Seguidores

Nos mudamos de espacio. Enlace permanente a nuestro espacio menor.

domingo, 29 de abril de 2012

Noche-Mañana



El mástil de la luna se ha podrido y la vela arrugado.
La gaviota flota ebria, más allá, sobre el agua.
El pesado cuadrilátero del muelle, carbonizado.
El matorral se doblega en la oscuridad.
El amanecer golpea y golpea en las verjas de piedra gris del mar y el sol crepita cerca del mundo.
Semiahogados dioses estivales tantean en niebla marina.

Tomas Traströmer

Perro Mundo

No voy a seguir buceando en la inmundicia
no voy a oler el sicote del que pasa con tu tufo a leche podrida
no voy a rogar por un hueso pelado
no me da la gana de ladrar por nada
no voy a anunciarles que un ladrón merodea por el vecindario
ni que los gatos no quieren cazar las ratas que se comen el queso
no quiero ser más el amigo de nadie.

Alex Pausides

El sueño de la muerte o el lugar de los cuerpos poéticos


Toda la noche escucho el llamamiento de la muerte, toda la noche escucho el canto de la muerte junto al río, toda la noche escucho la voz de la muerte que me llama.

Y tantos sueños unidos, tantas posesiones, tantas inmersiones en mis posesiones de pequeña difunta en un jardín de ruinas y de lilas. Junto al río la muerte me llama. Desoladamente desgarrada en el corazón escucho el canto de la más pura alegría.

Extracción de la piedra de la locura.

lunes, 23 de abril de 2012

El lado oscuro del corazón o la desazón en palabras de Ana.


Nunca veas a una puta con luz de día, es como mirar una película con la luz encendida, como el cabaret a las diez de la mañana, con los rayos de sol atravesando el polvo que se levanta cuando barres, como descubrir que este poema que te hizo llorar a la noche, al día siguiente apenas te interesa, es como sería este puto mundo si hubiera que soportar las cosas tal y como son. Como descubrir al actor que viste haciendo Hamlet en la cola del pan, como el vacío cuando te pagan y no sentís ni siquiera un poquito, como la tristeza cuando te pagan y sentiste por lo menos un poquito, como abrir un cajón y descubrir una foto de cuando la puta tenía nueve años, como dejarte venir conmigo sabiendo que cuando se acabe la magia vas a estar con una mujer como yo, en Montevideo.

Breviario de podredumbre o la genealogía del fanatismo



Incluso cuando se aleja de la religión el hombre permanece sujeto a ella; agotándose en forjar simulacros de dioses, los adopta después febrilmente: su necesidad de ficción, de mitología, triunfa sobre la evidencia y el ridículo. Su capacidad de adorar es responsable de todos sus crímenes: el que ama indebidamente a un dios obliga a los otros a amarlo, en espera de exterminarlos si se rehúsan. No hay intolerancia, intransigencia ideológica o proselitismo que no revelen el fondo bestial del entusiasmo.


Emil Cioran

domingo, 22 de abril de 2012

Con voz de rayo de luna llena


Se escapó de cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
quien supiera reír
como llora Chavela...

A medianoche


A medianoche, a punto de terminar agosto, pienso con tristeza en las hojas que caen de los calendarios incesantemente. Me siento el árbol de los calendarios.

Cada día, hijo mío, que se va para siempre, me deja preguntándome: si es huérfano el que pierde un padre, si es viudo el que ha perdido la esposa, ¿cómo se llama el que pierde un hijo? ¿cómo el que pierde el tiempo? Y si yo mismo soy el tiempo, ¿cómo he de llamarme si me pierdo a mí mismo?
El día y la noche, no el lunes ni el martes, ni agosto ni septiembre; el día y la noche son la única medida de nuestra duración. Existir es durar, abrir los ojos y cerrarlos.
A estas horas, todas las noches, para siempre, yo soy el que ha perdido el día, aunque sienta que, igual que sube la fruta por las ramas del durazno, está subiendo en el corazón de estas horas, el amanecer.

Jaime Sabines.

Música para camaleones - Fragmento


Ahora, me situé a mí mismo en el centro de la escena, y de un modo estricto y sobrio, reconstruí conversaciones triviales con personas corrientes. Tras escribir centenares de páginas sobre esas cosas tan simples terminé por desarrollar un estilo. Había encontrado una estructura dentro de la cual podría integrar todo lo que sabía acerca de escribir. Entretanto, aquí estoy en mi oscura demencia, absolutamente solo con mi baraja de naipes.

Truman Capote.

Trífero - Fragmento


Se puede reconstruir una vida enfrentando la luz de los salones a la penumbra de las buhardillas, las tazas de té a los tragos de vodka, los besos a las traiciones.


Ray Loriga

En la luna


Me han dicho

—a modo de crítica—
que vivo en la luna.

Les he dicho
—a modo de crítica—
que viven en la Tierra.

Jaime Jaramillo Escobar

Como en un sueño


Se ama siempre algo, o alguien. Ya sé, no es lo que querías escuchar, pero se ama y es entonces que puedes sentir tu vida mezclada con la suya. Cayendo uno contra el otro como dos tormentas o dos estrellas. Como quién descubre recién la lluvia, como quién escucha gotear el silencio.


Ella se mueve como en un sueño,
como en los gestos recordados de un sueño.
Ella me espera emboscada en un sueño.
Ella atrapa el tiempo en una caricia,
por detrás de ella amanecen mis ojos.
Así me muera por dentro,
así me viva pensando en ti.


Río Gallegos - Abril 2012.

Julio

Papel mojado

Con ríos
con sangre
con lluvia
o rocío
con semen
con vino
con nieve
con llanto
los poemas
suelen
ser
papel mojado.


Benedetti.

Nos sobran los motivos - Introducción


Este adiós, no maquilla un hasta luego
este nunca, no esconde un ojalá
estas cenizas no juegan con fuego
este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo
esta letra no la protestaré
ahórrate el acuse de recibo
estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos no lloran más por ti.

 
El genio de Úbeda.

jueves, 12 de abril de 2012

Aquellos soldaditos de plomo

Hay pampas en vez de sabanas, gauchos por guajiros y mate a la hora del café. Pero las infancias son las mismas hambrunas y perros ajenos, juguetes baratos y ausencias. Así me veo en la niñez que entona Víctor Heredia, me reconozco en sus descubrimientos, en sus perplejidades, en sus dudas.
Después quisieron sienciarlo. Lo marcaron por defender al débil y poner verbo a su esperanza. Hoy muestra sus voces interiores, su tierno canto de desquite. Lamento mi impericia en preludios a tan sensible desnudez. Pero sé agradecer la nutrición, el mapa del abrazo en el que muchos ya no estaremos solos.
Gracias, Víctor, por estos otros cantos de nuevo verdaderos.

Silvio Rodriguez, La Habana, abril de 2011.

Solos

No intentes decirme que hacer, no intentes.
Vuelvo sobre los pasos de los que cuecen
absurdas voces clandestinas
¿Ves?
No existo.
No te afanes en mí, no soy,
no estuve nunca.
No me creas.
No te creo.
Eso es peor que odiar, no llores
ya hubo llanto en otras noches
y hasta un cielo cobijando soledades.
Ahora espera a que el silencio
nos despoje de esa nada
que creció entre nosotros.
¿Ves? Ya pasó.
Estamos solos.

Víctor Heredia