Este adiós, no maquilla un hasta luego
este nunca, no esconde un ojalá
estas cenizas no juegan con fuego
este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo
esta letra no la protestaré
ahórrate el acuse de recibo
estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos no lloran más por ti.
El genio de Úbeda.
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