¿Cómo no prever el momento en que ya no haya religión, en que el hombre, claro y vacío, no disponga ya de ninguna palabra para designar sus abismos? Lo Desconocido será tan apagado como lo conocido, todo carecerá de interés y de sabor. Sobre las ruinas del Conocimiento, un letargo sepulcral hará espectros de todos nosotros, héroes lunarios de la Indiferencia.
Emil Mihai Cioran
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