La sangre de un poeta
Mi casa se estaba quemando
y sólo podía salvar una cosa.
Decidí salvar el fuego.
No tengo dónde vivir pero el fuego vive en mí.
Y me defiende discretamente de todo lo impuro.
Mi futuro ya no es importante.
Sólo cuenta la intensidad del instante.
Jean Cocteau
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