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viernes, 24 de febrero de 2012

El que se va se lleva su memoria



El que se va se lleva su memoria,
su modo de ser río, de ser aire,
de ser adiós y nunca.

Hasta que un día
otro lo para, lo detiene
y lo reduce a voz, a piel,
a superficie ofrecida, entregada,
mientras dentro de sí
la oculta soledad aguarda y tiembla.

Rosario Castellanos

martes, 21 de febrero de 2012

Gente necesaria


Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintana.

Alejandra Pizarnik, Diarios

Anoche bebí demasiado porque comí con unos idiotas, unos arquitectos -con sus mujercitas- que hablaban de aviones y del servicio militar en todos los países del mundo. Eran muchachos de veinticuatro a treinta años. Odio a la gente joven -seria y estudiosa- con su Porvenir abierto y sus miserables deseos de automóviles y departamentos. Los únicos jóvenes que acepto son los bizcos, los cojos, los poetas, los homosexuales, los viudos inconsolables, los frustrados, los obsesionados, sean condes o mendigos, comunistas o monárquicos, mujeres, hombres, andróginos o castrados.

lunes, 20 de febrero de 2012

Sé cuidadoso


Sé cuidadoso con las palabras
cuando le describas a la sorda
el silencio que se hizo
cuando dejó de llorar.
Sé cuidadoso con las palabras
cuando le describas a la ciega
lo hermoso que es su rostro
cuando escucha.

En memoria de Kraeplin (de Andersson)

No sé por qué se debe morir - Antología

Tengo que viajar como todos los que viajan a altas horas de la noche no dejando nada aquí, pronto comenzará el verdadero invierno
el círculo de luz de la luna
poco a poco desaparece
un petrel altivo enfrenta el viento nadie me reconoce como a un enviado y en el fondo de todo y en el fondo de mi alma sólo queda el sencillo recuerdo de lo que he vivido.
Tengo que viajar como viajan los que se van de aquí para siempre o para volver con otro rostro, más lejos están las estrellas y sé que aquí no quedará nada que tenga que volver a vivirlo.
El frío me acompaña, mis sueños me acompañan y tengo puesta la misma ropa, la misma ropa inveterada que me ha acompañado y aunque sé que no estoy solo y aunque sé que iré a seguir viviendo, que iré nuevamente a esperar con mis manos juntas y con mi sonrisa habitual de pobre, sin embargo ¿cuántas cosas terribles he hecho para no volver? 

Alberto Mazzocchi

El problema


El problema ahora
es que hay muchos vigilantes
y pocos locos.
El problema ahora
es que la jaula
está en el interior del pájaro.


David Eloy Rodríguez

Poe, Edgar Allan


A veces tengo miedo de mi corazón, de su hambre constante de lo que sea que quiere. La forma en que se detiene y comienza otra vez.

domingo, 19 de febrero de 2012

del Diario de Andrés Fava

He pensado tantas veces su imagen
mientras andaba por la calle,
al entrar a un café,
frente a poemas que un día
nos gustaron a ambos.
Julio.

Testamento de miércoles


Lego un remordimiento porque es aleccionante
y un poco de tristeza por que es inevitable
también mi soledad con la ilusión
de que el jueves resuelva no admitirla
y me sancione con presencias varias.

Lego los crujidos de mis viejas bisagras
también una tajada de mi sombra
no toda por que un hombre sin su sombra
no merece el respeto de la gente.

Lego los suburbios de una idea
un tríptico de espejos que me agrade
el mar allá al alcance de la mano
mis cóleras por orden alfabético
y un breve y curioso estado de ánimo
que todavía no se si es inocencia
o estupidez malsana o alegría.

Sólo ahora lo advierto
en paredes y anaqueles y venas
en glándulas y techos y optimismos
me quedan tantas cosas por legar
que mejor las incluyo
en otro testamento
digamos el del viernes.

Benedetti.