Seguidores

Nos mudamos de espacio. Enlace permanente a nuestro espacio menor.

sábado, 30 de marzo de 2013

Anónimo X


Que los chupetes se convirtieron en cigarros, el agua en vodka, las bicicletas en carros, los besos en sexo. ¿Te acuerdas cuando volar significaba columpiarse muy rápido? ¿Cuando protección significaba utilizar casco al ir en bicicleta? ¿Cuando lo peor que podías recibir de una persona eran piojos? ¿Cuando sólo amábamos a nuestros padres? Los hombros de papá eran el lugar más alto del mundo y mamá era heroína. Tu peor enemigo era tu hermano, los problemas de velocidad eran causados por quién corría más rápido. Guerra era sólo un juego y la única droga que conocías era el remedio para la tos. El dolor más fuerte que podías oír era el de tus rodillas raspadas y adiós significaba sólo hasta mañana. Todo eso era lo mejor del mundo, pero no pudimos esperar crecer.

Piedra de sol

 
Busco sin encontrar, escribo a solas,no hay nadie, cae el día,cae el año, caigo con el instante, caigo a fondo, invisible camino sobre espejos que repiten mi imagen destrozada, piso días, instantes caminados, piso los pensamientos de mi sombra, piso mi sombra en busca de un instante.

Octavio Paz

Cuando (la poesía)

 
La poesía ocurre como un accidente, un atropello, un enamoramiento, un crimen; ocurre diariamente, a solas, cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.

Jaime Sabines

Hago falta


Hago falta... yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy. Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera. Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado. Falta mi cara en la gráfica del pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo, los ojos míos en la contemplación del mañana, mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos.
 
Alfredo Zitarrosa

jueves, 21 de marzo de 2013

Dentro de la mente de un genio


Si el hombre simplemente se sentara y pensara en su fin inmediato y en su horrible insignificancia y soledad en el cosmos, seguramente se volvería loco, o sucumbiría a un entumecedor o soporífero sentido de inutilidad. Podría preguntarse entonces ¿por qué debería molestarme en escribir una gran sinfonía o luchar para ganarme la vida o incluso amar a otro, cuando no soy más que un microbio momentáneo en una mota de polvo dando vueltas por la inmensidad inimaginable del espacio?

Stanley Kubrick

miércoles, 20 de marzo de 2013

Como tú


 
Yo, como tú,
amo el amor, la vida,
el dulce encanto
de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido
el brote de las lágrimas.

Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.

Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor, las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
 
Roque Dalton

Legitimamos

 
La soledad no es buena consejera.
Y ni toda la sabiduría de los libros
cura la miseria.
La caridad es un paliativo,
un placebo asqueroso.

Salir a las calles no es la solución,
las conozco bien,
enseñan pero a puñaladas,
después de noches de vagar
sé que encierra este teatro.

Sí! el arte me da todo
lo que necesito para vivir.

Eric Thiemer

Después de tus remolinos o tus silencios

Después de sus remolinos o sus silencios, después de estar sostenido con todos esos gestos desinteresados que eran nuestros, nada más que nuestros. Después de los sacrificios y los abandonos, después de los inviernos por la ventana, alcanzados por la nieve de nuestros exilios. Ya después, nos vimos compañeros en la fatiga, en otros anhelos. Como si el tiempo no hubiera dado tregua, y en cambio, hubiese marcado cada acontecimiento en nuestros rostros. Fue después del frío, cuando ya las fotografías no venían con tantas historias ni exóticas fragancias de aquellos mares en donde nada ha sido descubierto. Fue después de todo tierno recorrido por los cuerpos encontrados. Fue después de todo, absolutamente de todo.

Fernando Van Lacke

Mensaje en una botella

 

En una mañana calurosa de marzo, Gonzalo Izquierdo, nieto e hijo de pescadores, creyente a su corta edad de antiguas historias y fabulas de mar, escribió un mensaje dentro de una botella: “La vida del hombre es eterna a pesar de los dioses” y ferviente la arrojó al mar.
Muchos años después cuando sus canosos cabellos caían sobre su cansado mirar, caminando al atardecer por aquella blanca arena, halló intacta aquella vieja botella de su niñez, devuelta ante sus ojos por las tranquilas olas del mar. Ceremonioso se acercó a ella y con cuidado la tomó como si se tratara de un objeto precioso, y sonriente la abrió. Más su alegría cambió al leer el mensaje: “Hoy sobre esta suave arena tu vida llega a su fin como prueba eterna de tu pequeñez".

Álvaro Sánchez

de La noche de las Letras


La mente del poeta no es un refugio de paz, es el calabozo de mil tragedias silenciosas.

Víctor de la Hoz

El club de la pelea

 
Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿O te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿Lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesistas? Sal de tu casa, Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadistica. Estás avisado.

Anónimo IX

Si de algo me siento dueño no es de la vida que vivo, es de mi sueño. Y un hombre no envejece cuando se le arruga la piel sino cuando se arrugan sus sueños y sus esperanzas. Y nunca olvides que un sueño sin estrellas es un sueño olvidado.

Guitarra negra - Introducción

 
Cómo haré para tomarte
en mis adentros, guitarra
Cómo haré para que sientas mi torpe amor
mis ganas de sonarte entera y mía
Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto,
tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente,
tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro,
tus parientes cantores, tus tres almas,
conversadoras como niñas
Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro,
sin testigos, sin manos que te ofendan
Cómo traspasarte mis hombres
y mujeres bien queridos, guitarra
mis amores ajenos,
mi certeza de amarte como pocos
Cómo entregarte
todos esos nombres y esa sangre,
sin inundar tu corazón de sombras,
de temblores y muerte, de ceniza,
de soledad y rabia, de silencio,
de lágrimas idiotas...
 
Alfredo Zitarrosa

miércoles, 13 de marzo de 2013

Libro del desasosiego


El hombre no debe poder ver su propia cara. Eso es lo más terrible que hay. La naturaleza le ha concedido el don de no poder verla, así como el de no poder mirar a sus propios ojos. Sólo en el agua de los ríos y los lagos podía mirar su rostro. Y la postura, incluso, que tenía que adoptar era simbólica. Tenía que inclinarse, que rebajarse para cometer la ignominia de verse. El creador del espejo envenenó el alma humana.
 
Fernando Pessoa
 
 

Todos los hermosos caballos

 
Hierba y sangre. Sangre y piedra. Piedra y los oscuros medallones que imprimieron sobre ellas las primeras gotas planas de lluvia. Recordó a Alejandra y la tristeza que había visto por primera vez en la curva de sus hombros y que había creído comprender y de la que no sabía nada, y experimentó una soledad que no había conocido desde que era niño y se sintió totalmente ajeno al mundo, aunque todavía lo amaba. Pensó que en la belleza del mundo se escondía un secreto. Pensó que el corazón del mundo latía a un costo terrible y que el dolor del mundo y su belleza se movían en una relación de equidad divergente y que en este temerario déficit podría exigirse en última instancia la sangre de multitudes por la visión de una única flor.

Cormac McCarthy

Entre paréntesis


 
¿Entonces qué es una escritura de calidad? Pues lo que siempre ha sido: saber meter la cabeza en lo oscuro, saber saltar al vacío, saber que la literatura básicamente es un oficio peligroso. Correr por el borde del precipicio: a un lado el abismo sin fondo y al otro lado las caras que uno quiere, las sonrientes caras que uno quiere, y los libros, y los amigos, y la comida. Y aceptar esa evidencia aunque a veces nos pese más que la losa que cubre los restos de todos los escritores muertos. La literatura como diría una folklórica andaluza, es un peligro.
 
Roberto Bolaño

martes, 12 de marzo de 2013

La pálida

 
Mis certezas desayunan dudas. Y hay días que en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno: entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos

Anónimo VIII


Sus sueños tenían la forma de las mariposas, el aroma del arcoiris, la luz de luciérnagas, la mirada de la noche...

(Arte de Viktor Sheleg)

Conciliando

Ya no tengo claves.
No logro entender los comportamientos,
las circunstancias, los encuentros,

las desprolijidades evitables,
las bifurcaciones en los caminos,
las conductas que matizan las nuevas relaciones,
las dedicadas manipulaciones que extasían los humores,
la parafernalia de los dueños de la verdad,
la gravedad de las discusiones insignificantes,
la macabra clarividencia de los que saben

y me miran desde arriba.

Busco insaciablemente lo profundo,
lo verdadero,
lo humano capaz de trascender,
la sencillez de la palabra,
la grandeza del silencio,
el perdón de la tardanza,
la justicia añorable,
el romance infinito,
la calidez de las palabras,
el recuerdo... este instante.


alasVALS

domingo, 10 de marzo de 2013

Soy

                                                
Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.

Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.

Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,

del tiempo, que es de uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.
 
Borges (Jorge Luis)

Peripecias del agua

 
Basta conocerla un poco para comprender que el agua está cansada de ser un líquido. La prueba es que apenas se le presenta la oportunidad se convierte en hielo o en vapor, pero tampoco eso la satisface; el vapor se pierde en absurdas divagaciones y el hielo es torpe y tosco, se planta donde puede y en general sólo sirve para dar vivacidad a los pingüinos y a los gin and tonic. Por eso el agua elige delicadamente la nieve, que la alienta en su más secreta esperanza, la de fijar por sí misma las formas de todo lo que no es agua, las casas, los prados, las montañas, los árboles...

Julio

De la película Lugares Comunes (aunque también puede haber sido dedicado a mi Estela)

Ninguna de las mujeres que conocí después de Lili le puede ganar. No. Las miro, las puedo admirar, me puede asombrar encontrarme con alguien como Tutti Tudela, pues yo estoy abierto a lo que sea, por lo que pueda pasar.
Pero no hay caso... Lili gana.... Lili siempre gana.

La música según El Maestro

 
La música se parece más a un animal que al hombre. Es como si la música fuera una medusa o una mariposa. Tiene una animalidad, una cosa indomable. Por más que la escribamos o la combinemos, lo que sea, siempre abarca mucho más.

Spinetta.

“Oh Gloria Inaccesible. Oh, júbilo inmortal”.

"Estoy atrapado bajo las gotas de esta lluvia desesperada, parado en algún lugar de tu ombligo, mientras la muerte con un sombrero verde me espera al otro lado de la calle."
 

Oscar Leonardo Salas Ángel, poeta y estudiante en Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana, de nacionalidad colombiana, muerto a los 20 años el 8 de marzo de 2006 en una manifestación contra el Tratado de Libre Comercio en la Universidad Nacional de Colombia durante la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer. Su muerte se produjo en un enfrentamiento con el Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD.
"Porque el que murió peleando vive en cada compañero, por nuestros muertos ni un minuto de silencio, toda una vida de combate. ¿Hasta cuándo? Hasta siempre.". Así lo despidieron sus familiares y amigos.