¿No habremos tenido desde que nacimos los mismos sueños? Contame los tuyos. Habrás soñado mucho antes de conocerme. Yo sueño siempre conmigo. Cuando era muy niña, tenía conversaciones con mi propia imagen. Le hablaba con un millón de voces. De noche soñaba con este espejo; tal vez fuera por influencia de mis lecturas: Alicia en el País de las Maravillas me fascinaba. Dicen que en el momento de morir uno recuerda todos los instantes de la vida. Al disponerme a morir esta noche, reviví frente a este espejo las sensaciones de mi infancia.
Silvina Ocampo - Cuentos completos II
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