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domingo, 19 de diciembre de 2010

De mi no existencia en las calles.

Mierda. Otra noche más que se termina, que se escurre entre los dedos, si es que pudiera.
“Otro día más viejo” decía el viejo Jacinto. Eso lo decía cada vez que se despertaba en el mismo banco despintado de la placita, hasta un día que ya no tuvo necesidad de decirlo. El día en que sus días se detuvieron para siempre y vinieron unos hombres azules a llevarselo y no lo vimos más.
De todas las calles suben bocinas y gritos. La ciudad se niega al descanso nocturno. De arriba me miran los mil ojos brillantes y ciegos de otras tantas ventanas.
Un gorrión desubicado canta y se lamenta ¿Dónde está mi amor? ¿Dónde está mi amor?
Un borracho se duerme recostado en una pila de diarios olvidados. Mejor así, uno menos que no me molestará por un rato.
Después están ellos, los verdaderos dueños de la calle, los que están siempre, los que siempre están. En las esquinas vendiendo estampitas, en los semáforos pidiendo monedas o lavando parabrisas, en los cordones sucios de la calle aspirando porquería. Los niños-duendes de la ciudad, los que nadie ve. Los pobres que de tan pobres ni nombre tienen. Que de tan pobres se lo tienen que inventar. Los abandonados, los invisibles, los mendigos, los ladrones, los malditos. Esos pequeños a veces crueles, a veces cariño puro y salvaje pero que siempre llevan la huella de una irremediable tristeza como una segunda piel. Benditos sean por su corazón deshecho.
Pero a mí no me pongás nombres. No existo. Soy la sombra del aire. Soy el peso de una nube, soy el grito de las piedras. Soy no lo escrito. Soy nada.
Las nubes alertan la tormenta, como las olas negras de un mar imposible en el cielo. Mirá vos. Y hay gente sin embargo que dice que el mar es tan hermoso…
Pero nada de eso me importa ahora. Dentro de un rato apenas, cuando el implacable disco del sol se levante y me despierte, seguiré siendo un simple perro callejero.


Y si nada de eso me importa ¿Alguien puede decirme por qué estoy llorando bajo la lluvia?
El gorrión me pregunta una vez más ¿Dónde está mi amor? ¿Dónde está mi amor?


Río Gallegos - Diciembre de 2010.

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