella
con la gravitación soberana
del destino.
El hombre gira perdido ahora
dentro de una mujer que
no lo reconoce del todo.
Lo busca en el cielo o sus
alrededores, pero él golpea
desde la cárcel de sus costillas,
no la deja dormir.
Convirtió la órbita
en su pulso acelerado.
Un hombre giraba alrededor
de una mujer, con órbita inestable y
sin saber de astronomía.
Hoy navega su sangre
río arriba, trepa por el pulso
y espera hacer escala
cuando llegue, instalarse
como un trompo
en su corazón, girar ahí
siempre.

Juan Sasturian.

Rayuela - Capítulo 36

Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrecita y la punta de un zapato.

Julito.

Perdí mi juventud - Fragmento


Perdí mi juventud en los burdeles,
pero daría mi alma  por besarte

a la luz de los espejos de aquel salón, sepulcro de la carne,
el cigarro y el vino.

Allí, bella entre todas,
reinabas para mí

sobre las nubes de la miseria.

Gonzalo Rojas.

de Opio en las nubes

"La noche está fría. Clara. Huele a labial, a mujer rodeada de oscuridad. La noche"

Rafael Chaparro.

viernes, 29 de julio de 2011

Flores en el río.


Ya no quiero caricias sin piel
ni besos de ayer, ni abrazos vencidos.
Ya no quiero buscar un "te quiero"
en un casillero de objetos perdidos.

Ya no quiero temblar en enero
en pleno verano morirme de frio.
Ya no quiero alejarme algun tiempo,
despertar y caer al vacío.

Ya no quiero perder mi raíz,
preguntar ¿por qué a mi? ¿lo tendré merecido?
o enredarme en un sueño sin fin
donde deba morir para echarte al olvido.


Ya no quiero pensar en vivir

y seguir deshojando flores en el río.

Abel Pintos.

(Para Marcela, la Escudero, Rana para los amigos, mi petisa mosquetera, mi hermana N° 3)

domingo, 24 de julio de 2011

Voy a hablar de la esperanza (Fragmento)

Yo no sufro este dolor como César Vallejo. Yo no me duelo ahora como artista, como hombre ni como simple ser vivo siquiera. Yo no sufro este dolor como católico, como mahometano ni como ateo. Hoy sufro solamente. Si no me llamase César Vallejo, también sufriría este mismo dolor. Si no fuese artista, también lo sufriría. Si no fuese hombre ni ser vivo siquiera, también lo sufriría. Si no fuese católico, ateo ni mahometano, también lo sufriría. Hoy sufro desde más abajo. Hoy sufro solamente.

Yo creía hasta ahora que todas las cosas del universo eran, inevitablemente, padres o hijos. Pero he aquí que mi dolor de hoy no es padre ni es hijo. Le falta espalda para anochecer, tanto como le sobra pecho para amanecer y si lo pusiesen en la estancia oscura, no daría luz y si lo pusiesen en una estancia luminosa, no echaría sombra. Hoy sufro suceda lo que suceda. Hoy sufro solamente.

César Vallejo

Del amor.

"Y el amor está en el mundo para olvidar el mundo".

Paul Éluard






(La imagen pertenece al archivo de Lulú Padilla)

Soledades

Después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad.

Ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente solo en el mundo.

Sin asideros, sin pretextos,
sin abrazos, sin rencores
sin las cosas que unen o separan.

Y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo.

Los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos

Claro que la soledad no viene sola.
Después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad

Conforme, pero qué vendrá

después de la soledad.

A veces no me siento tan solo

si imagino, mejor dicho si sé
que más allá de mi soledad
y de la tuya, otra vez estás vos
aunque sea preguntándote a solas
qué vendrá después de la soledad.


Mario Benedetti.

jueves, 21 de julio de 2011

De los papeles que he quemado (junto con algunos de tus recuerdos)

Y yo, que tantas veces he sido tantas cosas, no he podido ser nunca ese que atraviese a ciegas y sin mapa el centro de tu alma.

Y compartimos un café apurado y otro no tanto. Y en esa mesa de un lugar cualquiera llenamos ceniceros y vaciamos el alma. La vaciamos de miedos y dudas. Las cambiamos por certezas y deseos. Y luego la calle y llegar a casa y aquel pasillo que lleva a una puerta. Y nosotros y a media luz, y la ropa durmiendo en el suelo y Nina Simone y el sudor.

¿A qué compás movedizo va y viene la soledad?


Subirme a todos (to-dos) los techos y ladrar tu nombre. Y en tu nombre guardar el viento debajo de la piedra más grande, y el frío también. Y en tu nombre afilar la noche como si fuera el mejor de los cuchillos.


Hoy solamente habito la fiebre de tu memoria.


Entre las sombras de esta ciudad rota y salpicada de lejanas lágrimas, se esconde mi amante, la noche. La noche oscura, sin testigos y en silencio.


Y durante el día? Durante el día qué importa. Me dolés de noche, cuando este infame reloj lanza al aire sus doce puñaladas.


Me he inventado nueve nuevos vicios y todos tienen tu nombre.


Ciego de risas, miope de sueños, tuerto de amores, mudo de orgasmos.
(Gracias al aporte de mi chamacona Ariadna Fletes)


¿Por qué no revisás en tu mente? He estado allí toda tu vida.


Y algunas veces en el día, pero casi siempre de noche, soy tu Luna. Trazando a tu alrededor órbitas aleatorias, perfectamente elípticas.


Río Gallegos - Julio de 2011.

miércoles, 20 de julio de 2011

Ella


Ella puede ser la cara que no consigo olvidar
un rastro de placer o remordimiento
puede ser mi tesoro o el precio que tengo que pagar.
Ella puede ser la canción que canta el verano
puede ser el frío que trae el otoño
puede ser cien cosas diferentes
mientras pasa el día.


Ella puede ser la bella o la bestia
puede ser la carencia o el banquete
puede convertir cada día en cielo o en infierno.
Ella puede ser el espejo de mi sueño
una sonrisa reflejada en un arroyo
ella puede no ser lo que parece
dentro de su máscara.


Ella quien siempre parece muy feliz dentro de un gentío
sus ojos pueden ser tan privados y tan orgullosos
a nadie les permite verlos cuando lloran.
Ella puede ser el amor que no puedo esperar que termine
puede venir a mí desde las sombras del pasado
que recordaré hasta el día que muera.


Ella puede ser la razón para sobrevivir
el por qué y el donde por lo que estoy vivo
a quien yo cuidaré a través de los muchos y ásperos años.
Yo tomaré sus risas y sus lágrimas
y con ellas haré todos mis recuerdos
por donde ella va yo tengo que estar.
El significado de mi vida es ella, ella, ella.


Charles Aznavour.

domingo, 17 de julio de 2011

Libertad.

Sobre mis cuadernos de colegial
sobre el pupitre y los árboles
sobre la arena sobre la nieve
escribo tu nombre.


Sobre todas las páginas leídas
sobre todas las páginas en blanco
piedra, sangre, papel o ceniza
escribo tu nombre.


Sobre las imágenes doradas
sobre las armas de los belicosos
sobre la corona de reyes
escribo tu nombre.


Sobre la selva y el desierto
sobre los nidos sobre las retamas
sobre el eco de mi infancia
escribo tu nombre.

Sobre las maravillas de las noches
sobre el pan blanco de los días
sobre las temporadas desposadas
escribo tu nombre.

Sobre todos mis trapos de azul
sobre el estanque sol enmohecido
sobre el lago luna viva
escribo tu nombre.

Sobre los campos y en el horizonte
sobre las alas de los pájaros
y sobre el molino de las sombras
escribo tu nombre.


Sobre cada soplo de aurora
sobre el mar en los barcos
sobre la montaña lunática
escribo tu nombre.


Sobre la espuma de las nubes
sobre los sudores de la tormenta
sobre la lluvia gruesa e insípida
escribo tu nombre.

Sobre las formas que centellean
sobre las campanas de los colores
sobre la verdad física
escribo tu nombre.


Sobre las sendas despertadas
sobre las carreteras desplegadas
sobre los lugares que desbordan
escribo tu nombre.


Sobre la lámpara que se enciende
sobre la lámpara que se apaga
sobre mis casas reunidas
escribo tu nombre.

Sobre el fruto cortado en dos,
espejo y mi habitación
sobre mi cama vacía
escribo tu nombre.

Sobre mi perro codicioso y tierno
sobre sus orejas elaboradas
sobre su pierna torpe
escribo tu nombre.


Sobre el trampolín de mi puerta
sobre los objetos familiares
sobre el mar del fuego bendito
escribo tu nombre.

Sobre toda carne concedida
sobre la frente de mis amigos
sobre cada mano que se tiende
escribo tu nombre.

Sobre el cristal de las sorpresas
sobre los labios atentos
bien sobre el silencio
escribo tu nombre.

Sobre mis refugios destruidos
sobre mis faros aplastados
sobre las paredes de mi problema
escribo tu nombre.


Sobre la ausencia sin deseos
sobre la soledad desnuda
sobre las marchas de la muerte
escribo tu nombre.


Sobre la salud vuelta de nuevo
sobre el riesgo desaparecido
sobre la esperanza sin recuerdos
escribo tu nombre.


Y por el poder de una palabra
reinicio mi vida.
Nací para conocerte
para nombrarte: Libertad.

Paul Éluard.

El cuadro que acompaña es Paul Éluard según Dalí.

sábado, 16 de julio de 2011

Pájaro azul


Hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro,

no voy a permitir
que nadie te vea.
Hay un pájaro azul en mi corazón

que quiere salir
pero yo le echo whisky encima

y me trago el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí dentro.

Hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo,

¿es que quieres hacerme un lío?
¿es que quieres mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas

de mis libros en Europa?
Hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo lo dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
Le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas triste.

Luego lo dejo volver,
y él canta un poquito ahí dentro,

no le he dejado morir del todo
y dormimos juntos así
con nuestro pacto
secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar a un hombre,

pero yo no lloro.
¿Lloras tú?


Charles Bukoswki

viernes, 15 de julio de 2011

Poema - Fragmento



Quién eres tú? !Qué importa!
A pesar de ti misma,
hay en tus ojos una breve palabra:
enigmática.
No quiero saberla. Me gustas
mirándome de lado, escondida, asustada.
Así puedo pensar que huyes de algo,
de mí o de ti, de nada,
de esas tentaciones que dicen
que persiguen a la mujer casada.


Jaime Sabines

Franklyn


Si un Dios está dispuesto a impedir el mal, pero no puede hacerlo, entonces no es omnipotente. Si es capaz, pero no quiere hacerlo, entonces debe ser malévolo. Si no puede ni quiere hacerlo, ¿por qué llamarlo Dios? ¿Por qué le pasan cosas malas a la buena gente?

miércoles, 13 de julio de 2011

Recapitulación

Yo he vivido mi vida: si fue larga o fue corta,
si fue alegre o fue triste, ya casi no me importa.
Y aquí estoy, esperando. No sé bien lo que espero,
si el amor o la muerte, -lo que pase primero.
Algo tuve algún día, lo perdí de algún modo,
y me dará lo mismo cuando lo pierda todo.
Pero no me lamento de mi mala fortuna,
pues me queda un palacio de cristal en la luna,
y por andar errante, por vivir el momento,
son tan buenos amigos mi corazón y el viento.
Por eso y otras me deja indiferente,
aquí, allá y dondequiera, lo que diga la gente.

Eso es todo. He vivido.
La vida que me queda puede tener dos caras,
igual que una moneda: una que es de oro puro
—la cara del pasado— y otra —la del presente—
que es de plomo dorado.
Por lo demás, ya es tarde; pero no tengo prisa,
y esperaré la muerte con mi mejor sonrisa,
y seguiré viviendo de la misma manera,
que es vivir cada instante como una vida entera,
mientras siguen andando, de un modo parecido,
los hombres con el tiempo y el tiempo hacia el olvido.

José Angel Buesa

El corazón delator - Final

Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces... otra vez... escuchen... más fuerte... más fuerte... más fuerte... más fuerte!


-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!


Edgar Allan Poe.

Los amigos

En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

Vicente Huidobro

lunes, 11 de julio de 2011

Exilio - Fragmento

Esta manía de saberme ángel,
sin edad, sin muerte

en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos
que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza
entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte, un miedo,
algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Alejandra.

domingo, 10 de julio de 2011

La tierra natal

No la llevamos en oscuros amuletos,
ni escribimos arrebatados suspiros sobre ella,
No perturba nuestro amargo sueño,
ni nos parece el paraíso prometido.
En nuestra alma no la convertimos
en objeto que se compra o se vende.
Por ella, enfermos, indigentes, errantes
ni siquiera la recordamos.


Sí, para nosotros es tierra en los zapatos.
Sí, para nosotros es piedra entre los dientes.
Y molemos, arrancamos, aplastamos
esa tierra que con nada se mezcla.
Pero en ella yacemos y somos ella,
y por eso, dichosos, la llamamos nuestra.


Ana Ajmatova.

Moby Dick Capítulo 1 - Fragmento


Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto tiempo exactamente- con muy poco o ningún dinero en el bolsillo y sin nada en la tierra que me interesara, creí que podría ir a navegar por ahí y ver la parte acuática del mundo. Es mi modo de ahuyentar la melancolía y regular la circulación. Cuando me sorprendo con una expresión de tristeza en la boca que va en aumento, cuando siento a noviembre lluvioso en mi corazón, cuando me descubro deteniéndome involuntariamente ante las tiendas de ataúdes y siguiendo a cualquier funeral con que me encuentro y especialmente si la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un sólido principio moral para no salir a la calle y derribar metódicamente los sombreros de los transeúntes, entonces comprendo que ha llegado la hora de hacerme a la mar cuanto antes. Éste es mi sustituto para la pistola y la bala.

Herman Melville

Dios según Bakunin y Voltaire.





Dijo Voltaire:

Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo.




Dijo Bakunin:

Yo revierto la frase de Voltaire y digo esto: si Dios realmente existiese, sería necesario abolirlo.

Parafraseando a Casablanca.


De todos los blogs en todas las redes en todo el mundo, ella tuvo que entrar en el mío.

Para la vida

Estoy aquí sentado bajo del pequeño sol
el que nos dio águila y también gorrión.
Que hacer con el silencio, cuando la cabeza estalla
como parar la impotencia de no poder hacer nada.
Porque querer matar a tus hijos
es para que duela años la sangre.
Ayer por no querer a la patria
y ahora por quererla demasiado.

Leyes viejas, más genocidas
mal presagio para la vida.

Con la luz llena de sombras
y con el sol en sufrimiento
vuelvo a mi casa de rodillas
y aquí mis amigos muertos.
En un país enfermo
todas las cartas sobre la mesa,
jugando juegos perversos
entre fútbol y guerra.
Sangre de gloria, odio contra amor
dioses y bestias, locura y dolor.
Abriré las puertas de este vacio
porque el destino me lanzo hacia arriba.

Leyes viejas, más genocidas
mal presagio para la vida.

Insistiré con un mar de rosas
y construiré sobre cenizas.
Tendré un sueño nuevo en mis manos
y lucharé para que sea justicia.
Las mejillas de mis hijos en mis labios
y encontraré en sus ojos un nuevo descanso.

Leyes viejas, más genocidas
mal presagio para la vida.

León Gieco.

sábado, 9 de julio de 2011

Sobre un artículo de Cayetano Santos Godino.

Por algo se dijo que el espíritu nos acerca a la divinidad, por algo se ríe, por algo se llora y debe necesariamente tener su origen en los impulsos nobles o perversos de las almas, todas las emociones y todo el sentimiento, todas las impulsividades y todos los crímenes con que la humanidad ha escrito su larga historia de satisfacciones y de lágrimas, azul de ensueños, rojo de sangre.

Diario La Tribuna - 5 de Diciembre de 1912
Cayetano Santos Godino, alias "El Petiso Orejudo", quién se convirtió en "el delincuente con el que soñaba la criminología nacional" siendo el primer asesino en serie que registra la historia policial argentina.

El don de la Palabra - Fragmento


Si el hombre es lo que ama, si el hombre es lo que ama, yo soy entre muchas cosas, el duende de la guitarra, los fantasmas de la copla, el vino con los amigos, la madrugada con lluvia, las mañanas de mi madre y la tarde en la llanura.
Si el hombre es lo que ama, si el hombre es lo que ama, yo soy entre muchas cosas, la primavera en el sur, los caballos, las gaviotas, la esperanza que me empuja a vivir todos los días, el horizonte, el sol y la invencible alegría.


Facundo Cabral.

jueves, 7 de julio de 2011

Todavía así - Fragmento

Las puertas que se han cerrado
los amigos que han fallado,
la ciudad populosa y humeante,
el primer hastío,
el primer desprecio
por las alabanzas,
las calles con otro nombre,
las promesas no cumplidas,
donde apenas reina la justicia
y mucho menos la piedad…

Los coches pasan por la avenida (es tarde)
los rostros jóvenes entrevistos en una esquina,
las otras noches, los otros años bajo la lluvia,

viendo cómo desaparecen,

está oscuro en la proa,
ya he cruzado el meridiano.
Ahora que todo se ha acabado,
recién ahora todo empieza.

James Salter.