A veces un oscuro animal se apodera de mí
La gente anda sola y cojea. Así, por la mañana se enamora hasta el más tonto de todos, el que nunca sabrá nada de sí mismo. Esta mañana, cada mañana, mañana, habremos llegado donde haya que llegar, sin amor, con amor, solos. Habrá que llegar, sin amor, con amor, solos. Habrá que llegar, acompañados o no. Habrá que llegar, sin trayectoria, sin destino, sin horizonte donde poner los ojos. Habrá que llegar, sin libros por leer, sin un cuerpo del que se pueda esperar una hermosa sorpresa, sin destino andando por andar, viviendo por vivir, sin casa. Habrá que llegar a algún lugar, desnudo frente a un océano que te arrastra hasta no ser sino su espuma.
Y así asaltado por las olas de septiembre, esta mañana, has mirado hacia atrás. No te tengo piedad pasado mío y te dejo morir, como una vieja ballena que se suicida en las playas del tiempo.
Dionisio Cañas, extraído de su libro Corazón de perro.
(La imagen que acompaña: Collage 2 de Soledad Olivera Avellaneda)
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