Creo en los insomnes, los verdaderos dueños de la noche.
Creo en las noches sin luna y sin espejos.
Creo en los demonios detrás de las paredes.
Creo en el llanto de todos nuestros muertos.
Creo en el dolor que los rescata del olvido.
Creo en los demonios detrás de las paredes.
Creo en el llanto de todos nuestros muertos.
Creo en el dolor que los rescata del olvido.
Creo en la vida, LA VIDA, que lava la sangre de todas las calles.
Creo en las palabras que perfuman el silencio.
Creo en mi otro yo, a pesar de todo.
Creo en las palabras que perfuman el silencio.
Creo en mi otro yo, a pesar de todo.
Creo en la huella de mis pies arando la luz del amanecer.
Creo en la voz de mis delirios.
Creo en todos mis pretextos.
Creo en la mentira más absoluta.
Creo en mi propia hambre de nombres, de rostros, de labios y de cuerpos.
Creo en un beso que llegue profundo ahí donde tenía el corazón.
Creo en este buscarnos entre la neblina.
Creo en este suicidarnos cada mañana.
Creo en los ecos perdidos de tus sueños.
Creo en los desiertos espacios de tu sombra.
Creo en las cadenas que me atan a tu piel.
Creo en tu sonrisa como bandera.
Creo en el secreto que guardan tus caricias.
Creo en la ceniza que dejan tus manos.
Río Gallegos - Noviembre de 2011.
Creo en la voz de mis delirios.
Creo en todos mis pretextos.
Creo en la mentira más absoluta.
Creo en mi propia hambre de nombres, de rostros, de labios y de cuerpos.
Creo en un beso que llegue profundo ahí donde tenía el corazón.
Creo en este buscarnos entre la neblina.
Creo en este suicidarnos cada mañana.
Creo en los ecos perdidos de tus sueños.
Creo en los desiertos espacios de tu sombra.
Creo en las cadenas que me atan a tu piel.
Creo en tu sonrisa como bandera.
Creo en el secreto que guardan tus caricias.
Creo en la ceniza que dejan tus manos.
Río Gallegos - Noviembre de 2011.
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