a unas cuantas personas no les parecía bien.
Un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal.
Un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.
Juan Gelman.
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