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sábado, 30 de junio de 2012

La historia que no pude o no supe escribir

Estoy hablando de la belleza, de la capacidad de dejarnos herir por ella.

¿La belleza? Quién nunca ha fantaseado con la propia muerte es incapaz de dejarse herir por la belleza. La belleza y la muerte. Tiene sentido. Nada lo tiene. Pero resulta alentador pensar lo contrario.
La belleza, el modo de apreciarla o de vivirla, dependiendo de la edad. Al principio identificamos belleza y alegría, pero con el paso del tiempo la cosa cambia. Después no resulta complicado escribir en una misma frase las palabras ¨muerte¨ y ¨belleza¨. Será porque cerca del final, me refiero al final de algo que creímos importante, agudizamos nuestra capacidad perceptiva.
 
Javier Cánaves

de Cancionero y Romancero de ausencias


No te asomes a la ventana,
que no hay nada en esta casa.
Asómate a mi alma.

No te asomes al cementerio,
que no hay nada entre esos huesos.
Asómate a mi cuerpo.

Miguel Hernández

jueves, 28 de junio de 2012

Macbeth o el camino de la ambición en cinco actos

La vida no es más que una sombra en marcha (...) es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada.

(Acto V, Escena V)


Jeanette Nolan en la versión de Orson Welles de 1948.

domingo, 24 de junio de 2012

Roberto Santoro, poeta y revolucionario

Hablar de Roberto J.Santoro no es una tarea fácil, es hablar del amigo que no está, pero que dejó una impronta inolvidable en medio de los difíciles días compartidos, porteño de barrio, poeta de alma y ser humano por vocación. Maestro, alumno, oído receptivo, siempre tenía una palabra de estímulo hacia lo que uno consideraba un fracaso. Repetía hasta el cansancio que un mal poema se corrige con otro mejor, con trabajo constante. Su no-presencia es dolorosa, constante e irrecuperable como los libros quemados de la biblioteca de Alejandría o los del Centro de Cultura Económica o los de la Biblioteca Vigil de Rosario. (Francisco A. Chiroleu - Poeta)

El 1 de junio de 1977 tres personas entraron a la Escuela Nacional de Educación Técnica 25, del barrio de Once, se identificaron como parientes de un alumno y preguntaron por Roberto Santoro. Sabían que el hombre al que buscaban, nacido en abril de 1939, además de preceptor era militante revolucionario del PRT-ERP , poeta, editor no convencional y que había denunciado los secuestros de los escritores Haroldo Conti y Alberto Costa. Al día de la fecha, engrosa la lista de detenidos desaparecidos.

“Hasta aquí los datos que poseo. El presidente, no obstante, habla de la libertad y de la democracia. Se liberan los precios. Hay cesantías en masa. Distribuyen una cartilla para prevenir actividades subversivas en las escuelas. El presidente dice que rechaza la prensa complaciente, la planta Ford de General Pacheco, que ocupa 4800 trabajadores, cierra por cinco semanas. EEUU acepta el plan del ministro de Economía, hombre ligado a los monopolios; los obispos hablan de paz y rezan, solo rezan. Lo cierto es que los compañeros siguen presos y es necesario que ustedes, a través de la Confederación de Escritores Latinoamericanos, nos den una mano, la de la solidaridad y a favor de la causa popular testimonien el atropello de las burguesías sobre el proletariado. Hermanos, discúlpenme la letra, no tengo máquina donde estoy. Compréndanme, compréndannos. De todas maneras somos optimistas. Esto recién ha comenzado. El presente es de lucha, el futuro es nuestro." (Junio de 1976)

Trabajos editados: Oficio desesperado (1962), El último tranvía (1963), De tango y los demás (1963), Nacimiento en la tierra (1964), Pedradas con mi Patria (1964), Desafío (1972), Uno más uno humanidad (1972), Cuatro canciones y un vuelo (1973), Poesía en general ( 1973), Las cosas claras (1973) y No negociable (1974).

“Roberto Santoro: Sangre grupo A, factor RH negativo, 34 años, una hija, 12 hs. diarias a la búsqueda absurda, castradora, inhumana, del sueldo que no alcanza. Dos empleos. Vivo en una pieza. Hijo de obreros, tengo conciencia de clase. Rechazo ser travesti del sistema, esa podrída máquina social que hace que un hombre deje ser un hombre, obligándolo a tener un despertador en el culo, in infarto en el cuore, una boleta de prode en la cabeza y un candado en la boca.” 

"Si se escapa esta rabia que llamamos esperanza, si un día se va, yo crucifico al amor y después de enterrar a mis hermanos, me voy con el tranvía de la muerte a clausurar mi corazón en una plaza."

Daniel Moyano, el gran olvidado

Nacido en octubre de 1930, Daniel Moyano es el menos conocido de los grandes escritores argentinos de las décadas del 60 y del 70. Obrero de oficios, cuando editó su primer libro de cuentos Artistas de Variedades solía contar "Soy el plomero Moyano e intento ser escritor. También trabajo como soldador, que aprendí de un amigo alemán que conocía poemas de Heine y de Rilke. Los leíamos entre el fragor de los sopletes".  Su novela El oscuro ganó el premio Primera Plana, en 1967 con un jurado de lujo (Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez).
Secuestrado en 1976 por la dictadura militar se exilió en España luego de su liberación, país que no abandonó hasta su muerte en 1992, quízás por aquello que escribió Di Benedetto, "el exilio es para siempre".


El Oscuro - Fragmento
  Uno es finalmente un contorno que contiene una sola vida y una sola muerte. Es una especie de cárcel donde está condenado a vivir y a morir. Pero hay algo que lo salva a uno cuando uno presiente la existencia total de otro ser (su contorno y lo que contiene) y siente de pronto que ese otro ser responde y entonces los contornos, tocados por el amor, se unen y sienten que ya no son un solo contorno, una sola cárcel, sino que participan de la maravillosa multiplicidad.

 
 
 
Mi patria es la infancia.
Mi ideología es el lenguaje.
La memoria es la única realidad.

Soy de aquí, de estos lugares

Parafraseando a Walt Whitman, la poesía contiene multitudes y es una forma de aclarar la mente, es una forma de ver, es un medio de comunicación masiva.

Jackie Kay

Doble problema - Fragmento

Fuimos ricos y pobres
fuimos comprados y vendidos.
Fuimos negros y blancos
fuimos comprados y vendidos.
Fuimos vida y muerte
fuimos norte y sur.
Fuimos tomados de las manos
fuimos pies y lenguas.
Fuimos buenos y malos
fuimos la guerra y la paz.


Habitación que oscureció



No buscaré ¿para qué?
si mi sol rompió.
Hoy no es hoy,
es ayer y nunca más.

Y cada vez estoy peor.
Mi único mal soy yo.

Taura - Huésped (2008)

A bailar

Vamos!... A bailar!...
tal vez no vuelvas a verla nunca,
y el último tango perfuma la noche
y este es el tango que dice el adiós...

Quedará el salón vacío
con un montón de esperanzas
que irán camino al olvido...
A bailar, a bailar
que la orquesta se va!

Homero Expósito

Así se baila el tango - Acuarela de Miguel Angel Bia


Se7en


La vida es hermosa y vale la pena luchar por ella... estoy de acuerdo con la segunda parte.

¿De qué color es la soledad?

A la que un día lo leerá, ya tarde como siempre.
(Julio Cortázar)

Las calles no respiran, es la hora de los seres de la noche. No tengo, eso es lo extraño, más palabras para gastar, tengo la lengua seca y a veces olvido esa cosa llamada sentimientos. Hoy todos los caminos de la luna iluminan mi soledad.
Ella escapa de las raíces del sol. Trae consigo el olor de la nieve, huele como el aire de la mañana nevada. Por fin habla y habla de la sangre y del amor (siempre dice que la muerte y el amor llegan solos). Abre de par en par sus puertas. Al fin y al cabo las puertas se han hecho para ser abiertas.
Ella es una tierra olvidada, un mundo incomprensible, de distancias colosales, de cielos infinitamente grises. Es el abismo donde me pierdo, el bolsillo donde guardo sus canciones, el fantasma viviendo de prestado en su almohada. Así deben ser todos los fantasmas, recuerdos que las cosas tienen de las personas.
Yo soy muchos, soy el recuerdo que queda de todo lo demás y ese recuerdo tiene mi nombre.
Supongo que eso es lo que se llama vivir. No hay forma de volver hacia atrás, por la simple razón de que duele volver atrás. Volver al tiempo del amor.

Un secreto. Hay un secreto en todas las cosas, en el sol perdido en su propia soledad de estrella, en el pájaro amo del aire y esclavo del viento, en el agua prisionera del río, en el hombre torturado día tras día por sus propias obsesiones, condenado a vivir con los perros de su alma.
A esta altura vos habías cambiado. Lo habías hecho de la misma forma en que cambia la poesía o la nostalgia. Cargabas con una sonrisa más antigua que el cuerpo que la encerraba
Desde mi rincón - siempre mi rincón - trato de descubrir en tu piel de luna de qué color es la soledad.
Vení conmigo, el mundo todo nos espera. Esta noche quiero que me des olvido.

Pequeñas victorias. Ojalá tuviéramos más de ellas.

Río Gallegos - Junio de 2012.

Ventana sobre una mijer

Esa mujer es una casa secreta.
En sus rincones, guarda voces y esconde fantasmas.
En las noches de invierno, humea.
Quien en ella entra, dicen, nunca más sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea. En esa casa seré habitado. En ella me espera el vino que me beberá. Muy suavemente golpeo a la puerta, y espero.


Galeano

martes, 19 de junio de 2012

La Murga del Tiempo

Por esas calles funestas anda la Murga del Tiempo, también llamada Comparsa del Devenir, un grupo de bailarines zaparrastrosos que se mueven sin la menor gracia. La Murga baila todo el año, sus apariciones son sorpresivas y su canto es imposible de ser recordado, ni aun por los mismos cantores, que se ven obligados a inventar letras nuevas perpetuamente.
Pero la principal cualidad de esta comparsa se escribe así: si alguien baila con ellos ya no puede dejar de bailar, ni abandonar la murga. De este modo, el número de sus integrantes aumenta cada día. Las madres aconsejan a los niños huir ni bien oigan los bombos y los intimidan con historias espantosas de niños raptados y condenados a la repetición perpetua de un paso murguero.

Background

Sé que los sueños pueden traerme el horror como la delicia, llevarme al descubrimiento o extraviarme en un laberinto sin término; pero también sé que soy lo que sueño y que sueño lo que soy. Despierto, sólo me conozco a medias, y el insomnio juega turbiamente con ese conocimiento envuelto en ilusiones; mi mandala me ayuda a caer en mí mismo, a colgar mi conciencia allí donde colgué mi ropa al acostarme.

Si hablo de esto es porque al despertar arrastro conmigo jirones de sueños pidiendo escritura, y porque desde siempre he sabido que esa escritura -poemas, cuentos, novelas- era la sola fijación que me ha sido dada para no disolverme en ése que bebe su café matinal y sale a la calle para empezar un nuevo día. Nada tengo en contra de mi vida diurna, pero no es por ella que escribo.

domingo, 17 de junio de 2012

El perro


El poema no pide de comer.
Come los pobres platos
que gente sin vergüenza o pudor
le sirve en medio de la noche.
La palabra divina ya no existe.
¿Qué puede hacer el poema,
sino contentarse con lo que le dan?
Después aullará por ahí sin respuesta,
será otro perro perdido
en la ciudad impiadosa.

Juan Gelman

Al sur de la frontera, al oeste del sol

En realidad no podía hacer nada. Los fantasmas estaban siempre presentes, aferrándome con fuerza. Cuando llovía, todo era aún peor. Con la lluvia, me asaltaba la ilusión de que, de un momento a otro, iba a aparecer Shimamoto. Ella abría la puerta en silencio y traía consigo el olor a lluvia. Podía imaginar la sonrisa que flotaba en sus labios. Yo decía algo equivocado y ella negaba con la cabeza, en silencio, sin dejar de sonreír. Todas mis palabras perdían fuerza y se iban derramando poco a poco fuera del mundo real como las gotas de la lluvia que se deslizaban por los cristales de la ventana. Esas noches sentía que me ahogaba. Las noches de lluvia deformaban la realidad, distorsionaban el tiempo...

Haruki Murakami

Silver Surfer

Aunque tú no lo sepas

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos,
paseamos por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento
espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
 
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.

Luis García Montero

La alegría de perderte

Que haya viento a favor. Que mires atrás una sola vez para saber que aún no te persigues. Que encuentres la alegría de perderte, la certeza fugaz de no estar muerto, alguien que te acompañe y cosas que sucedan. Que sigas. Que te pares. Que nunca des contigo. Y que tu patria sea ese lugar al que no llegarás.

Álvaro Tato

Los hijos de los hijos de la ira (sobre el futuro que le dejamos a nuestro futuro)

También estaba el tedio
de tener que explicarles a los niños
palabras como pueblo indio,
oso pardo, ballena azul o lince ibérico.
Pero esto eran minucias, sacrificios
en nada comparables con el sufrido
por aquellos que ahora nos decían
"hijos de nuestra sangre", tan severos.
Aunque a veces, es cierto, no era fácil,
simplemente intentamos ir viviendo
haciendo caso omiso al comezón
al vacío que moraba en nosotros,
hijos de la bonanza,
los hijos de los hijos de la ira,
herederos de todos los despojos.

Buzón de sugerencias



Sugiero que todo está muy caro,
que los taxistas tienen
mucha prisa y pocas ganas,
que la gente no mira a la cara
de la gente que los mira,
ni se toca, ni se cambia los ojos
para ver cosas nuevas.

Sugiero que el agua no valga dinero,
que un “lo siento” no valga dinero,
que dejemos en paz
a las mujeres de trapo,
que dejemos de meterle
la mano por el culo
a los hombres marioneta.
Sugiero que alguien
abra de una vez
el buzón de sugerencias
y haga de una puta vez
lo que le piden.

Antonio García Villarán (a.k.a. El Cangrejo Pistolero)

Casablanca

Por y para Silvana Moschen, tirando piedritas desde el Pont Des Arts (ella sabrá por qué, nuevamente)



Puede que yo no sea Humphrey Bogart
y que tú ni siquiera te parezcas
a Ingrid Bergman
que esta ciudad marrón llena de otoño
no se asemeje en nada a Casablanca
pero piensa que hay vuelos a París
cada mañana
y que todo lo que nos queda
es encontrarnos.

José Miguel García Conde

Buenas salenas cronopio cronopio

Y llegó aquel cassette que traía su voz grave y ese estremecimiento que provocaba escucharlo pronunciar "Rocamadour, bebé Rocamadour" con la erre afrancesada. Y la foto inmortal de Sara Facio, el retrato inoxidable del mayor de los cronopios. Y la alegría, claro, la inmensa alegría de haberme cruzado en el camino con ese niño grande fascinado por las palabras que, riéndose de la solemnidad ajena, se dedicó a abrir puertas para ir a jugar, y las encontró. No tiene sentido, me parece, veinticinco años después, incurrir en la melancolía y experimentar con retroactividad el duelo que no viví. Tampoco me interesan demasiado ya los sesudos análisis académicos acerca de sus aportes técnicos y teóricos a la narrativa contemporánea. Prefiero apoyarme en mi perspectiva de lector y recordarlo con la gratitud que sólo puede despertar quien nos ha obsequiado el placer de páginas inolvidables. El mejor homenaje que se le puede rendir, creo, es seguir leyéndolo. Y, por supuesto, continuar siendo unos cronopios irredimibles, eternamente extranjeros en este mundo armado tan pero tan a la medida de los famas.

Alfredo Di Bernardo
(de Crónicas del Hombre Alto - Marzo de 2009)

Sensini - Fragmento

Voy a cumplir sesenta años, pero me siento como si tuviera veinticinco, afirmaba al final de la carta o tal vez en la posdata. Al principio me pareció una declaración muy triste, pero cuando la leí por segunda o tercera vez comprendí que era como si me dijiera: ¿cuántos años tenés vos pibe? Mi respuesta, lo recuerdo, fue inmediata. Le dije que tenía veintiocho, tres más que él. Aquella mañana fue como si recuperara si no la felicidad, sí la energía, una energía que se parecía mucho al humor, un humor que se parecía mucho a la memoria.

Roberto Bolaño.

jueves, 14 de junio de 2012

Anónimo III



Será mi sangre una tinta como pocas y mi piel será el papel que guardará mi memoria.

miércoles, 13 de junio de 2012

Si una noche de invierno un viajero


¿Qué importa el nombre del autor en la portada? Trasladémonos con el pensamiento a tres mil años de aquí. Quién sabe qué libros se habrán salvado de nuestra época, y de quién sabe qué autores se recordará aún el nombre. Habrá libros que seguirán siendo famosos, pero que serán considerados obras anónimas, como para nosotros la epopeya de Gilgamesh; habrá autores cuyo nombre será siempre famoso, pero de los que no quedará ninguna obra, como sucedió con Sócrates; o quizá todos los libros supervivientes se atribuirán a un único autor misterioso, como Homero.

Italo Calvino

martes, 12 de junio de 2012

Deutsches Requiem

Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio.

Miro mi cara en el espejo para saber quién soy, para saber cómo me portaré dentro de unas horas, cuando me enfrente con el fin. Mi carne puede tener miedo; yo, no.

domingo, 10 de junio de 2012

Creation (The Charles Darwin Biography)


Querida Emma:


Anoche me dijiste que estaba en guerra con Dios, pero la verdad es que no hay algo tan dramático como una guerra; sólo es una silenciosa batalla contra mí mismo que se extiende durante cientos de tardes.
La pérdida de la fe religiosa es un lento y frágil proceso, como la elevación de los continentes. ¿Qué puedo decirte excepto que el proceso está ya completo


Creation (2009)

(La culpable de este post es Ude Picart, por hacerme descubrir esta maravillosa película. Gracias entonces a Sister Ude, “una muñeca de huesos de pájaro”)

Las muchas edades de Julio - Primera parte.

De 1946 a 1951, vida porteña, solitaria e independiente; convencido de ser un solterón irreductible, amigo de muy poca gente, melómano lector a jornada completa, enamorado del cine, burguesito ciego a todo lo que pasaba más allá de la esfera de lo estético. Traductor público nacional. Gran oficio para una vida como la mía en ese entonces, egoístamente solitaria e independiente.

Entrevista a Cortázar en Life - Enero de 1968.

Borges y el destino de los hombres y los libros.


Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos.