A quien vive en silencio, dedico estas páginas, silenciosamente.
Mis cuadernos. Tan tristemente llenos, éste de impotencia y el otro de blanca e inútil espera. De la espera más dificil, de la más dolorosa: la de uno mismo. Si algo escribiera en él, sería la confesión de que yo también me estoy esperando desde hace mucho tiempo, y no he llegado.
Josefina Vicens
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