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jueves, 26 de junio de 2014

Había una vez un blog: Post N° 1000, el final es en donde partí

Arte del ciclo de Teatro "En la estepa" - Río Gallegos Noviembre 2013
 
Ha soplado mucho viento en este sur que también existe y ha corrido mucha agua bajo estos puentes amarillos desde aquel 18 de septiembre del 2010 en que abría este espacio con el cuento "Una muerte" de Héctor Germán Oesterheld, ese que dice "Si uno sabe mirar, un solo pájaro, un solo sícalo, resume todas las bellezas de los mundos...".
La idea primera era compartir pequeños fragmentos literarios, alguna que otra poesía, publicar de vez en cuando algún texto propio, pero la criatura tomó vida propia y fuí agregando diferentes manifestaciones del arte: pintura, escultura, algo de fotografía, mucho cine, cada vez más cine y una de mis pasiones desde siempre: muy buena historieta (olores de mi infancia en extinción). Y desde hace año y medio haciendo conocer a los artistas plásticos de mi ciudad, de cada exposición que visitamos con Estela, mi esposa (que sueña con volcanes y a veces me sueña a mí). Y aquí estamos casi cuatro años después bajando una imaginaria persiana, culminando un ciclo si se quiere, para dar lugar a otro con una estética, espero, renovada. Y a vos que por costumbre o por simple error caiste en esta telaraña simplemente gracias.
Pero no los dejo solos, no por mucho tiempo. Habrá otro lugar donde encontrarnos con ojos y manos y será un cuento, que como todos los cuentos del mundo comienza con "había una vez..."

Río Gallegos - Escrito con sangre en Junio de 2014.

domingo, 22 de junio de 2014

Cenizas - Fragmento

De Mi Tierra - Muestra de Sandra Jamieson O´Byrne
Fundacruz, Río Gallegos, Abril de 2013
Hemos dicho palabras,
palabras para despertar muertos,
palabras para hacer un fuego,
palabras donde poder sentarnos y sonreír.

Nos hemos arrodillado
y adorado frases extensas
como el suspiro de la estrella,
frases como olas, frases como alas.

Hemos inventado nuevos nombres
para el vino y para la risa,
para las miradas y sus terribles caminos.

Alejandra - Las aventuras perdidas

La mala racha

Mural del colectivo de arte Kalimocho - Plaza seca del Complejo Cultural Santa Cruz
Mientras dura la mala racha, pierdo todo.
Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria:
pierdo llaves, lapiceras, dinero, nombres, caras, palabras.

Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal
y me piensa peor, o pura casualidad,
pero a veces el bajón demora en irse
y yo ando de pérdida en pérdida,
pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco,
y siento miedo, mucho miedo
de que se me caiga la vida en alguna distracción.

Eduardo Galeano

sábado, 21 de junio de 2014

Viaje a la ficción - Fragmento

Onetti y Faulkner según Hermenegildo Sábat
Escribir era, para Onetti, no una "evasión", sino una manera de vivir más intensa, una hechicería gracias a la cual sus fracasos se volvían triunfos. Por eso, toda su vida insistió en que la literatura no podía ser un mero oficio, una profesión, menos aún un pasatiempo, sino una entrega visceral, un desnudamiento completo del ser, algo que tenía más de sacrificio que de trabajo, que se llevaba a cabo en la soledad y sin esperar por ello otra recompensa que saber que, escribiendo, le sacaba la vuelta a la puta vida.

Mario Vargas Llosa

De noche, solamente sangre

Ver no tocar - Acrílico de Estela 
Obra expuesta durante el 15° aniversario
del Centro Cultural "Manuel Ravallo"
Río Gallegos,  Mayo 2014
Supe que vendría. No ayer ni mañana, hoy. Lo supe aquí sentado a oscuras tanteando torpemente, acariciando los botones y las hilachas de mi saco. Digo bien, porque no es un saco sino “mi saco”, el único que tuve jamás. Ella vendrá y vendrá como sólo lo hace ella, de vez en cuando y de noche (siempre de noche), de 1 a 3 porque sabe ser al mismo tiempo puntual y tirana, mujer al fin. Toma mis manos, perfora cada uno de los dedos como ninguna otra supo hacerlo. Gritan sus ojos, ordena casi cada oración, rasguña en mi cara puntos y comas que caen hasta el papel. No se llama inspiración, ustedes que me escuchan, hombres y mujeres, niños si lo hay. Se llama soledad y seguramente también destino.
 
Río Gallegos - Junio 2014

viernes, 20 de junio de 2014

Desapariciones

Y después de todo quedo yo 
Óleo de Adriana Garcia Hernandez
 Una palabra ha llegado en un papel. Al desdoblarlo descubro que donde estaba la palabra sólo hay un polvillo iridiscente, como el que dejan las mariposas en la yema de los dedos. Quiero leerla sin embargo. Nada. Nada que pueda leerse. Nada para agregar al mundo. Sólo un espacio borroneado por algo leve. Entonces ¿cómo empezar? ¿con qué palabra iniciar lo que queda?

Nélida Cañas

El engaño

Viñeta de Al pie de la letra de Tomás "El Tomi" Müller
La conoció en un bar y en el hotel le arrancó la blusa provocativa, la falda entallada, los zapatos de tacón alto, las medias de seda, los ligueros, las pulseras y los collares, el corsé, el maquillaje, y al quitarle los lentes negros se quedó completamente solo.

Marcial Fernández

Nos han dado la tierra - Fragmento

Perro - Grabado de Rufino Tamayo
Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros.
Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza.
Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca.
 
Juan Rulfo

sábado, 14 de junio de 2014

Búsqueda de una definición (habiendo visto una pintura de Bradley Walker Tomlin)

Óleo número 3 - Bradley Walker Tomlin, 1948
Acordamos escribir cada uno un poema usando las palabras "un viento suave perturbando una fogata". Desde entonces nada ha significado tanto como el pequeño acto presente en estas palabras, el acto de intentar decir palabras que apenas tienen significado. Hasta el mismísimo final quiero ser igual a lo que fuera que mi ojo pueda o quiera traerme, como si finalmente pudiera verme a mí mismo, liberado de las cosas casi invisibles que junto a nosotros y a todos los niños aún no nacidos nos llevan al mundo. 

Paul Auster

viernes, 13 de junio de 2014

Hay cosas que el viento no se puede llevar

Ilustración de Carlos Dearmas. 2009
Uniendo manos con pies, pecho con garganta, vive en ese cuerpo. Como cualquiera. Como el beso que se metió en tu boca. Y canta y sigue cantando para salvarnos del suicidio diario de vivir, contagiando continentes, en cada semáforo y en la cancha también, en cementerios, trenes y hospitales. Príncipe y mendigo, hidalgo caballero de la triste figura, dragón de tres cabezas, expreso en la medianoche de nuestro corazón. El flaco me contó un secreto y me lo contó en un sueño, con su camisa de chulo y una hoja de Gillette colgando en cada oreja. Jodido, todo hueso y diamante, contó su secreto: 
- Si alguna noche compañero -me contó- no tienes ganas de encender la tele ni de escribir ni de leer o simplemente ya no tienes ganas de respirar, ponte una de Sabina. Entonces y sólo entonces sabrás que todo va a estar bien.
Y yo que esa noche llevaba mis dos manos de repuesto le hice caso y busqué una, de puro buscón nomás.
 
Río Gallegos - Junio de 2014


martes, 10 de junio de 2014

Noches Blancas

Arte de César Barrientos - Muestra Las Vidas del Arte
Complejo Cultural Santa Cruz, Mayo 2014
No hay nadie aquí, y el cuerpo dice: cualquier cosa que sea dicha no debe ser dicha. Pero no hay nadie que sea también un cuerpo y lo que el cuerpo dice no será oído por nadie que no seas tú. Nevada y noche. La repetición de un crimen entre los árboles. La lapicera se mueve sobre los confines de la tierra: ya no sabe qué sucederá y la mano que la sostiene ha desaparecido. A pesar de todo, escribe. Escribe: en el principio, entre los árboles, un cuerpo llegó caminando desde la noche. Escribe: la blancura del cuerpo es el color de la tierra. Es tierra, y la tierra escribe: todo es el color del silencio. Ya no estoy aquí. No he dicho nunca lo que tú dices que yo he dicho. Y aún así, el cuerpo es un lugar donde nada muere. Y cada noche, desde el silencio de los árboles, tú sabes que mi voz llegará caminando, buscándote.

Paul Auster

El drama del desencantado

De cabeza a la utopía
Gladys Abitante - 2002

 
El drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

Gabriel García Márquez

domingo, 8 de junio de 2014

La soledad es cosa mía

36 Caretas - Instalación de Karina Velázquez
Museo de Arte Eduardo Minicelli - Río Gallegos
La soledad es cosa mía, resplandece en todo lo que amo. No hay más verdad que la acrobacia del quedarse a solas, algún gemido en una bolsa de papel o el discurrir de la sangre que no sabe a dónde va. Me había hecho la promesa de no volver a mi cancioncita triste de saciar la hora con un grano de anís, con una nube niña durmiendo en la palma de mi mano. Ahora vuelvo a casa como un criminal. Alguien me lapida implacablemente desde la sombra. (...) Si tú supieras cómo me aterra la limpidez del aire, el insomnio, ese tren que nunca llega al mar. A veces me devora la rabia y me largo a las calles, husmeo en los basureros, en los parques. De las carnicerías obtengo espléndidos trozos. Mis compañeros de trabajo me oyen hablar a solas como un tonto y en toda estas noches remastico las cucarachas de la soledad.

Guillermo Fernández

domingo, 1 de junio de 2014

No hay camino al paraíso - Fragmento

Viñetas de Cosecha Verde - Carlos Mandrafina
Yo estaba sentado en un bar de la avenida Western. Era alrededor de medianoche y me encontraba en mi habitual estado de confusión. Quiero decir, bueno, ya sabes, nada funciona bien: las mujeres, el trabajo, el ocio el tiempo, los perros... Finalmente sólo puedes ir y sentarte atontado, totalmente noqueado y esperar. Como si estuvieses en una parada de autobús aguardando a la muerte.

Charles Bukowski

El corazón de un colibrí late 1260 veces por minuto

Obra expuesta por los alumnos del profesorado de Artes Visuales
durante el 54° aniversario del Conservatorio Provincial de Música
Eugenio Rosso - Mayo 2014
Este hombre estará sentado en su silla hasta el amanecer. Ha sido un largo día, y ahora las conversaciones del día separan las hojas del pasto para acostarse. Ahora las pausas entre las palabras poseen todo. El esmero del vacío al cual él no le ve el fin, éxtasis de espacios en blanco entre las piedras y todos los pensamientos fuera de las piedras, se los deja errar hasta la mañana. Hay en él una tristeza que no puede interpretar, como arroyuelos trayendo pinceladas de sangre de vuelta a un manantial que ésta no comprende. Como todas las pequeñas pitonisas debajo de las tablas del piso que no pueden decir una palabra, y todos los libros en los estantes que no pueden leerse a sí mismos. En su habitación sólo el colibrí entiende, prensado entre las hojas de la biblia familiar de los años 1850, como una rosa que comprendiera el vuelo, aplastada tristemente contra todas las palabras de Dios. Una flor donde la oscuridad se condensa en forma de pájaro, donde la muerte se condensa 1260 veces por minuto. Esta tristeza es suficiente incluso para que un hombre la comprenda, para encontrar su lugar, el peso de su infelicidad, esa pluma que cae dentro de él mismo, donde no existen alas, ningún volar hacia la luz, ni un aleteo, ninguna respuesta que venga del movimiento.

Don Domanski

La cuidad sin nombre - Fragmento

Viñeta de El Mago Volumen 1 - Enrique Alcatena
Al acercarme a la ciudad sin nombre me di cuenta de que estaba maldita. Avanzaba por un valle terrible reseco bajo la luna, y la vi a lo lejos emergiendo misteriosamente de las arenas, como aflora parcialmente un cadáver de una sepultura deshecha. El miedo hablaba desde las erosionadas piedras de esta vetusta superviviente del diluvio, de esta bisabuela de la más antigua pirámide; y un aura imperceptible me repelía y me conminaba a retroceder ante antiguos y siniestros secretos que ningún hombre debía ver, ni nadie se habría atrevido a examinar.

Howard Phillips Lovecraft

Los bajos fondos - Fragmento

Obra expuesta por los alumnos del profesorado
de Artes Visuales durante el 54° aniversario

del Conservatorio Provincial de Música
Eugenio Rosso - Mayo 2014
Anoche estuve en el reino de las Sombras, donde rayos grises del sol atravesaban un cielo gris. Calladamente, el follaje gris ceniza de los árboles se balanceaba con el viento, sin que se escuchara el rumor de las ruedas, el sonido de los pasos o de las voces. No es la vida sino su sombra, no es el movimiento sino su espectro silencioso.

Ayer estuve en el reino de las sombras. Si supieras hasta que punto es aterrador. Allí no existe ni el sonido ni el color: todo, la tierra, los árboles, los hombres, el agua y el aire, todo tiene allí un color gris uniforme. En el cielo gris, rayos de sol grises; en los rostros grises, ojos grises. Y hasta las hojas de los árboles son grises como la ceniza: no es la vida, sino una sombra de vida. No es el movimiento, sino una sombra de movimiento, desprovista de sonido.

Maksim Gorki

Celebración de la risa

Obra expuesta por los alumnos del profesorado
de Artes Visuales durante el 54° aniversario
del Conservatorio Provincial de Música
Eugenio Rosso - Mayo 2014
Donde él estaba, recuerda el hijo, ocurría la risa. De todas partes acudían a reírse cuando él contaba, y se agolpaba el gentío. En los velorios, había que levantar el ataúd para que cupieran todos. Y así el muerto, se ponía de pie para escuchar con el debido respeto, aquellas cosas dichas con tanta gracia. Y de todo lo que José Luis aprendió de su padre, eso fue lo principal: Lo importante es reír -le enseñó el viejo-. Y reír juntos.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos

domingo, 4 de mayo de 2014

(de) La corrupción de la naranja - Fragmento

Autorretrato y circunstancia - óleo de Jesús Marcos, 1983
La mano anónima arroja los dados sobre el tapete. Correctos empleados observan el juego, apilan sus fichas, pagan las apuestas.
Si naciera, me pregunto, infinito número de veces ¿en cuántas llegaré a ser de nuevo el mismo que ahora soy?
Infinito número de veces saliendo del útero materno mirando los dados detenerse.

Darío Canton

Nocturno

Arte de César Barrientos - Muestra Las Vidas del Arte
Complejo Cultural Santa Cruz, Mayo 2014
Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre se escucha que transita solamente la rabia, que en los tuétanos tiembla despabilado el odio y en las médulas arde continua la venganza, las palabras entonces no sirven, son palabras. Manifiestos, artículos, comentarios, discursos, humaredas perdidas, neblinas estampadas, qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua. Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste, lo desgraciado y muerto que tiene una garganta cuando desde el abismo de su idioma quisiera gritar que no puede por imposible y calla. Siento esta noche, heridas de muerte, las palabras.
 
Rafael Alberti - 1937

La naranja mecánica - Fragmento

El señor de los ratones
Acrílico de Marcelo Bordese
Te han convertido en algo que ya no es una criatura humana. Ya no estás en condiciones de elegir. Estás obligado a tener una conducta que la sociedad considera aceptable y eres una maquinita que solo puede hacer el bien. Comprendo claramente el asunto. Todo ese juego de los condicionamientos marginales. La música y el acto sexual, la literatura y el arte, ahora ya no son fuente de placer sino de dolor.

Anthony Burgess

Me sobra el corazón - Fragmentos

Hombre con pájaro - óleo de Gladys Abitante - 1997
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

No puedo con mi estrella.
Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
 
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
 
Me sobra corazón.
Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.

Miguel Hernández

Casi Poesía

Las manos vacías - Peter Sussman
Nadie posee nada. Para poseer algo es preciso desnudarlo, apoderarse de una rosa, desvestirla de sus pétalos y retener su fragancia. Las manos del hombre son siempre manos vacías. Tal vez nuestro ejercicio fundamental consista en aprender a amar y escribir con las manos vacías.

Roberto Juarroz

Dos cuerpos

La espera - Acrílico de Ana León
Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente son dos astros
que caen en un cielo vacío.

Octavio Paz

Policronías

La conversación - Peter Sussman
Es increíble pensar que hace doce años cumplí cincuenta, nada menos. ¿Cómo podía ser tan viejo hace doce años?
Ya pronto serán trece desde el día en que cumplí cincuenta. No parece posible. El cielo es más y más azul, y vos más y más linda. ¿No son acaso pruebas de que algo anda estropeado en los relojes?
El tabaco y el whisky se pasean por mi cuarto, les gusta estar conmigo. Sin embargo es increíble pensar que hace doce años cumplí dos veces veinticinco.
Cuando tu mano viaja por mi pelo sé que busca las canas, vagamente asombrada. Hay diez o doce, tendrás un premio si las encontrás. Voy a empezar a leer todos los clásicos que me perdí de viejo. Hay que apurarse, esto no te lo dan de arriba, falta poco para cumplir trece años desde que cumplí los cincuenta.
A los catorce pienso que voy a tener miedo, catorce es una cifra que no me gusta nada para decirte la verdad.

Cortázar - Nairobi 1976

Balada de otoño

Pintaron de gris el cielo
y el suelo se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece,
parece un niño que el viento mece
con su balada en otoño.
Se va la tarde y me deja la queja,
que mañana será vieja
de una balada en otoño.
Llueve, detrás de los cristales  
llueve y llueve.

J. M. Serrat

La luna

La luna alegre - Escultura en barro de Alfredo Basulto Lemuz
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo
sirve para encontrar a quien se ama
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
 
Jaime Sabines

viernes, 2 de mayo de 2014

Formas

Los trabajadores - óleo de Oswaldo Guayasamin, 1942
Las grandes formas, surgen.
Formas de la democracia total, resultado de centurias
formas que se proyectan siempre sobre otras formas
formas de ciudades turbulentas
formas de los amigos
y de los seres hospitalarios de toda la tierra
formas que abrazan la tierra y se unen a toda la tierra.

Walt Withman

Poemas interiores, 1939

El muro - óleo de Peter Sussman, 1969
Nunca tan cerca de la vida. Nunca.
Nunca tan grande como hoy la muerte
sobre todo, ante todo, al fin de todo
y yo, sintiéndome ir trágicamente.

La tarde que se muere se agiganta.
Yo me siento perdida.
Da hasta miedo seguir
si con tan pocos años pesa tanto la vida.

Idea Vilariño

Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora

Mi casa es blanca.
Mi casa es blanca y liviana porque me sostiene la luz.
Me sostiene la luz de un pañuelo con tu nombre.
La sabiduría sujeta a tu cuerpo despojado;
el modo en que lo nombro, el modo en que poseo.
Poseo la luz porque mis pies tienen tu aliento,
el aliento de tus pasos
(Florencia Walfisch)
Todavía no han regresado
y nosotras tenemos que cuidar unos pañuelos
blancos como nuestros cabellos
para los amargos días venideros.
Sin ustedes a nuestro lado
esos días serán muy tristes
por eso juntamos nuestras fuerzas de mujer
y cantamos tan fuerte que quizás lo oigan
llegando el estruendo a través del aire.
(Indio Solari - versión libre de un poema de Li Po)
 
Para ingresar a la página oficial de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora pinchar Aquí 
Para ingrasar a su canal en Youtube pinchar Aquí

A un semejante

Tú y yo - Grabado en papel de Andy Irizarry
Si a vos te duele como a mi, la lluvia en el jardín y en una rosa. Si te dan ganas de llorar, a fuerza de vibrar, por cualquier cosa. Decí qué hacemos vos y yo, qué cosa vos y yo sobre este mundo, sembrando amor en un desierto, tan estéril y tan muerto, que no crece ya la flor.

Eladia Blázquez

Libro de las preguntas - Poema XLIV

Y mi voz no te toca
Grabado en papel de Adriana Garcia Hernandez
Dónde está el niño que yo fui,
sigue adentro de mí o se fue?
Sabe que no lo quise nunca
y que tampoco me quería?

Por qué anduvimos tanto tiempo
creciendo para separarnos?
Por qué no morimos los dos
cuando mi infancia se murió?
Y si el alma se me cayó
por qué me sigue el esqueleto?

Neruda

sábado, 26 de abril de 2014

Tonada de otoño - Fragmento

Ser de fierro - Escultura en hierro forjado del mendocino Roberto Rosas
No es lo mismo el otoño en Mendoza,
hay que andar con el alma hecha un niño
comprenderle el adiós a las hojas
y acostarse en su sueño amarillo.

Tiene el canto que baja la acequia
una historia de duendes de agua
personajes que un día salieron
a poblarnos la piel de tonadas.
 
Ser la tarde que vuelve en gorriones
a morirse de abrazo en el nido
y tener un amigo al costado
para hacer un silencio de amigos.

La tarde nos dice al llevarse al sol
que siempre al recuerdo lo inicia un adiós
para quien lo ha vivido en Mendoza
otoño son cosas que inventó el amor.

Damian Sanchez - Jorge Sosa

domingo, 20 de abril de 2014

Formas de querer

Fotografía de Willy Ronis
Me han querido de muchas formas: A golpes porque te quiero tanto que lo hago por tu bien, en silencio porque te quiero tanto que no es necesario decírtelo, a escondidas porque te quiero tanto que nadie puede saberlo.
Pero yo sólo quiero que me quieran de una forma: Sin pasar miedo ni un solo minuto recordándemelo todos los días gritando a los cinco océanos la verdad, porque quererme tanto de otras maneras es una puta mentira.

Ada Menendez, del libro Abierta de piernas - 1972

El reloj de arena

De Mi Tierra - Muestra de Sandra Jamieson O´Byrne
Fundacruz, Río Gallegos, Abril de 2013
La arena de los ciclos es la misma
e infinita es la historia de la arena
así, bajo tus dichas o tu pena
la invulnerable eternidad se abisma.
 
No se detiene nunca la caída
yo me desangro, no el cristal
el rito de decantar la arena es infinito 
y con la arena se nos va la vida.

Borges

Poesía vertical

Los sueños de Nicola (2012) 
Muestra Alteridad de Nicola Constantino
Complejo Cultural Santa Cruz 2013
Cada mañana resulta más difícil
reincorporarse al mundo
convalidar sus fuentes de sequía
reinstalarse en la histeria de sus ruidos
conectar entre sí los colores
volver a los abrevaderos de palabras
reconocer los páramos de historia.

Cada vez es más duro transar con la hipoteca
de vivir esta fábula perdida entre los astros
carcomiendo el misterio de sentir
que podíamos haber sido otra cosa.
 
Cada día resulta más costoso
recomenzar el día,
a pesar los crípticos reajustes
con las intimidades de lo que no es el hombre
los silencios como islas en la luz
las savias que imaginan nuevos mundos
los reflejos que consuelan a las grietas
la nervadura de un pájaro que pasa
sin ir, sin pasar, apenas siendo un pájaro.
 
Y así ha crecido la sospecha:
lo imposible ya casi no soporta a lo posible.

Roberto Juarroz

Caminos Infinitos

Marisú Olivera- Proyecto Formato Negro
Fundacruz, Río Gallegos 2013
Recorrió con la mirada
las esquinas del papel
y una puerta dibujada
se abriría para él.
Descubriendo al otro lado
y más allá de lo que alcanza a ver
los caminos infinitos 
infinitos a sus pies.
 
Un camino de adentraba
en los campos que soñé.
Con él otro se cruzaba
el camino del saber.
Y yo en la encrucijada
busco la respuesta a un por qué.
Busco el camino infinito
el que va desde el nueve al diez.

Letra: Antonio Vega