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miércoles, 29 de junio de 2011

Si te contara

Si te contara de mis ruidos
descubrirías el mundo o un pañuelo,
pero fuese uno u otro

sería una canción,
una cancíón para doler

como un insomnio.
Si te contara de mis ojos,
alertaría sobre mis intenciones
a pájaros extraños
les diría que busco

una mancha de paz en este siglo,
una mancha de paz en este siglo.
Si te contara de mis manos
te asombrarías con el pan
y entonces los dos aprenderiamos
escuchando la lluvia.

Si te contara de mis ruidos,
si te contara de mis ojos,
si te contara de mis manos,
y si te hablara de mi pena quizá, me ayudaría.


Alejandro del Prado - Dejo constancia.

Fantasmas - Fragmento



Aunque parezca extraño
a los fantasmas
nos hace mal la noche.

Nos desalienta, nos encoge
nos cuelga una etiqueta
nos quita los prodigios
nos consume hasta el borde
nos moja en el rocìo
nos caza en un bostezo.

Nos hace mal la noche
a los fantasmas...

Mario Benedetti

domingo, 26 de junio de 2011

Despedida.

Me despido de este país.
Me despido de mis amigos,
de mis enemigos.
Amigos:
sólo quiero recordarles
que no dejen de ser mis amigos.
Sólo quiero recordarles
que no me olviden
a la marcha del tiempo,
a la marcha del tren
en que me vaya,
que borran las huellas de la
amistad lejana.

Marcelo Ariel Gelman Schubaroff (1956-1976).
Estudió en el Colegio Nacional Buenos Aires y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Era poeta y periodista independiente, como su padre el famoso poeta Juan Gelman. Secuestrado el 24 de agosto de 1976 junto a su esposa María Claudia García de 19 años, se habían casado en julio y María Claudia tenía 7 meses de embarazo. Marcelo siempre había estado interesado en la lucha por la justicia y había militado en distintos movimientos, pero ninguno lo había convencido. Aparentemente au nombre apareció en la agenda de una desaparecida que había pertenecido a la ERP. Fue trasladado al campo de detención Automotores Orletti (centro de operaciones clandestinas argentino-uruguayo del Plan Cóndor) y asesinado en ese mismo lugar dos meses después de un tiro en la nuca. Su cuerpo fue escondido dentro de un tambor de 200 litros relleno de cemento y arena. Sus restos fueron exhumados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 1989. No dejó libro de poesía editado.
María Claudia por su parte fue trasladada a Montevideo clandestinamente a mediados de octubre de 1976. Al momento del parto, fue llevada al Hospital Militar de las Fuerzas Armadas, donde dio a luz una niña. La pudo amamantar por unos días y luego se la sacaron. De allí a un centro clandestino del Ejército conocido como Valparaíso. donde su rastro se pierde.
La niña quedó en manos de un capitán de policía (ya fallecido) desde enero de 1977, quién la anotó como hija propia y la crió.
Luego de una intensa búsqueda de la niña en Argentina y Uruguay, se confirmó su identidad en el año 2000. La muchacha, María Macarena, se pudo entonces reencontrar con su familia nativa.

Estas visitas que nos hacemos,
vos desde la muerte, yo
cerca de ahí, es la infancia que pone
un dedo sobre el tiempo y dice
que desconocer la vida es un error.
Me pregunto por qué
al doblar una esquina cualquiera
encuentro tu candor sorprendido.
¿El horror es una música extrema?
Las penas llevan a tu calor
cantado en lo que soñaste,
las casas de humo donde vivía el fulgor.
De repente estás solo.
Huelo tu soledad de distancia
obediente a sus leyes de fierro.
El pensamiento insiste en traerte y devolverte
a lo que nunca fuiste.
Tu saliva está fría.
Pesás menos que mi deseo,
que la lengua apretada del aire.
 
Poema de Juan Gelman a Marcelo

Socorro pido.

Si nos hundimos antes de nadar
no soñaran los peces con anzuelos,
si nos rendimos para no llorar
declarará el amor huelga de celos.

La primavera miente y el verano
cruza como un tachón por los cuadernos;
la noche se hará tarde, tan temprano,
que enfermarán de otoño los inviernos.


Si me pides perdón socorro pido,
si te sobra un orgasmo me lo ingresas
en el banco de semen del olvido.

Cuando se desprometen las promesas,
la infame soledad es un partido
mejor que la peor de las sorpresas.

Joaquín Sabina

Eva como en los cuentos

(Para Eva García, que estuvo de cumpleaños. Sevillana de nacimiento, solidaria por vocación).

El cartel de Investigador Privado que cuelga de la puerta a veces me queda grande. Ese día no. Ese día me pagaron buen dinero para encontrarla pero, para qué mentirles, después de ver su foto, los ojos en esa foto, la hubiera buscado to-tal-men-te-gra-tis, ad honorem baby. Siempre pensé que los hombres eran tentados por la ambición o por la lujuria. Nunca pensé en una tentación así. Se llamaba (o la llamaban) Eva, igual que esa otra Eva la de los cuentos que nos contaban de niños. Qué mejor nombre para una Mujer con mayúsculas. Si tengo que ser sincero su nombre ya no importa mucho en realidad igual que su edad. Mi amigo, créeme si te digo que ella podría tener la edad que quisieras.

La ciudad de noche parece una aldea ignorada, un laberinto de chapas. En la esquina, más allá de la Casa Vieja dos amigos se despiden. Un abrazo salvaje, un apretón de manos, algún tirón de orejas y nada más. No hay palabras entre ellos, no hace falta. Se saben amigos y con eso alcanza.
Sé dónde empezar a buscarla. A Félix lo conozco desde la primaria. Me hacía la vida imposible y ahora simplemente le devuelvo el favor. Después de tres golpes (y un diente menos) Félix habla y suelta el nombre que estoy buscando. No el nombre exactamente pero lo que dice alcanza: “Pulgar, mayor y meñique”.
Tres-dedos está en el banco de siempre, en la placita de siempre. Antes se llamaba Javier, pero unas deudas de juego con cierto peso pesado lo hicieron cruzarse con una tijera de podar. Dos veces se cruzó. Dos dedos menos.
Cinco billetes de a cien alcanzan para Javier. Él tiene contactos poco convencionales pero muy bien informados. En diez minutos consigo la última dirección de Eva. Pero eso será para mañana. Ya es tarde y nadie habló de pagar horas extras.
Para volver a casa siempre tomo el camino equivocado.  Mi boca guarda ya el recuerdo de varios cigarrillos y necesito un trago y un baño. Como imaginarán elijo el primero.
Bebo de noche y por costumbre, a veces para olvidar amores cuyo recuerdo ya no sirven de nada. Y para olvidar no existe mejor lugar que el Bar del Perro. Conozcan entonces a Antonio el Perro. Si pudieran ver su cara sabrían el porqué. Una barra de estaño del siglo pasado, mesas rotas, ceniceros llenos y tristes y abandonados, un par de gatos (con botas) que van y vienen entre los parroquianos. Empino el turbio líquido delante de mí y lo miro al Perro.
- ¿Qué mierda querés? (Él siempre es el primero en decir lo que todos piensan).
- Servime otro. En las películas policiales los whiskies siempre se toman de a pares.
- ¿Y vos cómo podés saber eso?
- ¿Qué cómo lo sé?... Lo vi en una película.

Al otro día sigo buscando su rastro, el de ella. La casa es austera pero me gusta. Ventanas grandes y solo los muebles necesarios. Una escalera lleva a la única habitación. En el piso apiladas, varias cajas llenas de papeles. Papeles de cien colores y cien formas y cien tamaños (ella es mujer al fin y al cabo). Notas sueltas. Una me gustó en particular: “Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es el mirlo, su hora la noche, su puente es el Golden Gate”. Al final las iniciales J.C., la marca del amor no correspondido. Pero nada más que eso. Ningún indicio de Eva salvo el fantasma de su perfume en la almohada.
Pasan los días y después semanas y una llamada de Félix me saca por fin del paso. Solamente dice Arkham Asylum y el peor de los presentimientos se hace carne.
Me detengo en la entrada de ese lugar maldito y me permito el primer cigarrillo del día. Lo fumo con absoluta y ausente calma. Entonces entro y pregunto. Una enfermera con desgano y sin dejar de mirar sus zapatos me indica donde encontrarla: en el patio, debajo de su olmo favorito.
No se parece en nada a la de las fotos, salvo en su largo, rizado pelo y en su silueta, perfecta aún en esa infame bata descolorida. Miro esos ojos que tanto busqué durante tantos días y solo distingo en ellos el reflejo de la locura.
Quise preguntarle si para ella brillaba alguna vez el sol. Quise llevarla de la mano lejos de toda esta miseria…

En mi vaso dos hielos se empeñan en no pasar a mejor vida en el último trago. Me hace falta otro, o quince más. Busco al Perro con la mirada. Desde el otro lado de la barra él escupe, gruñe y pregunta, todo en ese orden.
- ¿Qué-pa-sa?
Las películas nunca se equivocan. Los whiskies se toman de a pares.

Río Gallegos - Junio de 2011.

sábado, 25 de junio de 2011

Cortázar.





¿Serás eso que rueda hasta lo más hondo de esto que soy yo mientras te pienso?

viernes, 24 de junio de 2011

Manual para salvar el odio


Cuando ella o él te dejen, no perdones, niégate a comprenderlo.
Cultiva bien tu odio, nunca seas generoso en palabras o en olvido.
Cuando ella o él te dejen, nunca digas adiós, o qué vamos a hacerle.
Maldice cada letra de su nombre.
Y júrale odio eterno mirándole a los ojos.
Cuando ella o él te dejen, nunca creas ni justificaciones ni promesas y busca las palabras más hirientes el insulto más infame que conozcas.
Cuando ella o él te dejen, nunca juegues
a ser Rick perdido en Casablanca.
Provoca llanto, dolor, remordimientos
y que el adiós te corte igual que una cuchilla.
Porque cuando ella o él te dejan, habrá alguien
tarde o temprano esperando en otra esquina
y volverán a gozar en otros brazos
y dirán "te amo". Y "ven, dámelo todo".
Y olvidarán. ¿Para qué, entonces,
mentir? Que ella o él se lleven
-aunque dure bien poco- nuestro odio
igual que una bandera. Para siempre.

Rodolfo Serrano - Especial para cócteles

Poema


Te amo por cejas, por cabello,
te debato en corredores blanquísimos
donde se juegan las fuentes de la luz, 
te discuto a cada nombre
te arranco con delicadeza de cicatriz, 
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia. 
No quiero que tengas una forma,
que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano, 
porque el agua, considera el agua,
y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula, 
y los gestos, esa arquitectura de la nada, 
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. 
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo. 
Pronto a borrarte, así no eres,
ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa. 
Busco tu suma, el borde de la copa
donde el vino es también la luna y el espejo, 
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

Julito.

Tokio ya no nos quiere - Fragmento (I)

Los días son a veces tan tristes que sencillamente no merecen la pena. No merece la pena correr, ni esperar, ni vigilar. Días tan tristes que no merecen ni un esfuerzo, ni el más pequeño movimiento. Los días así hay que dejarlos correr, como los trenes nocturnos.
Ray Loriga.

miércoles, 22 de junio de 2011

Benditos sean los ignotos.

Benditos los ignotos,
los que no tienen página en internet,
ni perfil que los retrate en facebook,
ni artículo que hable de ellos en wikipedia.
Los que no tienen blog.

Ni siquiera correo electrónico,
todo les llega, si les llega,
con un ritmo más lento.
Tienen pocos amigos.
No exponen sus instantes.
No desgastan las cosas ni el lenguaje.

Network para ellos es malla
que detiene la plata de los peces.
Benditos los que viven
como cuando nacieron
y pasan la mañana oyendo el olmo
que creció junto al río
sin que nadie lo plantara.
Bendidos los ignotos
los que tienen todavía intimidad.


Juan Antonio Gonzalez Iglesias.

martes, 21 de junio de 2011

Bitácora - Fragmento

Pero yo ordeno el delirio
promulgo el horizonte sin límites
indico al escándalo de las islas
qué fondos necesitan mis naos.
Y nada de alisios,
nada de música de mar.
Exijo catástrofes.
Rones que intenten echar bruma en mi paso.
Magias que me abran de nuevo a la inocencia.
Blancos caballos de furia que hollen la piel
con sus cascos más duros.
¿A ver qué mínimo dios podría doblegarme?
Vientos, vientos, tomen en mi pómulo
el grano fabuloso del maizal de mi sangre.
Que la luz enferma no me alumbre
ni me ampare la sombra.
Yo anunciaré los caminos
las buenas nuevas que anoche trajo el verano.
Yo traeré a la mesa las viandas más finas
yo alzaré en los dedos el trofeo antiguo de la risa.
Y estoy seguro: será hermoso.

Alex Pausides

Quién sabe... - Fragmento

¿Te importa mucho que Dios exista?
¿te importa que una nebulosa te dibuje el destino?
¿que tus oraciones carezcan de interlocutor?
¿que el gran hacedor pueda ser el gran injusto?
¿que los torturadores puedan ser hijos de Dios?
¿que haya que amar a Dios sobre todas las cosas
y no sobre todos los prójimos y prójimas?
¿Has pensado que amar al Dios intangible
suele producir un tangible sufrimiento
y que amar a un palpable cuerpo de muchaha
produce en cambio un placer casi infinito?
¿acaso creer en Dios te borra del humano placer?
¿habrá Dios sentido placer al crear a Eva?
¿habrá Adán sentido placer cuando inventó a Dios?


Mario Benedetti.

lunes, 20 de junio de 2011

Crónicas del Angel Gris - Fragmento.

Los Hombres Sensibles de Flores están derrotados. De nada les valdrá oponerse a la muerte, porque la muerte llegará de todos modos. De nada les servirá su pasión por la memoria, pues toda memoria es perecedera. Y - en definitiva - el tiempo es el mejor aliado de los Amigos del Olvido. Pero es obligación de todos nosotros hacer un poco de fuerza por los muchachos de Flores, para que su derrota sea más honrosa. Recordemos todo el tiempo. No olvidemos nada. Ni el color de nuestras corbatas perdidas, no el olor a tiza y sudor del colegio, ni el calor del asfalto sobre los pies descalzos, ni el gusto a jazmín de los besos en la noche, ni el aroma de la untura blanca. Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo. Y pensemos que después de todo, aunque la victoria final sea de los Amigos del Olvido, será un triunfo sin festejo. Nadie lo recordará jamás.

Alejandro Dolina.

viernes, 17 de junio de 2011

De vos, cuando se enciende la noche.

No sos hogar con chimenea ni verde pradera ni paraíso soñado, ni siquiera sendero de azules piedras. Sos país sin nombre, terreno incierto, negro laberinto sin nada parecido a la esperanza.
No sos tabla salvadora en medio de la mar en una tarde veraniega, sino un cielo furioso descargando tormenta, ola despiadada que me arrastra a tu fondo de parias y de exilios.
No sos vaivén, ni cadencia de ojos cerrados, viejo amor que aún me espera a las puertas del destino. Seguís siendo vértigo caliente, sombra interminable, presencia oscura sin memorias ni palabras ni testigos.
Vos y tus noches de silencios cósmicos, de arcanos de hielo. Y yo y mi vida de gato lejano mirando a la luna.
Río Gallegos - Junio de 2011

jueves, 16 de junio de 2011

Punto y aparte


Hay ciudades que esconden tesoros dormidos,
la frágil memoria de tiempos pasados,
enormes murallas que guardan latidos,
de crueles batallas, de amores perdidos.

Hay silencios que encubren terribles destinos,
la bestia indolente que acecha a los niños,
amargo es el llanto que deja ese frío,
lamento del pobre humillado y vencido.

La sombra del juicio es también alargada,
ampara de oficio la fina coartada,
al maulas de turno y su plan vitalicio;
no temas Mauricio que no pasa nada.

Hay pasiones que atienden amor y castigo
y cigüeñas que vuelan dejando un suspiro,
el aire que un día será suficiente;
de mares dormidos traerán los bígaros.

Hay palabras que unidas agitan naciones,
la patria es pequeña y no tiene balcones,
luchar a morir con un par de sandalias;
apenas me quedan cincuenta y dos letras.

La vida se pone de parto otra noche,
estrellas fugaces que mueren de celos,
deseos que llegan a un punto y aparte.
Los sueños que un día pusimos a trabajar.

Javier Bergia.

domingo, 12 de junio de 2011

Escena de amor - Fragmento



Hay dolores que cambian con crueldad la vida,
y dolores que son la vida misma.
De éstos no hables con nadie,
porque quien no los sufre

vive en el otro lado de algún foso invisible
y no comprenderá tus alegrías.


Joan Magarit - Aguasfuertes

Lluvia - Fragmento




Acaso los rostros amigos, las fotografías,
los paisajes que hemos visto juntos,
tantos gestos que hemos entrevisto o sospechado,
los ademanes y las palabras de ellos.
Todo, todo ha desaparecido
y estamos solos bajo la lluvia,
solos en nuestro compartido,
en nuestro apretado destino,
en nuestra posible muerte única,
en nuestra posible resurrección.
Te quiero con toda la ternura de la lluvia.
Te quiero con toda la violencia de la lluvia.
Te quiero con todos los tambores de la lluvia.
Te quiero con todos los violines de la lluvia.


Raúl González Tuñón

miércoles, 8 de junio de 2011

Isla - Fragmento


Se me ha anunciado que mañana,
a las siete y seis minutos de la tarde,
me convertiré en una isla,
isla como suelen ser las islas.
Mis piernas se irán haciendo tierra y mar,
y poco a poco, igual que un andante chopiniano,
empezarán a salirme árboles en los brazos,
rosas en los ojos y arena en el pecho.
En la boca las palabras morirán
para que el viento a su deseo pueda ulular.
Después, tendido como suelen hacer las islas,
miraré fijamente al horizonte,
veré salir el sol, la luna,
y lejos ya de la inquietud,
diré muy bajito: ¿así que era verdad?


Virgilio Piñera

lunes, 6 de junio de 2011

De los papeles olvidados entre las hojas de un libro cualquiera.

Y ahora por fin puedo entender, que la eternidad duraba el tiempo que vos estabas conmigo...

Qué importa el pasado y qué sabemos del futuro. Solo importa que cada vez que despierto es hoy y ahora.

Llovía ese día y llovió el día siguiente y llovió el día después. Y llovió como si el cielo entero llorara por ella. Nadie, nadie puede dar tanto amor sin que algún día, un día cualquiera, se le destroce el corazón.

Era el tiempo de una época mejor. Cuando sentía el día amanecer en mi espalda, la lengua del sol lamiéndome el sueño. Saber que existía solo porque recordaba algo parecido a una vida. Y vos... hace ya tiempo te veo a vos al final de ese camino.

El sol del nuevo día y la voluntad inquebrantable del hombre siempre nos recuerdan que es hora de ponerse de pie.

 Y es en esas madrugadas de naufragio cuando escribo vigilado por la luna.

Siempre te voy a contar verdades a medias. Pero nunca voy a mentirte.

El corazón es un dictador feroz y despiadado. No luches más contra él, déjalo reinar.

Nunca te buscaré en otro cuerpo.

Río Gallegos - Junio 2011

domingo, 5 de junio de 2011

Misterio

Yo camino buscando tu sonrisa de nube, tu sonrisa de ala, tu sonrisa de fiebre. Yo voy por el amor, por el heroico vino que revienta los labios. Vengo de la tristeza, de la agria cortesía que enmohece los ojos. Pero el amor es lento, pero el amor es muerte resignada y sombría. El amor es misterio, es una luna parda, larga noche sin crímenes, río de suicidas fríos y pensativos, fea y perfecta maldad hija de una poesía que todavía rezuma lágrimas y bostezos, oraciones y agua, bendiciones y penas.

Efraín Huerta

La poesía

Y me mantengo firme gracias a ti, poesía, pequeño pueblo en armas contra la soledad.

Javier Egea

sábado, 4 de junio de 2011

Tetralogía de mujer con sombrero - Silvio Rodriguez - 1972

Apología de mujer con sombrero




Oleo de una mujer con sombrero 




Detalle de mujer con sombrero




Mujer sin sombrero