Un grito se alza en la noche brilla en la espesura del silencio, decae fugaz. Después la sorpresa, que abate la resistencia sin milagro, el tamaño de la herida. Por el suelo ropas/fotos/libros rotos, una cartera vacía. El coche avanza por la calle impune nadie lo detiene, ese hombre esa mujer atados transpiran mucho, respiran mal la pesadumbre, el miedo, se ahogan, tiemblan. En ese mismo momento sucede en el mundo la belleza encuentros fortuitos/deseados/los instantes perpetuos de la vida una niña en la puerta de su casa dice adiós.
Vicente Zito Lema - Belleza en la barricada
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