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Nos mudamos de espacio. Enlace permanente a nuestro espacio menor.

sábado, 30 de abril de 2011

De los papeles que se guardan en un cajón con fiebre

Hay algo en vos, por frágil que sea, que puede salvarme.

Cuando la noche me cubre con su manto de suspiros y sueños escucho miles de gargantas que la llaman con uno de sus mil nombres... Nostalgia.

He estado mirando a las estrellas creando caprichosas telarañas de cristal y de noche. Por qué los hombres miran al suelo para ver donde poner los pies, pero no miran a lo alto para ver donde poner el alma?

La humanidad se acostumbró a tantos males. Una risa, pequeño saltamontes, no puede ser la excepción.

Supongo que el matemático irá rezando teoremas por la vida. Mi oración es simple: Palabras. Palabras que desgarren (o no) pero que dejen marca en mis años y mis siglos.

Ahora que te encontré, ahora que acepto tu luz y tu sombra sólo existe uno de dos caminos, la soledad o la locura.

... y de repente estoy yo, parado sobre el mundo, en mi mundito.

Llegar, no llegamos a ningún lado. Eso lo sabemos bien. Pero vamos yendo, caminando, siguiendo el pulso de un latido que nos marca y deja su huella tenaz.

Derrotado por la mala suerte y el tiempo y otros ladrones, a mil millas de casa, estoy esperando un tren.

Río Gallegos - Abril 2011.

domingo, 24 de abril de 2011

Espejos (Fragmento)

‘Libertad’ se llamó la cárcel más numerosa y como rindiendo homenaje a su nombre se fugaron las palabras presas a través de sus barrotes; se escurrieron los poemas de los presos, por eso se escribieron en minúscula en hojitas de papel de fumar, como éste:
"A veces llueve y te quiero. A veces sale el Sol y te quiero. La cárcel es a veces… siempre te quiero"

Eduardo Galeano.

De cómo voy perdiendo cosas y caras y nombres y viejas canciones.

Pierdo nombres, pierdo caras, viejas canciones y ciertos roces. Pierdo besos, pierdo amigos, buenos abrazos y un par de flores. Pierdo amores, pierdo odios, días de luvia y tardes en vela. Pierdo mapas, pierdo lugares, el miedo a la Parca y a las verdades. Pierdo verbos, pierdo frases, horas de sueño y noches sin mapa. Pierdo estados, pierdo sentidos, clarividencia y telepatías. Pierdo fuerzas, pierdo costumbres, barcos sin botella y trenes de lejanía. Pierdo pasiones, pierdo espantos, una brújula y tres historias que no eran mías. Pierdo vergüenzas, pierdo pudores, la fé en un Dios y algunas razones. Pero nunca nunca pierdo la esperanza de seguir perdiendo cosas y caras y nombres y viejas canciones.

Río Gallegos - Abril 2011

viernes, 22 de abril de 2011

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Cuando yo me vaya.

Cuando yo me vaya, no quiero que llores,
quédate en silencio, sin decir palabras,
y vive recuerdos, reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño,
por algo me duermo; por algo me he ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada,
y casi en el aire, con paso muy fino,
búscame en mi casa, búscame en mis libros,
búscame en mis cartas, y entre los papeles
que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco
y puedes usar todos mis zapatos.
Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama,
y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate
y beberte el vino que dejé guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba,
usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima,
corre hacia el espacio, libera tu alma,
palpa la poesía, la música, el canto
y deja que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua
y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto,
búscame en los niños, el café, la radio
y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte.
A veces es más triste vivir olvidado
que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo me duerma, no me lleves flores
a una tumba amarga, grita con la fuerza
de toda tu entraña que el mundo está vivo
y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar
por el simple hecho de que no esté más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca,
se duermen de a ratos, de a ratos pequeños,
y el sueño infinito es sólo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano,
y estarás conmigo sellada en contacto,
y aunque no me veas, y aunque no me palpes,
sabrás que por siempre estaré a tu lado.
Entonces, un día, sonriente y vibrante,
sabrás que volví para no marcharme.

Carlos Alberto Boaglio.

domingo, 17 de abril de 2011

La tregua.

Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.


Mario Benedetti.


jueves, 14 de abril de 2011

El mundo.

Un hombre del pueblo de Neguá, en las costas de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, dede allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso - reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todos los demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano.

Me sirve y no me sirve.

La esperanza tan dulce tan pulida tan triste,
la promesa tan leve no me sirve.

No me sirve tan mansa la esperanza,
la rabia tan sumisa tan débil tan humilde.
El furor tan prudente no me sirve,

no me sirve tan sabia tanta rabia,
el grito tan exacto si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro, no me sirve.

No me sirve tan bueno tanto trueno
el coraje tan dócil, la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta, no me sirve.

No me sirve tan fría la osadía,
sí me sirve la vida que es vida hasta morirse
el corazón alerta sí me sirve,

me sirve cuando avanza la confianza
me sirve tu mirada que es generosa y firme
y tu silencio franco sí me sirve.

Me sirve la medida de tu vida
me sirve tu futuro que es un presente libre
y tu lucha de siempre sí me sirve.

Me sirve tu batalla sin medalla
me sirve la modestia de tu orgullo posible
y tu mano segura sí me sirve.

Me sirve tu sendero compañero.


Mario Benedetti.


miércoles, 13 de abril de 2011

Me gusta. No me gusta.

Me gusta desarrollar mi conciencia, 
para comprender por qué estoy vivo, qué es mi cuerpo
y qué debo hacer para cooperar con los designios del universo.
No me gusta la gente que acumula datos inútiles 
y se crea conductas inútiles y postizas
plagiadas de personalidades importantes. 
Me gusta respetar a los otros, 
no por las desviaciones narcisistas de su personalidad, 
sino por su desarrollo interno.
No me gusta la gente cuya mente no sabe descansar en silencio, 
cuyo corazón critica a los otros sin cesar, 
cuyo sexo vive insatisfecho, cuyo cuerpo se intoxica, 
sin saber agradecer estar vivo, 
cada segundo de vida es un regalo sublime.
Me gusta envejecer porque el tiempo disuelve 
lo superfluo y conserva lo esencial.
No me gusta la gente que por amarras infantiles 
a mentiras las convierten en supersticiones.
No me gusta que haya un papa que predica
sin compartir su alma con una papisa.
No me gusta que la religión esté en manos de hombres 
que desprecian a las mujeres.
Me gusta colaborar y no competir.
Me gusta descubrir en cada ser esa joya eterna 
que podríamos llamar dios interior.
No me gusta el arte que diviniza el ombligo de quien lo practica. 
Me gusta el arte que sirve para sanar. 
No me gustan los tontos graves. 
Me gusta todo aquello que provoca la risa. 
Me gusta enfrentar voluntariamente mi sufrimiento
con el objeto de expandir mi conciencia.


Alejandro Jodorowsky.

sábado, 2 de abril de 2011

Anarquía.

No necesitamos gobiernos, necesitamos las cosas útiles: aire, agua, energía , los medios de transporte y de comunicación, comida y refugio. No tenemos la necesidad de cordilleras imaginarias entre naciones separadas. Podemos hacer túneles entre las verdaderas. No tenemos necesidad alguna de la continua división de las personas, entre quienes tienen lo que necesitan y quienes no lo tienen. 

Tanto Füller como Marshall McLuhan sabían además el trabajo es ahora obsoleto, que hemos inventado máquinas para hacerlo por nosotros. Ahora que no tenemos ninguna necesidad de hacer algo ¿Qué haremos? Mirando el mapa mundial geodésico de Fuller vemos que la Tierra es una sola isla, Oahu. Debemos darles a todas las personas todo lo que ellos necesitan para vivir de algún modo ellos lo merecen.

Nuestras leyes actuales protegen al rico del pobre. Si es que tiene que haber ley, nosotros necesitamos aquella que comience con la aceptación de la pobreza como un estilo de vida. Debemos hacer un mundo seguro para los pobres sin depender de los gobiernos.


John Cage.

viernes, 1 de abril de 2011

Paradojas andantes. Paradojas estimulantes.

El Aleijadinho, el hombre más feo del Brasil, creó las más hermosas esculturas de la era colonial americana.
El libro de viajes de Marco Polo, aventura de la libertad, fue escrito en la cárcel de Génova.
Don Quijote de La Mancha, otra aventura de la libertad, nació en la cárcel de Sevilla.
Fueron nietos de esclavos los negros que generaron el jazz, la más libre de las músicas.
Uno de los mejores guitarristas de jazz, el gitano Django Reinhardt, tenía no más que dos dedos en su mano izquierda.
No tenía manos Grimod de la Reynière, el gran maestro de la cocina francesa. Con garfios escribía, cocinaba y comía.
Eduardo Galeano - Espejos.